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Cinco mitos de la protección solar que debemos erradicar

¿Sabes con cuánta antelación debemos ponernos el protector solar o si hay que tener uno para el pelo?

El pasado 30 de mayo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pidió la retirada de dos cremas protectoras solares para niños —Isdin Fotoprotector Pediatrics Transparent Spray SPF 50+ y Babaria Infantil Spray Protector SPF 50+— debido a que, según los resultados de un estudio realizado por la OCU, su factor de protección no es de 50, sino de 15 y 30, respectivamente. Fuentes de la marca Isdin aseguran que la organización no les ha facilitado el estudio, por lo que niegan la veracidad de sus resultados. Con la polémica servida (a la espera de que el Ministerio de Sanidad se manifieste) y un caluroso verano por delante, desde BUENAVIDA hemos querido repasar cómo funcionan los protectores solares y desmontar los cinco mitos más difundidos sobre la fotoprotección. 

Cómo funcionan los protectores solares

Como contamos en BUENAVIDA, el número del factor de protección solar (FSP) no indica que la crema proteja con menor o mayor medida, sino el periodo del tiempo durante el que estaremos protegidos. Para saberlo, debemos multiplicarlo por el tiempo que tarda nuestra piel en quemarse, que suele ser (de media) unos 10 minutos. Entonces, una crema de FPS 30 nos protegerá a lo largo de unos 300 minutos, es decir, 5 horas. Aún conociendo el tiempo, debemos tender a estimarlo a la baja, ya que hay factores –como la hora o el lugar en el que estemos– que disminuyen su efectividad.

La mayor parte de nosotros actuamos de forma inconsciente ante los riesgos que supone la exposición al sol para nuestra salud: el 94% de la población solo se protege cuando está de vacaciones (en la playa o en la montaña), pero no cuando realiza actividades al aire libre. "Todo el mundo tiene que tomar medidas y la crema solo es una de ellas", asegura Agustín Buendía, coordinador de la Campaña Euromelanoma de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), quien aclara que, además de untarnos de protector, debemos evitar la exposición al sol cuando más pega (durante las horas del mediodía), mantenernos hidratados, cubrirnos con ropa e incluso usar un sombrero para proteger la cabeza. Porque, lejos de lo que podamos pensar, ese tono que cogemos en verano no es tan saludable como parece. Desmontamos este y otros mitos sobre el sol.

"Estar bronceado es sano"

"El bronceado no es sinónimo de salud y no debería serlo de belleza, como la talla 36 tampoco debería ser sinónimo de belleza", afirma el experto, quien explica que el bronceado "es un mecanismo de defensa de la piel ante la radiación ultravioleta, que es una agresión externa". Buendía aclara que una cosa es tener un ligero tono y otra muy distinta ir a la playa con la intención de ponernos morenos: "La quemadura es un factor de riesgo importantísimo para el desarrollo del cáncer de piel, cuya incidencia es tan alta por los estilos de vida que nos llevan a exponernos durante mucho tiempo".

"Es necesario ponerse moreno para sintetizar vitamina D"

"Es falso", responde rotundamente Buendía. Aunque es cierto que la síntesis de vitamina D se obtiene a través de la exposición al sol, "hay un momento en el que ya no se estimula más", aclara el experto. Precisamente por esto, no es necesario pasarse horas al sol para que nuestro cuerpo obtenga los beneficios de este compuesto. "En países como España solo con tomar el sol 10 minutos al día, tres días a la semana es suficiente", añade.

"Hay que ponerse la crema media hora antes de llegar a la playa"

Este mito va ligado a la idea de que el protector solar tarda en torno a 30 minutos en hacer efecto. Algo que desde la AEDV se encargaron de desmentir el pasado verano. Como informamos en BUENAVIDA, la Asociación emitió un comunicado en el que aseguraba que "la absorción de la radiación ultravioleta de la crema protectora es efectiva desde el momento de la aplicación, aunque no se estabiliza hasta el minuto 10". A pesar de esto, el experto recomienda aplicarla tanto antes de salir como al llegar "para protegernos el tiempo que tardamos en poner la sombrilla y dejar las cosas".

"Si me pongo protector puedo pasar todo el día al sol"

"La fotoprotección es un conjunto de medidas", repite el experto, quien considera un error centrarnos solo en la crema, ya que "no es la única ni la mejor, también están la ropa, la sombra y los sombreros". Por lo tanto, por muy a gusto que estemos cuando nos tumbamos en la arena, en una hamaca de una piscina o sentados en una terraza no debemos olvidar la prudencia y ser conscientes de que el protector no basta: "La finalidad del fotoprotector no es permanecer más tiempo al sol, sino estar mejor protegido durante ese tiempo", sentencia Buendía. Además, las personas con tonos de piel más claros deben extremar las medidas.

"Necesito protección solar para el pelo"

Aunque el experto explica que "el sol puede producir una inflamación que provoque o acelere la caída del pelo", explica que para proteger la cabeza la mejor opción es "un buen sombrero". Esto es, claro, si tenemos pelo. De lo contrario, "hay que usar protector solar para zonas pilosas". Es decir, no vale la misma crema que para el resto del cuerpo, por lo que el experto recomienda fotoprotección en gel.

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