El círculo de Mario Testino le invita a dar la cara
Perú espera los argumentos del fotógrafo acusado de acoso sexual. El artista es conocido en su país de origen por desarrollar iniciativas filantrópicas y ser promotor de sus artistas
Hasta el pasado fin de semana Mario Testino era un genio, que movía famosos y cifras millonarias con su talento, se relacionaba con las altas esferas del mundo de la moda, el arte y la política —ha estado vinculado con la familia real británica desde que realizó los últimos retratos oficiales de la princesa Diana antes de su muerte en 1997— y podía convertirse en movilizador de proyectos con el simple aval de su prestigio profesional y sus impresionantes contactos. Pero el escenario ha cambiado radicalmente desde que trece modelos y asistentes masculinos han declarado que los sometió a situaciones de abusos sexuales. La familia real británica le ha puesto en hibernación quien sabe si para siempre y su nombre se cae de la lista de candidatos a inmortalizar el próximo enlace de Enrique de Inglaterra con Meghan Markle, y antes ya se había pronunciado la todopoderosa editora de Vogue, Anne Wintour, quien nada más conocerse las graves acusaciones emitió un comunicado para informar de que ninguna de las revistas de la compañía trabajará con Mario Testino ni con Bruce Weber (sobre el que pesan hechos similares) hasta que se aclaren las denuncias que pesan sobre ellos.
En su país de origen, Perú, personas relacionadas con el mundo del arte y amigos del fotógrafo que nació en Lima en 1956, esperan que reaccione, dé la cara personalmente y piden también respeto para víctimas y acusado hasta que todo se aclare.
Una de las más importantes comisarias de Lima, que prefiere que no aparezca su nombre, ha comentado a EL PAÍS: “He sido testigo de los proyectos que ha impulsado y de las ayudas que ha dado a diversos artistas. Las denuncias deben considerarse aparte del Museo MATE [creado por Testino en Lima], que es una institución en sí misma. Toda denuncia de este tipo debe ser tomada con la mayor seriedad y cautela, tanto en relación a las víctimas como al acusado”.
La artista plástica y activista del movimiento Ni Una Menos, Natalia Iguíñiz, también destaca el aporte del fotógrafo a las artes. “Es un gran coleccionista y ha apoyado a muchos artistas peruanos. Como mucha gente en el mundo que reconoce y disfruta su trabajo, estamos noqueados, pero deben escucharse e investigarse los testimonios. La estrategia de sus abogados de desprestigiar a los denunciantes es equivocada. Espero que Testino haga sus descargos y apoye la investigación”, declara.
El actor peruano Jason Day, amigo de Testino, también califica de error la reacción del bufete Lavely & Singer que representa al fotógrafo. “Espero que responda públicamente y no solo declaren sus abogados. Testino realizó un cambio de vida en los últimos tres años y fue un interlocutor de conciencia y sensatez. Desde ahí puede ayudar a imaginar que es posible construir un planeta en el que se pueda alcanzar los sueños más grandes renunciando por completo a la cultura de abuso que ha dominado al mundo. Hablo por mí, que soy un activo promotor de romper el silencio, de poner fin a la vergüenza y a la humillación que provoca ser víctima de alguna forma de abuso, al tiempo que considero a Mario Testino uno de mis amigos más entrañables”, ha manifestado Day. Y añade: “Él ha hecho importantes esfuerzos por empujarnos a artistas peruanos a pensar a lo grande, a romper inercias, a atrevernos a mirar el mundo y sus posibilidades sin sentirnos intimidados por nuestro lugar de origen y nuestras propias taras culturales”.
Nacido en Lima en 1956, Mario Testino, “el fotógrafo vivo más importante de todos los tiempos” —como le han calificado editores de las revistas más importante del mundo— volvió los ojos a su país en 2012 cuando abrió el Museo MATE (acrónimo de su nombre) en la capital peruana. Desde entonces Testino es en Perú un motor de las artes visuales y un filántropo para proyectos de salud y de juego dirigidos a niños en riesgo de pobreza. Emigró a Londres en 1976 y su carrera, según informa el Museo MATE, “despegó creativamente en la década de los años noventa, cuando empezó a inspirarse en sus propias raíces sudamericanas, logrando conferir un brillo y vitalidad a la fotografía de moda que contrastaba radicalmente con la apagada paleta grunge chic de esa época”.
En Perú, su nombre se asocia a los icónicos retratos de lady Di, el compromiso oficial del príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton y cómo no a sus imágenes para publicidades y editoriales de moda de las cabeceras más importantes a nivel internacional y a clientes como Gucci, Burberry, Versace, Michael Kors, Chanel, Estée Lauder o Lancôme.
También ha desarrollado un fuerte relación con Río de Janeiro, ciudad que conoció cuando tenía 17 años y que visitó para asistir a un concierto de la banda Secos e Molhados. Allí vio al cantante del grupo casi desnudo en el escenario y, según él mismo declaró al diario O’Globo en 2014: “Aquello abrió mi cabeza sobre la libertad. La ciudad representa una cierta liberación hacia el cuerpo, que es un elemento clave en mi trabajo”. Uno de sus libros más famosos se llama precisamente MaRio de Janeiro Testino (Taschen) y en su portada aparece una brasileña universal, la supermodelo Gisele Bundchen, a quien descubrió cuando ella tenía 17 años.
Mario Testino es también embajador de Save the Children, presidente en Perú de World Monuments Fund desde 2014 y posee, desde ese mismo año, la orden honorífica del Imperio Británico (OBE) por su contribución a la fotografía y a las obras de caridad.
