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Los astrónomos detectan uno de los estallidos más violentos en la historia de la Vía Láctea

El núcleo de la galaxia presenta abruptos altibajos en la formación de estrellas

Imagen del centro galáctico tomada por el telescopio VLT en Atacama (Chile).
Imagen del centro galáctico tomada por el telescopio VLT en Atacama (Chile).Francisco Nogueras Lara (ESO )

Hace alrededor de 1.000 millones de años hubo un estallido extremadamente violento de formación de estrellas en el centro de la Vía Láctea. Al contrario de lo que los científicos esperaban hasta ahora, la formación de las estrellas en el centro no ha sido continua a lo largo de la vida de la Vía Láctea, sino más bien abrupta y con grandes pausas. El estallido ocurrió tras miles de millones de años de tranquilidad y originó más de 100.000 supernovas. Estas explosiones corresponden al final de la vida de una estrella muy masiva. Los astrónomos pueden, por lo tanto, concluir que hubo un nacimiento muy abundante de astros de todo tipo, entre ellos muchos de gran masa, que tuvieron una corta existencia y acabaron con este tipo de explosiones.

El episodio muestra un ritmo de formación estelar de más de cien masas solares por año, muy superior a la tasa actual de la Vía Láctea, que no supera las dos

El proyecto Galacticnucleus, liderado por Rainer Schödel, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y segundo autor del estudio que se publica este jueves en Nature Astronomy, es el que ha ofrecido tales conclusiones sobre la historia de nuestra galaxia. “Gracias a nuestro catálogo de estrellas tan detallado y los datos recopilados, podemos entender la propia galaxia que habitamos. Este nuevo hallazgo es uno de los mayores resultados y tan solo una piedra de un mosaico para desvelar la historia del universo”, explica el experto.

Una de las grandes metas de los astrónomos, cuando obtuvieron el catálogo el pasado mes de octubre, era entender la formación de aquellas estrellas y han alcanzado su objetivo. El universo tiene más de 13.000 millones de años. El 80% de las estrellas en el centro de la Vía Láctea se formaron desde aquel pasado remoto, entre el nacimiento del universo y hasta hace 8.000 millones de años. El estudio, cuyo autor principal es Francisco Nogueras Lara, investigador del IAA, revela que este periodo de formación inicial fue seguido por unos 6.000 millones de años de descanso durante el cual apenas nacieron estrellas.

Esta etapa que los científicos llaman “estéril” fue interrumpida por un episodio cuyas condiciones son comparables a las de las galaxias starbust (estallidos de estrellas) que muestran un ritmo de más de cien masas solares por año, muy superior a la tasa actual de la Vía Láctea, que no supera las dos. “Fue uno de los momentos más violentos de la historia de la galaxia. Normalmente, cada 100 años, hay una explosión de una supernova en toda la galaxia. En este caso la misma energía se liberó solo en el núcleo, es decir, en una décima parte”, asevera Schödel. En ese tipo de fenómenos, las estrellas que nacen, con una masa combinada de varias decenas de millones de soles, tienen una vida breve y explotan. Queman su combustible y su hidrógeno nuclear demasiado rápido en comparación con las estrellas más pequeñas. 

Los investigadores han estudiado más de tres millones de estrellas cubriendo un área correspondiente a más de 60.000 años luz cuadrados

Los investigadores han estudiado más de tres millones de estrellas cubriendo un área correspondiente a más de 60.000 años luz cuadrados gracias a la cámara infrarroja del telescopio VLT (Very Large Telescope) en el desierto de Atacama (Chile). Una de las hipótesis que proponen para explicar este acontecimiento, que ocurrió hace relativamente poco en términos astronómicos, es que una galaxia enana se haya cruzado en el plano galáctico y por lo tanto perturbado el sistema. “Pero es difícil saberlo. Por ahora solo podemos hacer especulaciones”, previene el científico. 

David Galadí Enríquez, astrofísico del Observatorio de Calar Alto (Almería) que ya había seguido la evolución del proyecto cuando consiguieron el catálogo, compara la historia de la astronomía con la de la geología. “Lo que demuestra este estudio es que, en los dos casos, es cuestión de combinación entre gradualismo y catastrofismo. La historia se basa en una continuidad [formación de estrellas en el disco galáctico de manera sostenible] perturbada por episodios brutales sorprendentes como este, con picos de actividad impresionantes”, concluye.

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