Menú semanal de El Comidista (5 a 11 de noviembre)

¿Hay una comida para esta época más apetecible que la crema de verduras? Dale a esta nueva receta que incluye el maíz entre sus ingredientes.

Una técnica infalible para conseguir unas costillas tiernísimas gracias a la combinación entre la marinada y una cocción a baja temperatura.

Vale: el olor de las mandarinas no se quita fácil de los dedos. Pero es un mal menor comparado con su jugosidad.

A los que la coliflor hervida les sabe a bomba fétida, les recomendamos encarecidamente que la prueben asada.

Se puede hacer con ziti, macarrones, rigatoni o penne. En menos de media hora, tienes un plato de pasta con resultado explosivo.

La sencilla manzana asada se puede convertir en un postre tan completo y elaborado como quieras: solo hay que darle aroma con algunas especias, la textura de los frutos secos y algo de untuosidad gracias al queso fresco.

Prueba esta ensalada otoñal con rúcula, caqui persimon y burrata y descubre lo bien que combinan estos tres ingredientes.

Un gran plato salteado con lentejas, puerros y pasas que está delicioso y es muy rápido y sencillo de preparar.

Junto al frío y las lluvias también llegan las ganas de encender el horno, así que ¡a por un dulce reconfortante para desayunar o merendar!

Lo importante en este plato es que la sobrasada sea buena, porque el sebo con pimentón de ese que venden por ahí arruinará el invento.

Para preparar esta sopa nipona, no hace falta que te vayas a Tokyo ni te muevas del barrio: tienes todos los ingredientes necesarios al alcance de la mano.

¿Icono viejuno por excelencia o clásico contemporáneo? La tarta de galletas y chocolate, antaño estrella en las fiestas de cumpleaños infantiles, merece una nueva oportunidad.

Si te llevas este platazo al curro, te servirá para quedar como el más cosmopolita, aunque no hayas cruzado ni la frontera de tu provincia.

La poderosa salsa, similar a la bordelesa, encaja soprendentemente con la suavidad de la lubina.

El kiwi está de temporada y es una de las frutas con mayor concentración de vitamina C. Ideal para prepararse de cara al invierno.

No es que sea el proceso más rápido del mundo, pero tampoco requiere la precisión de cálculo con el líquido de un arroz seco.

Un postre fácil, fresco y de origen italiano, que ni siquiera requiere de horno en su preparación.

La clave reside en escoger el mejor pollo que puedas permitirte. Un buen sofrito, el brandy flambeado y un chute de aromática harán el resto.

Las naranjas son más ácidas al principio de la cosecha –aunque ya arranca la navelina–, pero van subiendo de dulzor a medida que avanza el frío.

Es muy difícil de preparar: servir el Cassis en una copa de cava, añadir la decoración, y acabar de llenar la copa con el cava. ¿Crees que sabrás?