Si el dinero compra o no la felicidad es una de las grandes preguntas que solemos hacernos. Bill Gates, fundador de Microsoft y uno de los hombres más ricos del mundo, dijo hace unos meses que, en su caso, la fortuna sí le había hecho más feliz. "No tengo que pensar en lo que cuesta la salud o la universidad. Estar libre de las preocupaciones financieras es una verdadera bendición", dijo el magnate, según recogieron medios como la CNBC, aunque reconoce que tampoco es necesario tener miles de millones.
En esta misma línea, como contamos en BUENAVIDA, la renta per cápita de un país está relacionada con el nivel de felicidad de sus ciudadanos. Algo que se ve, sobre todo, en los países en vías de desarrollo: cuanto más aumenta su riqueza, más crece el nivel de felicidad de su población. Y la razón es sencilla, cuando las personas con menor capacidad económica ven aumentar sus ingresos, también ven cómo disminuyen sus preocupaciones.
Sin embargo, distintos estudios han apuntado que si bien es importante tener una economía solvente, hay otras cosas que nos hacen más felices que el dinero. Repasamos lo que dice la ciencia al respecto.