_
_
_
_

La casa del primer multimillonario negro de Jamaica que inspiró a la población

Devon House, la vivienda de George Stiebel, se convirtió en símbolo de esperanza para los jamaicanos más desfavorecidos y ahora es un vibrante centro cultural y gastronómico

C55549 the Devon house in Kingston Jamaica
C55549 the Devon house in Kingston JamaicaUliana Bazar (Alamy)
Use Lahoz

Al final del documental Who Shot the Sheriff (Quién disparó al she­riff), dedicado a esclarecer el intento de asesinato de Bob Marley en su casa de Kingston, la escritora Laurie Gunst, especialista en la historia de Jamaica, afirma que cuando en Redemption Song Bob Marley canta: “¿Durante cuánto tiempo matarán a nuestros profetas / mientras nosotros nos apartamos y miramos?”, se refiere a la historia de Jamaica. Es un lamento por el pasado y una especie de esperanza por el futuro. No le falta razón. Aunque la esclavitud fue abolida en 1834 y Jamaica se independizó en 1962, la población negra siguió en desventaja. Marley es la cara más visible de la lucha por sus derechos, pero antes de él un edificio en Kingston marcó un punto de inflexión: Devon House, la casa del primer multimillonario negro de la isla.

Me recibe la guía Barbara Aunty. Me cuenta que hasta 1881 en que se levanta la casa, la comunidad negra no pensó que podría prosperar. La Devon House devino el símbolo de la esperanza y sigue siendo el centro cultural y gastronómico del “pueblo” negro y un importante punto de encuentro.

La historia de cómo George Stiebel llegó a ser millonario es de novela. Era hijo de una jamaicana y un judío alemán. Abandonó la escuela a los 14 años y fue aprendiz de carpintero. A los 19 participó en la reconstrucción del hotel Ferry Inn. En 1840, con el dinero que le dio su padre, adquirió un barco y comenzó a transportar carga entre América del Norte y América del Sur. Amplió su negocio en las Indias Occidentales. En 1851 se casó con Magdalene Baker, hija de un misionero moravo; tuvieron un hijo y una hija. En 1856, sus barcos fueron destruidos por una tormenta, ¡pero él sobrevivió! y, como había guardado todo su dinero ¡en un cinturón de cuero!, se reinventó como vendedor ambulante en Venezuela. Empezó a comerciar con oro e invirtió en una mina abandonada. Estuvo años picando piedra y un día encontró oro.

En 1873 regresó a Jamaica como millonario negro y encargó al arquitecto Charles P. Lazarus la construcción de la mansión Devon House. El terreno estaba rodeado de casas de ricos ingleses blancos y parece ser que la esposa de Anthony Musgrave, gobernador de Jamaica, mandó construir una calle para evitar ver a la familia negra. Stiebel se dedicó a la filantropía y mejoró las condiciones sociales y económicas de la isla. Contribuyó a la financiación de la Gran Exposición de 1891, destinada a introducir el turismo, y recibió de la reina Victoria la distinción de Compañero de la Orden más Distinguida por sus servicios. Murió a los 75 años. El Gobierno de Jamaica compró la propiedad, que fue declarada monumento nacional en 1990.

Hay porcelana inglesa, espejos venecianos, relojes de mármol francés, lámparas de cristal de Murano, un piano con gramófono, una sala de baile con suelo de madera original… Ante mi asombro, Barbara dice: “Cuando tienes, tienes”. Cuenta que Devon House es un rito de paso para todas las familias negras: “Traemos a los niños. Es una motivación, es una manera de decirles que con perseverancia puedes conseguir lo que te propongas”. Al salir veo que estoy en Hope Road, a pocos números del 56, donde vivía y grababa discos Bob Marley. Me pongo Redemption Song y tarareo: “Emancipaos de la esclavitud mental, nadie salvo nosotros mismos puede liberar nuestras mentes”, y veo las marcas de los disparos en las paredes. Recuerdo a Marley al preguntarle. “Caray, sí que te has vuelto rico”, a lo que responde: “Nada de eso, lo que hago es traer el gueto al centro”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Use Lahoz
Es autor de las novelas 'Los Baldrich', 'La estación perdida', 'Los buenos amigos' o 'Jauja' y del libro de viajes 'París'. Su obra narrativa ha obtenido varios premios. Es profesor en la Universidad Sciences Po de París. Como periodista fue Premio Pica d´Estat 2011. Colabora en El Ojo Crítico de RNE y en EL PAÍS. 'Verso suelto' es su última novela

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_