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Dakar se salvará a sí misma

La aplicación Save Dakar permite a los ciudadanos de la capital senegalesa señalar problemas de interés público y facilitarles una vía para participar en el mantenimiento de su ciudad

Una calle pintada con grafitis en Dakar, Senegal.
Una calle pintada con grafitis en Dakar, Senegal. EyesWideOpen/Getty Images
Carlos Bajo Erro

Un perfil de Twitter comparte compulsivamente fotos de coches circulando de formas imposibles, en dirección contraria o por carriles imaginarios; accidentes de tráfico recurrentes en puntos negros; animales de granja que se adueñan de rotondas; peatones irresponsables jugándose la vida por cruzar una carretera, o vertederos urbanos. Es Dakar, la capital de Senegal. Y la cuenta no tiene voluntad de manchar el nombre de la ciudad; denuncia conductas incívicas para acabar con ellas.

El ritmo de crecimiento de las ciudades africanas dificulta la planificación y coloca la convivencia en una situación muy comprometida. Eso es lo que pensó el joven senegalés Mandione Laye Kebe cuando lanzó la iniciativa Save Dakar, para concienciar a sus habitantes. La próxima parada del proyecto es una aplicación para móviles que otorgue a los ciudadanos todavía más protagonismo en el cuidado de su urbe.

(“En fin, a falta de sanciones ejemplares contra los infractores, estos últimos, animados por la impunidad y la corrupción, ¡hacen lo que les da la gana! Matrícula DK-7798-AC RT, por favor”)

Save Dakar se ha convertido en el canal que se sensibiliza a los habitantes de la capital senegalesa en cuestiones como el civismo o la disciplina. Pero sus perfiles en redes sociales y el hashtag que han ido llenando de contenido poco a poco, sirven también para que los ciudadanos exijan responsabilidad a las autoridades municipales. Una cara de la moneda son los comportamientos de los vecinos, pero la otra son las acciones de los que hacen las normas y las aplican. Junto a la foto de un enorme árbol talado en en una calle de Dakar, el mensaje dice: “¿Qué decir? ¿Qué hacer? ¿Quién da la orden? ¡El pasotismo en nuestro querido país no tiene límites!”.

(“LOS EMPLEADOS DE LA LIMPIEZA LIMPIAN POR NOSOTROS. EVITEMOS ENSUCIAR DESPUÉS. Efectivamente la limpieza es cosa de todos y los gestos, a veces, anodinos, contribuyen a empeorar esa limpieza de nuestras calles y el trabajo realizado en la calle por los empleados de limpieza”)

Un día, Mandione estaba en la plaza de la Independencia de Dakar, en pleno centro de la ciudad. “De pronto me di cuenta de la anarquía que reinaba en las calles, a apenas 200 metros del palacio presidencial”, explica el joven senegalés. “Tengo que reaccionar”, pensó en ese momento. E inmediatamente abrió las cuentas de Save Dakar en Facebook y Twitter, y empezó a compartir fotos.

A pesar de esas informaciones negativas, el proyecto tiene una voluntad constructiva. Por eso, combina las denuncias con imágenes antiguas de la capital, vistas hermosas de la ciudad e iniciativas de vecinos que, efectivamente, están actuando para mejorar el estado de sus barrios. “Pretendemos ser un país emergente, pero para mi un país no puede desarrollarse mientras sus habitantes no sepan qué significan realmente el civismo, la ciudadanía o el patriotismo. En resumen, creo que el desarrollo de Senegal pasará, primero, por que los senegaleses quieran a su patria y se impliquen en sus necesidades”, comenta Mandione.

(“Os deseamos un buen fin de semana. Con alegría y buen humor. El Dakar que queremos”)

En menos de un año, el perfil de Twitter de Save Dakar tiene prácticamente 8.500 seguidores y su página de Facebook es seguida por más de 12.000 usuarios. La etiqueta #SaveDakar se ha hecho habitual y los impulsores del proyecto se han convertido en referentes de la participación ciudadana y la protección del medio ambiente.

