Diez tiendas de frutos secos clásicas y modernas en las que reponer energía
Damos un paseo por España para acercarnos a establecimientos que cuidan las almendras, nueces, anacardos o pistachos, para que lleguen crujientes y aromáticos a nuestros aperitivos o platos.
Comer frutos secos es cultura nacional y, en cuanto a practicarla, lo tenemos bastante sencillo en este país. No faltan los paquetes de pipas en las grandes superficies -casi todas venidas de China- ni las franquicias en las que los anacardos sufren cada día al perder su textura sensual. Por suerte, tampoco las tiendas de frutos secos que los mantienen alegres y que son, además, auténticas lecciones de geografía.
Sacos, tarros, cajas, paquetes de avellanas de Reus, piñones vallisoletanos, pistachos de La Mancha, de almendra de Mallorca, también de Málaga -y nace el ajoblanco-, de castaña del Bierzo… laten en comercios más o menos tradicionales que si miran fuera, lo hacen con ojo. Porque no lo neguemos, también hay omega 3 concentrado en toda la circunferencia de una buena nuez de Macadamia (incluso si aparece cubierta de wasabi).
Como su gran temporada es ese otoño que llega como siempre sin avisar, hacemos un recorrido por algunas de las tiendas de frutos secos de este país guiados por comidisters y otros gastrónomos y gastrónomas a los que en más de una ocasión hemos cazado con la mano en una bolsa de cacahuetes. También para cocinar.
NUT NUT (Madrid)
“NutNut es a las tiendas de frutos secos lo que los locales de café de especialidad a las cafeterías. Es decir, algo que puede dar un poco de rabia si eres pijofóbico o alérgico al gourmetismo, pero que justifica sus precios ofreciendo una calidad superior”. Así la define Mikel López Iturriaga, que fan como es de mover la mandíbula a cualquier hora, nos recomienda esta tienda impulsada en Madrid por Dany Sarrouf y Marwan Riachi, dos empresarios de origen libanés que se hacen llamar The Roaster Brothers.
Con ese nombre no podrían hacer otra cosa que tostar ellos mismos todo lo que comercializan. Lo hacen in situ desde 2018: “Anacardos, pistachos, almendras cacahuetes al natural o aderezados con chile y limón, wasabi, curry, polvo de queso manchego o zataar. ¿Demasiada fantasía? Todos tus prejuicios se disuelven cuando los pruebas y sientes que no hay ni la más mínima traza de ranciedad, que crujen de verdad al morderlos y cuyo sabor te explota en la boca”, defiende el jefe comidister.
A él se une Harfon, que además no puede resistirse a dar algunas ideas: “Son geniales para cocinar con ellos. Puedes añadir anacardos con chile y lima a una ensalada tailandesa de noodles, por ejemplo, o hacer salsas como una mantequilla de cacahuete exprés con queso manchego”. Manos a la obra.
Nut Nut: c/ de Bravo Murillo, 10. Madrid. Tel.: 910 69 62 71. Mapa.
HERMANOS ORTIZ SANZ (Madrid)
También en Madrid llevan trabajando desde los años 70 Hermanos Ortiz, una empresa familiar que comenzó con Enrique Ortiz vendiendo patatas fritas y churros sobre ruedas y que terminó teniendo más de dos decenas de tiendas de frutos secos en la capital. “Tienen mucho surtido tanto de frutos secos como de encurtidos. Los frutos secos, especialmente las nueces y los anacardos (que es lo que más compro) son fantásticos. No sale ni uno malo”, asegura nuestra ex colaboradora -ahora redactora jefa de la revista Tapas- Inma Garrido.
Su tienda favorita es la de la calle Alcalá, 129: “Tiene más variedad y de calidad más alta que el resto”. Nos cuenta que es la más moderna de todas con las que cuentan y para ella, es una de las tiendas de aperitivos que alegran Madrid. En esta, como en las otras, no faltan las patatas fritas con las que comenzó la familia, los encurtidos ni un buen plantel de caramelos, como manda la tradición. El servicio al cliente, siempre presencial, es otro de los ingredientes que forman parte del recetario de la casa.
Hermanos Ortiz Sanz: c/ Alcalá, 129. Madrid. Tel.: 915 943 162. Mapa.
SUCESORES DE IGNACIO LÓPEZ (Madrid)
Los frutos secos protagonizan el aperitivo, pero como ya hemos visto, también una gran variedad de platos, entre los que se encuentran los de la cocina vegana. Uno de sus abanderados en Madrid es Nacho Sánchez, que antes en Botanique y ahora en Pizzi Dixie, ofrece platos de la cocina italiana llevada a lo vegetal. Según nos cuenta el cocinero, en sus cremas, salsas y postres no faltan los frutos secos de Sucesores de Ignacio López: “Tienen una variedad amplísima y de una buena calidad-precio, porque en esto de los frutos secos el tema del precio puede ser complicado”.
