Cazar plagas desde el cielo hasta las alcantarillas
El entomólogo Rubén Bueno lleva años dedicado al control de especies que transmiten enfermedades. Asegura que la erradicación ya no es un objetivo, solo se puede aspirar a la supervisión
Tras la dana que asoló parte de la región de Murcia y Alicante en septiembre un helicóptero sobrevoló las zonas inundadas arrojando litros de insecticida. En él iba parte del equipo de Lokímica, unos laboratorios que se encargan de la erradicación de animales transmisores de enfermedades en buena parte de España. El objetivo era aniquilar a todas las larvas de mosquitos que habían encontrado en las grandes masas de agua de la huerta su nido perfecto. Esta es una de las misiones del entomólogo Rubén Bueno.
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Este especialista en control de plagas asegura que por ahora Europa no debe temer por algo tan impactante como lo que ha sucedido en África con las langostas, donde miles de estos insectos han invadido literalmente los campos y las cosechas. Una situación provocada, en parte, por unas condiciones climáticas extremas en la región este del continente, que ha ido de la sequía a las lluvias torrenciales. Pero recalca que la amenaza puede ser tan peligrosa como silenciosa. “Puede que lo nuestro no tenga tanto impacto visual, pero desde hace años los mosquitos que provocan enfermedades típicamente tropicales han llegado para quedarse”, apunta al teléfono. El mosquito tigre, transmisor de enfermedades como el dengue por ejemplo, se detectó en España en 2004. “La eliminación de estas especies invasoras ya no es un objetivo, solo podemos aspirar a su control”, asegura.
Bueno se interesó por el estudio de plagas en la facultad, porque se dio cuenta de que había un gran vacío en el control de vectores de enfermedades. “Prácticamente no había recogida de datos en España, así que nos exponíamos a grandes riesgos. Ahora hay muchos especialistas que nos dedicamos a esto y hay mucha formación y actualización. Pero toda esta información hay que llevarla a la gestión. De nada sirve recopilar datos si luego estamos otros 15 años sin hacer nada”, puntualiza.
Con el brote africano, que afecta principalmente a Kenia, Somalia y Etiopía, surgen las dudas sobre si algo así podría llegarse a producir en latitudes más al norte. “Hoy en día sería complicado que sucediese aquí lo mismo que en los países africanos con la langosta. No hay superficies tan vastas y despobladas donde puedan reproducirse tan rápido”, responde el especialista. No obstante, el cambio climático, causante en parte de la crisis que atraviesa el este de África con los insectos, va a acentuar este tipo de fenómenos. “Aquí tenemos que estar todos coordinados y transmitirnos la información al momento, cuando llega en enfermo al médico dar aviso a los epidemiólogos y también a nosotros para que controlemos al vector que ha transmitido la enfermedad antes de que pueda expandirse más”, detalla.
Además de los mosquitos, la otra gran amenaza vive en el subsuelo, Miles de ratas a las que las alcantarillas de las ciudades acogen con todo lo que necesitan: ausencia de depredadores, agua y comida en abundancia. Los peligros acechan al mirar arriba y abajo, solo hay que saber cómo controlarlos.
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