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Un juez argentino ordena excarcelar al exapoderado de las Madres de Mayo

Sergio Schoklender estaba detenido por presunto fraude de fondos públicos

Alejandro Rebossio
Hebe de Bonafini (centro) y Sergio Schoklender en una imagen de archivo
Hebe de Bonafini (centro) y Sergio Schoklender en una imagen de archivoReuters

Un tribunal federal de Buenos Aires revocó este jueves la prisión preventiva que un juez de primera instancia había ordenado contra el exapoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender, en una causa por presunta defraudación de fondos públicos. Schoklender, su hermano Pablo y un contable, Alejandro Gotkin, habían sido detenidos hace más de un mes porque el juez sospechaba que fueron los que tramaron el desvío de 35 millones de euros que debían usarse para la construcción de viviendas sociales. En cambio, ese dinero se supone que fue usado para financiar la lujosa vida de Sergio Schoklender y para beneficio de otros que participaron en la trama. Nadie del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ha sido imputado por el caso ni tampoco la histórica presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, pero sí ha sido acusada su hija, Alejandra Bonafini, y otras 26 personas, además de los tres encarcelados.

 El juez federal Norberto Oyarbide, siempre bajo sospecha por sus supuestas buenas relaciones con los diversos gobiernos de turno, había ordenado la detención de los Shocklender y de Gotkin porque temía que interfirieran en la demorada investigación del escándalo y además porque algunos testigos habían sido amenazados por el exapoderado. Pero la Cámara Federal dispuso la semana pasada la liberación de Pablo Shocklender y de Gotkin y ayer, la del exapoderado con el argumento de que hallar pruebas contra ellos en el expediente de la causa resulta “tan difícil como hallar una aguja en un pajar, que el propio magistrado [Oyarbide] se ha encargado de construir”.

El tribunal estableció que fuera el juez el que fijara la fianza para los tres. Oyarbide ordenó la semana pasada que Pablo Schoklender pagara 695.000 euros y Gotkin, la mitad. Como ninguno de los dos dice que cuenta con ese dinero, aún no han recuperado la libertad. El juez todavía no ha determinado la caución que deberá abonar Sergio Schoklender.

El fiscal de la causa, mientras tanto, ha pedido a Oyarbide que acelere la investigación, que ya lleva más de un año. Sergio Schoklender también criticó al juez: dijo que obedecía órdenes del Gobierno, lo acusó de montar un “circo mediático” y negó sus imputaciones de que hubiese construido casas en un barrio cerrado de lujo con materiales para construir viviendas sociales. También acusó a Hebe de Bonafini y a su hija de dilapidar el dinero público en viajes al Caribe “mucho más onerosos que los viajes de su señoría a Punta Cana”, en alusión a las últimas vacaciones de Oyarbide en ese balneario de República Dominicana.

No es la primera vez que los Shocklender están en prisión. Habían protagonizado en los ochenta un famoso caso de parricidio. Ahora están acusados por uno de los casos de presunta corrupción más emblemáticos de los Gobiernos de los Kirchner, sobre todo porque ha afectado a la reputación de algunas Madres de Plaza de Mayo, las valientes mujeres que se enfrentaron a la última dictadura militar (1976-1983) para reclamar por sus hijos desparecidos.

Desde hace décadas las Madres se han dividido entre la Línea Fundadora y la asociación que dirige Bonafini. Es precisamente la histórica líder la que creó una fundación que, entre otras tareas sociales, construía casas dentro de los planes de vivienda pública que reforzaron los Kirchner.

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