La familia comenzó, como los Ortiz Sanz, friendo patatas fritas y churros hace más de ochenta años y hoy es la tercera generación la que defiende la venta de frutos secos en sus dos tiendas de la capital. En ellas se puede encontrar producto nacional como las almendras (dicen trabajar con más de una decena de variedades), las avellanas, las nueces o los pistachos, que conviven con sus versiones americanas y de Oriente Medio para adaptase así a todos los bolsillos (y a todos los escandallos). No faltan las frutas deshidratadas y las semillas que también venden online, pero solo por paquetes de 1 kilo, salvo excepciones.
Sucesores de Ignacio López: av. de Menéndez Pelayo, 63, y de la Torrecilla del Leal, 32. Madrid. Tel.: 915 570 902.
AL GRA, DEL SAC AL PLAT (Barcelona)
Cuando a Mònica Escudero le apetecen unas avellanas de Reus tostadas con fuego de leña o unos pistachos al desnudo, se acerca a Al Gra, del sac al plat, una granería de Gràcia que dos vecinos del barrio, Liliana Pinacho y Esteban Celentano, abrieron en 2013. “Era cuando se empezaron a dar los primeros indicios de la tendencia de la alimentación ecológica y de proximidad”, nos cuesta Celentano, ex periodista de profesión.
El cofundador de esta tienda asegura que su filosofía de aquel año sigue intacta: “Intentamos asegurar la proximidad del origen por encima de lo ecológico porque la gente así nos lo pide. Y cuando no es de cercanía porque la temporada no lo permite, como una nuez que es de Chile, se lo decimos al cliente, que es precisamente lo que nos ha dado el público que tenemos hoy”.
Venden una gran variedad de frutos secos al natural, tostados y acicalados con especias y condimentos de aquí y de allá para darle más vida a cualquier aperitivo. Lo hacen a granel, así que, como indica la jefa de El Comidista, “puedes comprar los 40 gramos de piñones que pide una receta, y no la bolsa de 100 gramos cuyos restos corren peligro de terminar poniéndose rancios en la alacena”.
Al Gra, del sac al plat: c/ de Sant Cristòfol, 17. Barcelona. Tel.: 932 388 955. Mapa.
CASA GISPERT (Barcelona)
Para Òscar Broc, entrar en Casa Gispert es “estar en un museo: es una tienda histórica que lleva vendiendo frutos secos -y otros productos- desde mediados del XIX y del que han conservado el interior del comercio”. Aquí no hay desorden. Estanterías de madera (muchas originales), vitrinas y tarros de cristal acogen en su simetría la calidez de un producto que es local cuando debe serlo y foráneo cuando no.
No en vano, los primeros productos que el doctor Centelles Josep Gispert y sus hijos comercializaron fueron los que denominaron ‘coloniales’. Se habían hecho con un almacén que guardaba cacao, café, azafrán… traídos allende los mares. Aún así, los frutos secos son la marca de la casa que, como nos cuenta Broc, tuestan ellos mismos cada semana en un horno de leña que puede verse en su tienda a pleno funcionamiento. “Es un sitio especial: los aromas, colores y objetos antiguos le dan un extra de magia”, concluye Broc. El sabor ahumado que aporta la madera de encina con la que lo hacen desde 1851 fue galardonado por el Coq d’Or de Les Gourmands Associés de França en 1999.
Casa Gispert: c/ dels Sombrerers, 23, Barcelona. Tel.: 933 197 535. Mapa.
LA PIMIENTA DORADA (Bilbao)
Esta tienda de alimentación a granel es producto de un viaje. O de varios. Isabel Stoy y María García los hicieron juntas desde la universidad y llegó un momento en el que quisieron llevar a Bilbao un poco de los sabores y aromas que se habían encontrado por el camino. Los reunieron en La Pimienta Dorada, un lugar en el que el mayor protagonismo se lo llevan las especias y los tés, pero en el que los frutos secos se llevan la mesa central del local.
Prima el producto al natural y sin sal, nacional “siempre que nos sea posible y que las temporadas nos lo permitan”, comenta Stoy. No hay quien sea capaz de salir de su local sin un picoteo a base de sus anacardos sour cream o al ajo negro, tostado y mezclado por los de Nut Nut de Madrid, o sus maíces tamaño XL con chili, difíciles de disimular. Siempre dan muchas ideas de recetas, a las que bien pueden sumarse sus frutas deshidratadas y semillas.
Cuentan con especias de los vizcaínos de Kondimenta, huevos ecológicos de Mungia (que salen por veintenas) y con una selección de productos elaborados de manera artesanal, como los estupendos patés vegetales y mermeladas de Olatxuko Laboreak (Arrieta, Bizkaia), así que además del picoteo de media tarde, te pueden solucionar más de un desayuno.
La Pimienta Dorada: c/ Gral. Concha, 7. Bilbao. Tel.: 688 750 868. Mapa.
FRUTOS SECOS CARRASCO (Valencia)
Lo primero que nos cuentan los del pódcast La Picaeta sobre Frutos Secos Carrasco es que “tiene un letrero con solera que mola”, por eso de empezar con buen pie. Sin embargo, parece que también molan los cacaus del collaret que se acercan a comprar allí cada vez que consiguen reunirse en Valencia.
