Las miles de langostas que atravesaron el Mar Rojo para atormentar a África
Los enjambres que penetraron en Kenia, Somalia y Etiopía en enero desde la Península Arábiga están en plena reproducción y amenazan a una población que ya de por sí se encuentra en riesgo de malnutrición
“¿Hasta cuándo? Primero la sequía, luego las inundaciones y ahora las langostas”. Francesco Rigamonti vive en Kenia desde hace cuatro años, es coordinador regional de Oxfam y así define las conversaciones que desde hace dos meses escucha a su alrededor. “Se está viviendo como una especie de plaga bíblica”, añade en una conversación por Skype. Un impactante brote de langostas del desierto asola al Cuerno de África desde finales del año pasado. Aunque ya ha afectado a 11 países del continente, su intensidad es mucho más elevada en tres de ellos, Kenia, Somalia y Etiopía,
Más info: Cazar plagas desde el cielo hasta las alcantarillas
Tras la última dana que asoló parte de la región de Murcia y Alicante un helicóptero sobrevoló las zonas inundadas arrojando litros de insecticida. En él iba parte del equipo de Lokímica, unos laboratorios que se encargan de la erradicación de animales transmisores de enfermedades en buena parte de España. El objetivo era aniquilar a todas las larvas de mosquitos que habían encontrado en las grandes masas de agua de la huerta su nido perfecto. Esta es una de las misiones del entomólogo Rubén Bueno... SEGUIR LEYENDO
La Agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) define el escenario como “extremadamente alarmante”. Después de una primera oleada se ha detectado una cría generalizada en los últimos días, lo que significa que se está formando una segunda gran invasión justo cuando se acerca el inicio de la temporada de cultivos. El problema nació, paradójicamente, en una de las zonas más inhóspitas del planeta: el desierto de Rub al-Jali, en la península arábiga. En ese territorio completamente deshabitado estos insectos se reproducen libremente. En nueve meses nacieron tres generaciones, lo que provocó que el número de ejemplares fuera 8.000 veces por encima de lo normal. Después saltaron sobre el Mar Rojo y el Golfo de Adén hasta el Cuerno de África, donde los abundantes ciclones hicieron el caldo de cultivo perfecto para aumentar la reproducción.
“Si no se contiene ahora, estaremos hablando de una amenaza sin precedentes para la seguridad alimentaria y los medios de vida”, asegura Keith Cressman, investigador principal de la FAO, que monitoriza estos brotes desde hace décadas. “Los esfuerzos de control se han intensificado, pero no lo suficiente. La langosta del desierto es la plaga migratoria más destructiva del mundo. Se reproduce a un ritmo rápido y puede haber hasta 80 millones de animales adultos en cada kilómetro cuadrado de un enjambre”, añade.
En la actualidad, la FAO trabaja sobre el terreno en colaboración con los Gobiernos en las operaciones de vigilancia y control que incluyen la fumigación terrestre y aérea. La escala de la respuesta está creciendo, pero no es suficiente y el brote podría convertirse en plaga si no se ataja. “Hace falta más ayuda, hemos pedido contribuciones por valor de 138 millones de dólares, pero hasta ahora solo se han recibido o prometido 69 millones”, explica Cressman.
“La gente se hace muchas preguntas. Desde cómo se puede combatir esta situación, hasta si las langostas pueden llegar a atacar a los humanos. Otros se cuestionan si se pueden comer y en enero teníamos miedo de que llegaran incluso a las ciudades”, añade Rigamonti desde Nairobi. Las administraciones locales también cumplen su papel y están actuando en dos líneas: por un lado, pedir a la población que informe lo antes posible si ven enjambres; por otro, inyectar crédito rápido según el criterio de mayor vulnerabilidad.
