Sabotajes e inspecciones frenan la flotilla a Gaza

La iniciativa Barco Griego a Gaza ha culpado a Israel y a "la cobertura de las autoridades griegas" del sabotaje sufrido por el barco Juliano, una de las 12 embarcaciones que se disponen a salir rumbo a la franja palestina para romper el bloqueo israelí y llevar material humanitario. "Este acto criminal tenía un objetivo y podría haber comprometido la vida de aquellas personas que fueran a embarcar si no hubiera sido descubierto a tiempo", dice en un comunicaco difundido hoy. Un submarinista contratado por la organización ha grabado el daño sufrido por los dos ejes de las hélices del barco (YouTube). La Segunda Flotilla de la Libertad, que tiene como eslogan "Seguimos siendo humanos", se encuentra en el puerto ateniense del Pireo y pretende soltar amarras a finales de semana.

Según ha informado desde Atenas en conversación telefónica el activista español Manuel Tapial, pasajero ya en la primera flotilla a Gaza, la tripulación del Juliano detectó el fallo en las hélices hace tres días cuando iniciaba un test de control de la embarcación. Al arrancar, los miembros de esta delegación de la Segunda Flotilla de la Libertad se dieron cuenta de que las hélices no giraban. En el Juliano, si se soluciona la incidencia, tienen previsto viajar activistas griegos, suecos y noruegos.

Desprotección de los activistas españoles

"La presión de Israel y EE UU", ha manifestado Tapial en relación al bloqueo de la flotilla en el Pireo, "es inaceptable". Otras dos embarcaciones que forman parte de la misión están sufriendo demoras en su puesta a punto por inspecciones y denuncias en su contra. Tapial ha informado además de que el barco español, el Gernika, ya listo para salir, ha contratado, como sus compañeros de travesía, un submarinista para detectar posibles sabotajes. La organización Rumbo a Gaza criticó ayer que el Gobierno español limite su protección a los 45 activistas de nacionalidad española que participan en la flotilla al "seguimiento diario de los acontecimientos".

Unos 500 pasajeros se encuentran ya en Atenas dipuestos a zarpar de camino a Gaza. Podría retrarse su partida, como también podría incrementarse el pasaje. Un sindicato jordano de ingenieros ha comunicado hoy la compra de un barco por 560.000 euros con capacidad para 200 personas y dispuesto a unirse a la flotilla con material médico y de construcción, informa AFP.

Mientras, las autoridades israelíes siguen lanzando mensajes de persuasión para evitar la misión de la Segunda Flotilla de la Libertad. El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, dijo ayer que los activistas quieren "provocar, buscan la confrontación, la sangre y muchas imágenes en la televisión". Israel ha acusado a miembros de la flotilla de llevar armas y sustancia químicas y ha expresado su intención de no dejarles alcanzar la costa de Gaza. El pasado año, el asalto a la primera flotilla causó la muerte de nueve pasajeros, ocho turcos y un turcoamericano.

Hoy ha salido el primer barco de la misión humanitaria, el francés Dignity. Pero no podrá enfilar camino hacia Gaza hasta reunirse con el resto en alta mar.