Conectar los cultivos para desarrollar las áreas rurales

"Para saber cuánta agua necesita un terreno, los agricultores tienen que ir, verlo, intentar predecir qué tiempo hará... Es mucho trabajo, y mucha incertidumbre", exponía este lunes en Roma Vicente Muñoz, jefe de Internet de las Cosas de Telefónica. "Nosotros queremos aprovechar la tecnología para hacer eso mucho más fácil y ayudar así a las comunidades rurales", añadía.

La multinacional de las comunicaciones y la FAO (la agencia de la ONU para la alimentación y la agricultura) han firmado un acuerdo por el cual ambas colaborarán para extender a los agricultores de países en desarrollo las posibilidades que brindan las redes. "Muchas veces la falta de información compromete las decisiones [de los productores], pero sobre todo impide que las prácticas productivas se modernicen en las áreas rurales", ha señalado el director general de la FAO, José Graziano da Silva.

Un sensor en los campos que mida la humedad, la lluvia y el impacto del sol. Una batería de larga duración. Una red inalámbrica poco costosa que lleve esa información a la nube. Y una plataforma que recoja y procese todos esos datos y los ponga a disposición del agricultor. Es un ejemplo de las posibilidades que presentaba Muñoz y que, según ha dicho, Telefónica ya está aplicando en las zonas de Chile afectadas por sequías crónicas. "Hay agricultores que dicen haber reducido su uso de agua para regadío un 20% desde que tuvieron acceso al sistema", ha asegurado el ejecutivo de la operadora.

“Hay agricultores que dicen haber reducido su uso de agua un 20% desde que tuvieron acceso al sistema”

El camino, han coincidido ambas partes, no ha hecho más que empezar. Primero —una gran preocupación de la FAO— hay que conseguir que las redes la propia conexión— llegue a las áreas más olvidadas. Según Muñoz, cuando las redes conectan cosas (sensores con sensores, sensores y plataformas) tienen que ser distintas que cuando conectan a personas. "Llevan información básica, pero crítica, algo tipo 'Hola, sigo aquí, humedad adecuada, toda va bien". El futuro, ha dicho el directivo español, será la tecnología 5G. "Pero mientras llega, estamos buscando alternativas que funcionan", ha añadido. Entre otras, el uso de globos aerostáticos para llevar Internet a la selva amazónica.

El proyecto chileno, dirigido a aumentar la superficie de riego y tierra cultivable, se ha llevado a cabo en cuatro regiones, con 10 cultivos diferentes, y ha permitido monitorizar la situación del terreno en 17.000 hectáreas. Telefónica trabaja ahora en otros proyectos piloto en Colombia y El Salvador. Y las posibilidades, ha dicho Graziano, van mucho más allá. "La FAO tiene información climática, de mercados y de existencias útil para los agricultores, a quienes se la queremos hacer llegar".

Facilitar el acceso a todos esos datos, o a formación a través de cursos en línea (MOOC) es uno de los objetivos de este acuerdo. "La FAO se acerca cada vez más al sector privado", ha dicho su director general. "Porque necesitamos su ayuda. Sería muy difícil alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible si no contamos con ellos".

"Conectar a las cosas para que hablen entre ellas y luego con nosotros nos permitirá despreocuparnos de algunas rutinas que nos llevaban mucho tiempo, y poder dedicar este a otras más importantes", ha vaticinado Muñoz. Y, según ha defendido, mejorar la productividad de las áreas rurales. Por ejemplo, si el termómetro avisa al regulador de riego de una subida de temperatura, este se podrá adaptar automáticamente. Pero, para el directivo de Telefónica, los avances técnicos no bastan por sí solos. "Incluir a las mujeres, no olvidar a las comunidades marginalizadas... Si no cambiamos de mentalidad las cosas no cambian, aunque la tecnología esté ahí".

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