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CARTA BLANCA
Columna
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La paradoja de ser músico en 2018

Se escucha más música que nunca, pero hoy el artista está abandonado a su suerte. Abrirse camino es difícil, pero en este gremio nada es imposible

DEDICARSE A la música hoy, cuando se escucha más música que nunca, es realmente desalentador. Los artistas y creadores han sido abandonados a su suerte y al espejismo de las redes sociales.

Si eres compositor, si cantas, si te apasiona la música y sabes que puedes y tienes cosas que contar, lo tienes realmente difícil.

Tendrás que aprender a tocar un instrumento, componer, prepararte los directos, convencer a un grupo de músicos para que crean en tu aventura y, por supuesto, pagarte la grabación, pero, además:

1. Tendrás que crearte una reputación y una comunidad en Internet dedicándole tiempo y recursos (web, perfiles sociales, etcétera), provocar contenidos e invertir.

2. Solo acabas de empezar. A partir de ahora la frustración, salvo excepciones, se apoderará de ti. Las compañías discográficas son los padres, la televisión y las radiofórmulas te darán la espalda y también la prensa que llega al gran público.

Entonces, ¿qué te queda? ¿Más Internet?

3. Contratar a un freelance para la promoción y a un community que ponga en marcha anuncios en redes sociales. Si estás tieso, puedes matar a publicaciones a tus fieles e invitarlos a tus eventos, que enseguida ellos te invitarán a los suyos.

4. A todo esto, las grandes cadenas de televisión se abalanzan sobre la audiencia en busca de talento en lugar de buscar a alguien con talento que haga un buen programa.

Más información
La noche transfigurada, por Manuel Rivas
Ahora, a escucharla, por Juan José Millás
La voz de mi madre, por Almudena Grandes

5. Mientras tanto nos podemos dar un atracón de música gracias al streaming. El libre acceso a la cultura por el que cobramos entre 0,0006 y 0,010 céntimos. En 2017 ascendieron a 1.560 millones los accesos ilegales a contenidos musicales, el producto más pirateado.

6. Una imagen vale más que mil palabras. Apresurémonos pues a rodar nuestro videoclip con mucho arte y poco dinero. Ninguna cadena lo pondrá a rotar ni lo exhibirá (repito, hay excepciones).

7. ¡Es que ahora los ingresos están en los bolos!

¿En los bares? ¿En los teatros municipales a taquilla? ¿Tocando en la calle? ¿En las salas, pagando un fijo por el sonido y el equipo, 70/30 de la taquilla y “tú traes el público y las copas para nosotros”?

8. ¿Y a quién le va bien entonces?

Al top ten, a los artistas que ya eran mediáticos antes de que cayera la industria, esa a la que tanto hemos criticado y sin la que nunca pasa nada.

9. Qué tiempos aquellos en los que el artista era solo el artista. Ahora tiene que ser artista, discográfica y mánager.

10. ¿Entonces? ¿Renunciamos?

Por supuesto que no. A pesar de todo, os animo a perseguir vuestros sueños. Cread y haced música hacia el éxito de sentir que estáis haciendo lo que deseáis a pesar de la dificultad. Avanzad con dignidad y buscad las almas afines, al fin y al cabo, lo mejor de vivir es vivir y la gente. Y, sobre todo, sed los dueños de vuestra hambre.

¿Una huelga? ¿Un día sin música? Imposible en nuestro gremio, ¿verdad? 

Paco Ortega es productor, compositor y cantante. Su último disco es Canciones sin prisa (Dulcimer Songs / Satélite K).

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