“¡Tenemos una bonita ciudad! Pero tenemos tres problemas fundamentales que se extienden: la suciedad, la indisciplina y el incivismo. Si no decimos stop, ¿en qué se convertirá Dakar en 10 años? ¿Qué Dakar dejaremos en herencia a nuestros hijos?”, se pregunta Mandione Laye Kebe, que insiste en el carácter constructivo de la idea: “Ese es el sentido de la app que se está desarrollando: permitir a los ciudadanos señalar los problemas de interés público y estar en contacto con las autoridades municipales”.

¿Y por qué a través de Internet? “Para los senegaleses de a pie es difícil acceder a los medios de comunicación convencionales, mientras que internet es más rápido y más accesible. En las redes sociales están presentes los alumnos y los albañiles, los carpinteros y los estudiantes, los mecánicos o los vendedores ambulantes, gente de todos los sectores”, explica el joven.

(¡Vamos allá! La indisciplina evidente en el tráfico se agrava cada día. Es extraño que pase un día sin detectar un hecho que desprecie el civismo y que aumente el desorden, provocando serias consecuencias”)

El joven emprendedor senegalés pone muy alto el listón de la calidad de vida deseable de la ciudad. “Que Dakar sea una ciudad agradable y en la que sea un placer vivir es perfectamente posible y conseguirlo o no depende solamente de nosotros. Cuando digo nosotros me refiero a la ciudadanía y a las autoridades”, sentencia Mandione. Su referente es claro: “Kigali es un ejemplo a seguir. Es la ciudad más bonita de África, pero además es la tercera ciudad más verde del mundo. Es el orgullo de todo un continente. Y lo menciono sólo para demostrar que si se quiere, se puede”.

La experiencia de Save Dakar ha motivado a emprendedores en otras ciudades. En Senegal ha echado a andar en las redes sociales, mucho más discretamente, una iniciativa similar en Sant Louis. En el resto del continente han tomado nota apasionados de este proyecto en Yamena, la capital chadiana; Kinshasa, en la RD Congo; Bamako, en Mali; y en Uagadugú, en Burkina Faso. Aunque sus lanzamientos han sido muchísimo más tímidos y sus recorridos, prácticamente testimoniales.

Por el momento, la informaciones pasan a través de las redes sociales. Son el espacio de encuentro y el lugar en el que se comparten las denuncias y las reivindicaciones. Facebook lanza consignas sencillas y ejemplos concretos y en Twitter se intercambian los testimonios de malas y buenas prácticas, para censurar y para animar. Todo vale en la construcción de esa comunidad que intenta edificar Save Dakar. Como plataforma de participación ciudadana, ahora mismo, la puesta en marcha de la aplicación móvil es la prioridad. “La aplicación permitirá a los ciudadanos señalar los problemas de interés público que se encuentren en la calle y facilitará una vía para que participen en el mantenimiento de la ciudad”.

La puesta en marcha de esta aplicación supondría un avance en una dinámica de construcción de ciudades inteligentes al margen de las autoridades, es decir, de iniciativas puntuales y particulares que dan soluciones a través de las TIC a los problemas de la vida en la ciudad sin pasar por las administraciones. “El aumento de los servicios móviles está transformando la manera en la que los africanos viven el día a día y su forma de hacer negocios. En Senegal, los teléfonos móviles son cada vez más numerosos y su presencia se va imponiendo. Los consumidores son cada vez más exigentes”, justifica Mandione Laye Kebe. “Ahora mismo, hacer de las ciudades africanas ciudades inteligentes es posible, en mi opinión. Ya podemos encontrar en Dakar bastante jóvenes que han creado aplicaciones interesantes en este sentido. Estoy pensando, por ejemplo, en SunuBus, que es para móviles y colaborativa; sirve para localizar buses y líneas de transporte. En este contexto, pondremos en marcha la aplicación de Save Dakar, para mantener la ciudad en buenas condiciones. ¡África es el futuro!¡Estoy seguro!”, concluye, satisfecho, el joven emprendedor.

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Sobre la firma

Carlos Bajo Erro
Licenciado en Periodismo (UN), máster en Culturas y Desarrollo en África (URV) y realizando un doctorando en Comunicación y Relaciones Internacionales (URLl). Se dedica al periodismo, a la investigación social, a la docencia y a la consultoría en comunicación para organizaciones sociales.

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