De momento, cientos de miles de hectáreas, incluidas tierras de cultivo y pastos, ya se han visto afectadas. Inhibir otra ronda de reproducción es clave para evitar un desastre que ya tiene una consecuencia clara: aumento del hambre en una región que presenta de por sí niveles altos de escasez. Solo en Etiopía, Kenia y Somalia hay 12 millones de personas con inseguridad alimentaria aguda (es decir no estar seguros de si tendrán qué comer hoy); si a ello se suma Sudán del Sur, Tanzania y Uganda, por donde los enjambres de langostas del desierto ya pasaron y podrían volver, la cifra de individuos en riesgo se eleva a más de 20 millones.
Muchos de ellos son menores de cinco años, una población en el punto de mira. “Por ahora es pronto para calcular el impacto en la malnutrición de los niños en riesgo. Ahora mismo estamos coordinados con otras organizaciones para informar a las comunidades de lo que tienen que hacer y asegurarnos de que, en un momento dado, las familias tengan acceso a las provisiones”, especifica Priscilla Ofori-Amanfo, especialista en emergencias de Unicef, desde Nairobi.
El mayor brote de langostas
El brote se inició en 2019 en el desierto de Rub al-Jali, en la península Arábiga, una de las zonas más inhóspitas del mundo.
Saltaron sobre el mar Rojo y el golfo de Adén hasta el Cuerno de África. Kenia, Etiopía y Somalia son los países más afectados por ahora.
Enjambres
Bandadas
Grupos
Adultos
Larvas
1.000 Km
Calma: no amenaza a los cultivos
Precaución: potencial amenaza a los cultivos
Amenaza: amenaza a los cultivos
En Uganda y Tanzania temen que las nuevas crías nazcan justo en el periodo de cosechas, a finales de marzo. Sudán del Sur se sumó recientemente a la lista.
También preocupan Irán, Pakistán, Arabia Saudí y Yemen.
Fuente: FAO
EL PAÍS
El mayor brote de langostas
El brote se inició en 2019 en el desierto de Rub al-Jali, en la península Arábiga, una de las zonas más inhóspitas del mundo.
Saltaron sobre el mar Rojo y el golfo de Adén hasta el Cuerno de África. Kenia, Etiopía y Somalia son los países más afectados por ahora.
Pakistán
Irak
Irán
Arabia
Saudí
Argelia
Libia
Egipto
India
Sudán
Yemen
Etiopía
Somalia
Uganda
Enjambres
Bandadas
Grupos
Adultos
Larvas
Kenia
Tanzania
1.000 Km
Calma: no amenaza a los cultivos
Precaución: potencial amenaza a los cultivos
Amenaza: amenaza a los cultivos
En Uganda y Tanzania temen que las nuevas crías nazcan justo en el periodo de cosechas, a finales de marzo. Sudán del Sur se sumó recientemente a la lista. También preocupan Irán, Pakistán, Arabia Saudí y Yemen.
Fuente: FAO
EL PAÍS
El mayor brote de langostas
Enjambres
Bandadas
Grupos
Adultos
Larvas
Calma: no amenaza a los cultivos
El brote se inició en 2019 en el desierto de Rub al-Jali, en la península Arábiga, una de las zonas más inhóspitas del mundo.
Saltaron sobre el mar Rojo y el golfo de Adén hasta el Cuerno de África. Kenia, Etiopía y Somalia son los países más afectados por ahora.
Precaución: potencial amenaza a los cultivos
Amenaza: amenaza a los cultivos
Pakistán
Afganistán
Marruecos
Irak
Irán
Argelia
Arabia
Saudí
Libia
Sáhara
Occidental
Egipto
EAU
India
Omán
Mauritania
Malí
Niger
Sudán
Chad
Yemen
Senegal
Eritrea
Yibuti
Etiopía
Sudán
del Sur
Somalia
Uganda
En Uganda y Tanzania temen que las nuevas crías nazcan justo en el periodo de cosechas, a finales de marzo.
Sudán del Sur se sumó recientemente a la lista.
