Los nueve mandamientos del salmorejo
Si alguna vez has pensado en mudarte a Córdoba solo para comer cada día salmorejo sedoso, sabroso y perfectamente aderezado, no hace falta que hagas la maleta: aquí te enseñamos las normas básicas para prepararlo.
Mucho tomate, un poco de ajo, pan, aceite y sal: hacer un salmorejo parece fácil, pero en realidad tiene su miga (chistaco al canto). Gracias a los sabios consejos de Juanjo Ruiz de La Salmoreteca, nuestro experto asesor del vídeo de hoy, este verano y todos los que vienen tus salmorejos no volverán a ser confundidos con su hermano el gazpacho. Que también está muy rico, pero no es lo mismo.
Escoger bien los tomates, no pelarlos y que estén a temperatura ambiente cuando vayas a triturarlos, no usar un pan securrio que espesará demasiado, dejarlo enfriar sin prisa o asegurarse de usar un buen aceite son algunos de los trucos para preparar un auténtico y delicioso salmorejo cordobés. Cuando lo tengas listo, solo quedará escoger una guarnición -un par de cosas como mucho, no queremos engorrinarlo sino realzarlo- y comértelo a nuestra salud: si le pones ajo morado, no te repetirá por muy delicadito que seas.
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