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África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado

Ojos nuevos para mirar a África

El informe ´África 2020. Transformaciones, movilizaciones y continuidad´, de la Fundación Alternativas, ofrece herramientas para navegar por la actualidad del continente, profundizar en lo que es en su conjunto e ir más allá de la dicotomía Norte-Sur con la que clásicamente se aborda lo africano en España

Un hombre pasea junto a un graffiti con el poseedor del récord mundial de maratón de Kenia Eliud Kipchoge en una avenida en el centro de Nairobi, Kenia.
Un hombre pasea junto a un graffiti con el poseedor del récord mundial de maratón de Kenia Eliud Kipchoge en una avenida en el centro de Nairobi, Kenia. Baz Ratner (REUTERS)

La covid-19 y sus impactos, tanto inmediatos como la incertidumbre que genera, condicionan todo lo que nos rodea. La mirada que se pueda tener sobre África en este momento no se libra de ello. Y cuando se habla de este continente, también desde el punto de vista de la pandemia, siempre se tiende a ser excesivamente optimistas o excesivamente catastrofistas, por eso hace falta una perspectiva más global que ayude a comprender cómo la pandemia afectará a tantos aspectos de África. Pero este fenómeno, por muy actual que sea, no puede monopolizar cualquier estudio sobre esa región del mundo. Esta es la clave se desprende de la lectura del informe de la Fundación Alternativas: África 2020. Transformaciones, movilizaciones y continuidad, coordinado por Itxaso Domínguez de Olazábal y Elsa Aimé González, que fue presentado el 9 de septiembre. Se trata de un documento que, siguiendo los pasos del primer informe África 2019, tiene como objetivo “profundizar en el enfoque del continente en su conjunto. Una perspectiva cada vez más frecuente y aceptada, sin en ningún momento pretender olvidar las realidades específicas de sus diferentes regiones, diáspora incluida”, dice es sus conclusiones.

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Un segundo objetivo del mismo es ir más allá de la dicotomía Norte-Sur con la que clásicamente se aborda el continente africano en España y en la política exterior española. Para ello traspasa el ámbito de lo puramente geopolítico y se suma, afirma De Olazábal, a “la línea, comenzada hace años por Planeta Futuro y que también siguen muchos investigadores y académicos, sobre cómo no hay que ver África”. De ahí que ofrezca al lector la posibilidad de acercarse a “temas que normalmente no tienen tanta cabida en este tipo de informes y que justamente buscan contribuir a desarrollar otra mirada al continente”, explica Aimé. Como ejemplo de esta innovación cabe destacar capítulos en los que se trata de Los desafíos de las comunidades africanas y africano-descendientes en España, escrito por Antumi Toasijé; Activismos feministas en África. Tendencias y estrategias de los nuevos movimientos, de Celia Murias Morcillo o Resistencias políticas en África a través del arte. Una vía de expresión del activismo social actual, por Sebastián Ruiz-Cabrera.

La influencia de Europa ha disminuido en África

Tres son los ejes sobre los que se articula el informe:

1.- La reconfiguración de las relaciones tanto intracontinentales como del continente africano con la Unión Europea, con capítulos tan interesantes como: Las relaciones Magreb-África: nuevos desafíos e interdependencias, escrito por Laurence Thieux y Miguel Hernando de Larramendi; Las relaciones económicas UE-África en la era pos-Cotonú, de Artur Colom Jaén o Las múltiples estrategias de Europa hacia el sur, por Youssef Cherif. Puntos en los que se puede comprobar cómo la influencia europea, tan fuerte hace 20 años, ha disminuido en la actualidad en el continente africano por la entrada de nuevos actores internacionales, además, de por las políticas más africanistas de los países del norte del continente. En segundo lugar, por la disminución de los intereses de liberalización económica y globalización que imponía Europa, sustituidos en la actualidad por una agenda económica que tiene más que ver con la integración continental, la transformación, la industrialización y el desarrollo, de lo que es buen ejemplo el Acuerdo de Libre comercio (AfCFT), que es una pieza clave del a Agenda 2063 de la Unión Africana. Y finalmente, porque en los últimos 20 años, el empoderamiento de los Estados africanos ha conseguido que la idea de cómo desarrollar el continente proceda del interior de este y no tanto de fuera.

2.- La movilización social, punto en el que destacan, como hemos señalado anteriormente, escritos sobre movimientos de mujeres o la relación arte y activismo: artivismo. Es importante constatar que después de seis décadas desde las independencias, las reivindicaciones de los movimientos sociales a través del artivismo continúan y como las redes sociales las amplifican. Esto lleva aparejado que la represión del Estado sea también una realidad a la que se enfrentan los artivistas: músicos, artistas plásticos… como explica Sebastian Ruiz-Cabrera en su artículo. O como “los feminismos africanos cuentan con una robusta genealogía que les ha permitido sustentar las demandas por equidad de género y contra las violencias contra las mujeres en sus propios términos, y de acuerdo con las prioridades de sus contextos socioculturales”, dice Celia Murias Morcillo

3.- El tercer eje es la dimensión de la conflictividad tanto a través de estudios de casos específicos como los de la República Centroafricana y el Sáhara Occidental, que abordan Irene Fernández-Molina y Enrica Picco al mismo tiempo que intentan arrojar luz sobre el concepto de 'conflicto olvidado'. O los vínculos ente el cambio climático y la conflictividad en el continente, apartado en el que Alfonso Sánchez Carrasco y María Ángeles Alaminos Hervás desarman algunos errores muy comunes y propagados sobre esta materia.

El informe contiene un enfoque holístico y muy innovador que permite acercarse a la realidad de África con ojos nuevos

Este es el segundo informe sobre África que presenta la Fundación Alternativas. Estaba previsto que se publicase el 25 de mayo, coincidiendo con el Día de África, pero a causa de la pandemia no pudo ser. Eso ha permitido a los autores, en la medida de sus posibilidades, hacer un esfuerzo para intentar incorporar algunas menciones a la covid-19 y a los impactos que pueda tener en los temas que tratan. La intención de la organización es seguir publicando este tipo de documentos todos los años.

Como se puede apreciar, el informe contiene un enfoque holístico y muy innovador que permite acercarse a la realidad de África con ojos nuevos, libres de estereotipos y clichés. Todo lo cual ayuda a una mejor compresión del presente de ese continente.

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