También preocupan Irán, Pakistán, Arabia Saudí y Yemen.
Esta situación representa una amenaza sin precedentes para la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia.
Kenia
Tanzania
1.000 Km
Fuente: FAO
EL PAÍS
El caos puede provocar el aumento de los precios de los alimentos. “Lo hemos observado en brotes anteriores”, apunta al teléfono Paula San Pedro, responsable de cambio climático de Oxfam. “Hay estimaciones de que la inflación podría llegar en algunos de los países afectados hasta el 75% y se calcula que el PIB puede caer entre el 1 y el 2% de media en estas naciones”, añade.
El hecho de que haya zonas controladas por grupos armados complica la situación. “En países como Somalilandia, Somalia o Sudán, por ejemplo, esto supone un gran riesgo para la seguridad, por lo que nos dedicamos a mapear por dónde se van moviendo los paramilitares y, cuando vemos que se han desplazado, accedemos para ayudar a la población local”, detalla San Pedro. En el área se mueven milicias como Al Shabab, que controlan zonas de Somalia y Kenia.
Si los pastores no encuentran alimento para su ganado, van a desplazarse de sus zonas habituales, algo que también puede ser un detonante de conflictividad social, como se ha visto en el pasado. “Como las áreas no están delimitadas, puede ser un foco de violencia”, augura la experta de Oxfam. La situación también daña especialmente la frágil salud de las mujeres y niñas. “Ellas son las que van a buscar el agua, se encargan de la comida y también las primeras que se quedan sin su ración si hay escasez. Son el último eslabón de la cadena”, recalca San Pedro.
En Kenia, las cifras preliminares de una evaluación rápida realizada en enero indican una pérdida de entre el 20 y el 30% de los pastizales. Allí se ha constatado una reproducción generalizada de enjambres en los condados del norte y centro del país, y ya se pueden ver grupos de langostas aún inmaduras. A ellos se puede sumar en breve una oleada de adultos también en crecimiento procedente de Somalia. Se cree que las regiones más afectadas serán Marsabit y Turkana.
La gente se hace muchas preguntas. Desde cómo se puede combatir esta situación, hasta si las langostas pueden llegar a atacar a los humanos. Otros se cuestionan si se pueden comer
En Etiopía es la zona suroeste, incluido el Valle del Rift, donde se están reproduciendo. En el sur del país hay enjambres inmaduros y se esperan movimientos transfronterizos desde áreas adyacentes en Somalia y Kenia. Las operaciones de fumigación se llevan a cabo desde enero.
Finalmente, en Somalia, donde los daños se elevan hasta el 100% de los cultivos de maduración tardía, se han visto grandes enjambres entre Berbera y Burao así como grupos de adultos jóvenes cerca de Garowe. En la costa noroeste del país continúa la puesta de huevos.
Además de África oriental, el brote procedente del desierto de Rub al-Jali en Arabia Saudí que se benefició de la anómala intensidad de ciclones formados en el Océano Índico en los últimos dos años y, por tanto, de la humedad generada por las inusuales lluvias torrenciales, se ha desplazado hacia Irán, Irak, Pakistán y Afganistán. Para Cressman, sin embargo, la situación más alarmante sigue siendo la de Kenia, Etiopía y Somalia. Los otros países afectados son Eritrea, Yibuti, Sudán, Sudán del Sur, Uganda, Tanzania, Egipto y la República Democrática del Congo, aunque estos dos últimos en mucha menor medida.
No todo está perdido. Se están aplicando lecciones aprendidas de crisis pasadas, como la hambruna en el Sahel de 2003. Así lo describe San Pedro, de Oxfam: “Ahora se sabe con certeza qué insecticidas aplicar, cómo hay que sobrevolar las zonas afectadas y las necesidades de las comunidades. Se ha comenzado a repartir semillas a los que seguramente perderán esta cosecha”. Habrá que comprobar si todos los esfuerzos logran frenar la devastación.
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