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Luis Miguel para principiantes (y no simpatizantes)

La serie biográfica que atrapó a México es un pase de entrada a la mitología de 'Luismi', un ídolo que muchos no conocían ni querían conocer

Luis Miguel y Diego Boneta durante el rodaje de la serie.
Luis Miguel y Diego Boneta durante el rodaje de la serie.INSTAGRAM

Luis Miguel fue por años el Sol de México. Ídolo de masas, el galán más codiciado, el artista que batió todos los récords. Y después se esfumó. Por años. Generaciones enteras de mexicanos crecieron mucho tiempo después de que sus éxitos coparan las radios del país, ajenas a los escándalos amorosos y sin mucho interés por su turbulenta vida familiar. Y luego vino Netflix.

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Hasta hace poco, los nombres de Luisito Rey, Marcela Basteri, Mariana Yazbek o Issabela Camil no significaban nada para un gran número de no creyentes y no simpatizantes. La serie biográfica que atrapó a México es un pase de entrada a la mitología de Luismi, una figura que muchos eludían hasta que sus canciones llegaban como presagio de que la pista de baile ya se había cerrado y de que la fiesta se había terminado. Antes, la música despertaba la obsesión por el artista. Hoy, los maratones de streaming han desatado el repunte de sus canciones en Spotify.

La primera parte de Luis Miguel, la serie se construye alrededor de un enemigo común: Luisito Rey. La imagen del padre manipulador, cocainómano, macho y explotador es el imán de audiencia para los curiosos. El peso dramático del inicio de la historia cae sobre una interpretación magistral de Óscar Jaenada. "¡Picha, niña, coño!": estás hablando como Luisito Rey y es el primer síntoma de que la serie te ha atrapado.

Después de morder el anzuelo llegan las pinceladas sobre los primeros pasos de Luis Miguel. El mayor intérprete juvenil de Latinoamérica empezó su carrera en lo que se presenta como un bar de mala muerte y después en un pequeño canal de televisión en Ciudad Juárez, siempre de la mano de Luisito Rey. Más tarde, el cantante recibe su primera gran oportunidad cuando se presenta en la boda de la hija de un expresidente de México: Paulina López Portillo. De acuerdo con la serie, esto fue posible por la ambición de su padre y las influencias de Arturo El Negro Durazo, antiguo jefe de la policía de Ciudad de México.

En ese primer tramo, Luis Miguel pierde a Mariana Yazbek, su primer gran amor, en parte por sus propios errores, en parte por el sabotaje de su padre, en parte por el supuesto triángulo amoroso con Alejandro González Iñárritu, hoy ganador de cinco premios Óscar. Quizás no fue una "gran revelación" para los fans más fieles, quizás para algunos es la "confirmación de un rumor", pero al resto —desde los teléfilos hasta los tuiteros— le dio la oportunidad de unirse a una conversación que había estado enterrada en la prensa rosa.

Después vienen detalles sobre otros aspectos de la vida de Luis Miguel que habían sido "normalizados" de cierta forma: la relación con Televisa, la aparición en la película con Lucero, los comerciales de papitas, San Remo, Viña del Mar, el primer Grammy, las novias y las conquistas, la relación con El Burro Van Rankin o Roberto Palazuelos, el ambiente mirrey en los antros de Acapulco. Un pasaje polémico es el accidente en el que conduce ebrio y casi mata a una fan en el quinto capítulo de la serie.

En ese punto se consolidan dos historias claves para la trama: el pleito con su padre por aprovecharse de su carrera al punto de que casi termina en la cárcel y la misteriosa desaparición de su madre. El personaje de Diego Boneta tiene que remar a contracorriente todo lo que queda de la serie: enemistado con Luisito Rey y su tío Tito, apoyado por su sensei Hugo López, lejano de sus hermanos Álex y Sergio, persiguiendo la sombra de Marcela Basteri, con Issabela Camil como su redentora y aliada.

En la recta final aparecen dos temas que siempre han sido parte del imaginario colectivo sobre Luis Miguel en México, aunque sea de oídas. El primero: ¿es mexicano o no? El cantante admite en una rueda de prensa de 1991 que nació en Puerto Rico en 1970, que "se siente" mexicano y que comenzaría los trámites para tener la nacionalidad.

El segundo, que aparece recién en el penúltimo episodio: ¿Es papá de Michelle Salas? (Alerta: spoiler) Al principio, Micky niega una y otra vez que sea su hija: “Ni siquiera sé cómo se llama la niña”. Después, tras la insistencia de Camil y los parecidos físicos, él reconoce que es el padre y que no quiere seguir los pasos de Luis Rey en su familia. Luisito Rey, el Darth Vader de la última sensación de las bioseries de Netflix, muere en España de una enfermedad “demasiado escandalosa” (probablemente, de sida).

"Miénteme como siempre, por favor miénteme, necesito creerte, convénceme". Así la historia de cómo 30 años después todo el mundo volvió a corear la letra de Culpable o no. Pero esta vez no solo eran las fans (que han abarrotado casi 250 veces el Auditorio Nacional), también había por ahí amantes de las series, los que nacieron años después de la muerte de Luisito Rey, los que no se querían quedar fuera de la última moda, los de los placeres culposos y a los que nunca les gustaron (y quizás no les gustan) las canciones de Luis Miguel.

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Sobre la firma

Elías Camhaji
Es reportero en México de EL PAÍS. Se especializa en reportajes en profundidad sobre temas sociales, política internacional y periodismo de investigación. Es licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y es máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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