Se trata de unos cacahuetes típicos de la región que contienen dos granos en una vaina que se estrecha por el centro -de ahí lo del collar- y que suelen ser habituales en, precisamente, las famosas picaetas previas al almuerzo. Su producción es muy pequeña y en ocasiones no es valenciano todo el que llega a las mesas, pero los de Carrasco, aseguran, son de los que sobrevivieron a la extinción.
Lo que empezó en 1967 siendo un ‘aprovechar el calor del horno del pan para tostar algunas almendras’, acabó con la conversión de la panadería familiar en un local dedicado exclusivamente a los frutos secos. Ya son tres las generaciones al frente de la marca que, desde 2019, cuenta también con un puesto en el Mercado Central de Valencia. Sus nueces y sus frutas deshidratadas, nos cuentan los del pódcast, tampoco están nada mal.
Frutos Secos Carrasco: mercado de Valencia, pl. de la Ciutat de Bruges, s/n, bajo 71. Valencia. Tel.: 963 829 341. Mapa.
PATATAS FRITAS MARCOS (León)
“Que el nombre no nos lleve a error”, comenta Beatriz Robles, una de nuestras nutricionistas de cabecera, “porque es verdad que su producto estrella son las patatas fritas, pero tiene muchísimos frutos secos a granel, entre ellos, nueces del Bierzo”. También higos de La Vera o pistachos manchegos. Y es precisamente la vinculación de Patatas Fritas Marcos con los productos de la tierra lo que ha hecho que este negocio de León lleve abierto desde 1984.
Ubicada en el centro de la capital, cerca de la misma catedral, la tienda de aperitivos y dulces fundada por Teresa Suárez y Samuel Marcos es una de esas direcciones tradicionales que hacen ciudad. “Poder comprar esas nueces o chocolates típicos leoneses es como tener trocitos de la provincia de León concentrados en un único lugar y eso, para alguien tan vinculado a su tierra como yo, es un delirio”, confiesa Robles. Sus famosas patatas, por cierto, también son de la provincia.
Patatas Fritas Marcos: c/ Ancha, 13. León. Tel.: 987 080 201. Mapa.
LA ABACERÍA (Zaragoza)
De donde Claudia Polo (Soul In The Kitchen) no sale con las manos vacías es de La Abacería de Zaragoza: “Siempre acabo con una bolsica de algo, unos boliches del Pilar para el puchero o unas almendras tostadas para picar por el camino”. Esta pequeña tienda de la calle Coso es especialista en legumbres, sobre todo en distintas variedades de alubias y pochas locales y de temporada, pero tiene también una pequeña selección de frutos secos que comercializan tanto al natural como tostados.
La Abacería data de 1881. Fue el bisabuelo de Alejandro Azanza quien se lanzó a la distribución de productos agrícolas, primero al por mayor y después en la tienda de calle Coso: “Era más bien una tienda de cereales”, explica Azanza, “pero con la llegada de los coches y la desaparición de los caballos tuvo que reinventarse”.
No deja de hacerlo. De hecho, es algo que anota Polo: “En los últimos tiempos han incorporado nuevos productos como arroces con setas o cous cous con verduras, lo no deja de ser un gesto muy tierno por adaptarse a las nuevas tendencias”. Quien representa ya a la cuarta generación de la familia al frente del negocio, sin embargo, no puede asegurar su supervivencia: “Los siguientes ya están en otras cosas. Probablemente, La Abacería muera conmigo”.
La Abacería: c/ del Coso, 118. Zaragoza. Tel.: 976 296 794. Mapa.
ESPECIAS CRESPÍ (Palma de Mallorca)
La almendra de Mallorca cuenta con IGP (Indicación Geográfica Protegida) y, sobre todo en primavera, cuando está tierna, suele aparecer en muchas de las cocinas de los restaurantes de las islas, como en el de Maca de Castro. Aunque en sus restaurantes siempre tiran de su propia producción de frutos secos, como la del cacahuete, es Marina Anillo, la directora de comunicación de Grupo De Castro, quien nos pone sobre la pista de Crespí, una marca de la isla con puestos tanto en el mercado de l’Olivar como en el de Santa Caterina de Palma de Mallorca.
La empresa la fundaron productores mallorquines en 1945. Están especializados en especias y hierbas aromáticas que cultivan ellos mismos, pero en sus dos tiendas cuentan con una sección dedicada a los frutos secos, sobre todo a la mencionada almendra balear. La comercializa al natural, tostada y recubierta de pimentón picante de la variedad local cirereta y también de pimentón ahumado de tap de cortí, un pimiento rojo mallorquín de producción propia para una doble ración de denominación de origen. Un aperitivo 100% mallorquín imprescindible, nos aseguran, para catar la isla.
Especias Crespí: mercat de l'Olivar, pl. Rossellon, puestos 116 y 117, y mercat de Santa Catalina, pl. de la Navegació, s/n, puestos 56 y 57. Palma de Mallorca. Tel.: 971 720 637 y 971738085.
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