Allende Nature 2018, un desafío enológico

Se puede elaborar un gran tinto desde los radicales presupuestos naturales? La cuestión se las trae, porque la mayoría de los vinos naturales (sin sulfitos, entre otras cosas) no brillan precisamente por su elevada calidad. Al menos hasta ahora. Pero si hay alguien en el mundo vitivinícola al que le gusten los desafíos enológicos, ese es Miguel Ángel de Gregorio, el visionario de Briones.

Con uvas de la finca Cuestas de Valpierre, y recurriendo a una elaboración tradicional, que incluye la fermentación maloláctica en barrica de roble americano con posterior crianza de cinco meses, consigue un tinto capaz de contentar a los partidarios de esta tipología de vino y satisfacer a los que simplemente desean disfrutar de un gran tinto Rioja, más allá de que esté elaborado cumpliendo a rajatabla el exigente decálogo de los naturalistas. De hecho, es difícil distinguirlo de un tinto roble riojano, salvo en el precio.

Su propuesta aromática se nutre de la habitual frutosidad silvestre y fresca, vestida de la leve y elegante aportación de la madera (especias, tostados, hoja de tabaco), y el complemento directo de las hierbas balsámicas. Tal vez peque de concentración, pero se afirma en la boca con suavidad, apoyando el potente sabor en su noble frutosidad.