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S Chardonnay, 2015, una mirada serena

fotografía de Leandre escorsell Estilismo de Anna Vallès

La relación de los Schatz con el viñedo arranca en Wurtemberg, Alemania, en 1641 y crece, desde 1980, en Ronda. La naturaleza es su aliada.

FEDERICO Schatz, propietario y enólogo, se crio en el viñedo con su abuelo. Su mirada es la del campo y en la charla con él comunica su sentimiento. Finca Sanguijuela es pequeña, pero da a quien la cuida la medida de sus cosas. En ella, el cultivo biodinámico se aplica de forma íntegra y, gracias a ella, la familia vive con sencillez y comodidad. S Chardonnay es el primer vino de Schatz en una paleta cromática, sensorial y acrónima que empieza por esa S y termina en la Z (última letra del apellido). Regala S el rocío del amanecer y la nitidez de la última estrella. Es un margen de campo, dondiegos de noche y jazmines cercanos. Es un cesto de almendras y de nueces cascadas. El murmullo del arroyo sabe a corteza de limón. Membrillo y miel de milflores. Los vinos de Federico transmiten amor por la tierra y apego a un guion que se renueva cada vendimia. Como él. 

F. Schatz, S Chardonnay, 2015

Ficha técnica: DO Sierras de Málaga, 13%. La finca habita las praderas de aluvión de la sierra de la Sanguijuela (Ronda, Málaga). Tres hectáreas en biodinámica ofrecen un hábitat precioso en España (clima, suelo, cultivo) para la chardonnay. Fermenta en inox el mosto y se cría cinco meses en barricas de roble francés. Precio: 20 euros.

Sensaciones: Es Sanguijuela y Grazalema en la copa con la chispa festiva, amable y concentrada del primer otoño.

A través del cristal: Platos y cubiertos de madera de Azul Tierra. Copa degustación de Zalto.

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