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África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado

Fronteras de prejuicios, fronteras terribles

¿Por qué decir que me voy de España a Costa de Marfil provocó un ataque de ansiedad a mi madre, y que mis amigos contaran a sus familiares que se iban a Estados Unidos y a Bélgica causó alegría?

Imagen de Abiyán, capital económica de Costa de Marfil.
Imagen de Abiyán, capital económica de Costa de Marfil. Youtube

Cuando dije a mis familiares, amigos y conocidos que tenía planeado irme a África tres meses parecía que había dicho que me iba a la guerra para lanzarme corriendo a un campo de minas antipersona. Unos amigos míos, sin embargo, tienen pensado irse a países del hemisferio norte, uno a Estados Unidos y otro a Bélgica, y todos sus parientes, amigos y conocidos estuvieron de acuerdo y felices por ellos. Pero, ¿por qué? ¿Por qué decir que me voy de España a Costa de Marfil causó un ataque de ansiedad a mi madre, y decirles los demás a sus familiares que se iban a Estados Unidos y a Bélgica causó alegría?

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¿Es por la violencia? Puede ser. África ha vivido los dos últimos siglos muchos conflictos: invasiones coloniales y neocoloniales, guerras entre los distintos países que la conforman, guerras civiles, conflictos regionales, dictaduras, terrorismo. En concreto, el país que yo quiero visitar, Costa de Marfil, vivió dos guerras civiles al inicio del siglo XXI; la primera desde 2002 hasta 2007 y la segunda entre noviembre de 2010 y febrero de 2011. Y a principios del año pasado, hubo un amotinamiento por parte de los militares que apoyaron al presidente durante la guerra, Alassane Ouattara, reclamándole mejoras salariales, en concreto siete millones de francos CFA.

Pero a mis familiares, amigos y conocidos les digo que la violencia actual de África tiene unos culpables que no viven en África, y dudo que hayan pisado el continente. Viven en el hemisferio norte, en países como Estados Unidos o Bélgica, países desarrollados donde mis otros amigos quieren ir. España tampoco se libra de poseer productores de muerte entre los ciudadanos más privilegiados, y a mis familiares, amigos y conocidos les recuerdo los tratos que nuestro país tiene con Guinea Ecuatorial, bajo la dictadura de Teodoro Obiang Nguema.

¿Es por las enfermedades? Puede ser. En África existen numerosas enfermedades, favorecidas por el clima tropical y los bajos recursos de la población, que les impiden tener acceso a una sanidad básica. En concreto, para viajar a Costa de Marfil obligan vacunarse de la fiebre amarilla y recomiendan vacunarse contra la hepatitis A, la fiebre tifoidea y el cólera, por no hablar de las medidas y prevenciones que debo tomar contra la malaria, una de las enfermedades más mortales del mundo y contra la que no hay una vacuna. Todos mis familiares, amigos y conocidos, y digo todos, me han dicho que mucho cuidado con el VIH, como si esta terrible infección se contagiase por el aire. A mi familia, amigos y conocidos les debo recordar que, en España, debemos de tomar también precauciones contra las enfermedades.

África es pobre porque los mismos que causan las guerras, fomentan las hambrunas y miran para otro lado

Por otro lado, el VIH no ha sido eliminado de nuestro país, por desgracia. Pero, cuando salgo por la noche con mis amigos, o cuando ellos empiezan a tener una relación amorosa con otra persona, no les digo hasta la saciedad “cuidado con el VIH, que te lo pueden contagiar”, porque se enfadarían conmigo, aunque tendría todo el derecho de decirlo. ¿Es que el sida no mata a nadie en España a día de hoy? Aunque el sida y la malaria no tienen cura, las otras enfermedades del país sí la poseen. Si se siguen muriendo personas allí a causa de estas enfermedades se debe a que alguien, o, mejor dicho, algunas personas, que tienen el poder suficiente para acabar con esta situación, no lo hacen, porque no les importan. Y tampoco les importamos nosotros, no nos engañemos.

¿Es por el hambre? Puede ser. Las Naciones Unidas han declarado que países como Sudán del Sur, Nigeria y Somalia, junto con Yemen en Asia, están en riesgo de sufrir una grave hambruna. Pero, ¿cuál es el origen? La cantidad de alimentos que se produce en el mundo es capaz de mantener a toda la población mundial con las calorías necesarias para sobrevivir. Pero la mala distribución, de la que se beneficia Occidente, incluida España, hace que millones de personas, entre los que abundan los niños, se mueran de hambre en África y Asia.

También la guerra, la violencia y el cambio climático afectan y se ceban con esas regiones, impidiendo que se puedan producir los alimentos necesarios para todos. Pero, ¿Costa de Marfil aparece entre los países que la Naciones Unidas han declarado en riesgo de hambruna? La respuesta, querida familia, queridos amigos y queridos conocidos, es que no. Costa de Marfil no está en riesgo de hambruna según las Naciones Unidas. Lo que no quiere decir que no haya personas afectadas por la hambruna. Y España, aunque tampoco esté en la lista de las Naciones Unidas, también tiene a personas que pasan hambre.

¿Es por la pobreza? Puede ser. África es uno de los continentes más ricos del mundo. Y cuando hablo de riqueza no hablo sólo de riqueza económica, de la que, no debemos olvidar, África disfrutaría holgadamente si sus enormes recursos se explotaran en beneficio de todos. África también posee una riqueza natural incomparable con Europa, destacando, en el caso de Costa de Marfil, el Parque Nacional de Comoé, el mayor espacio natural protegido del África Occidental. También posee una riqueza cultural enorme. Volviendo al ejemplo de Costa de Marfil, allí viven 66 etnias distintas, cada una con sus tradiciones, su cultura material e inmaterial y su idioma propio. Desde el punto de vista religioso, en Costa de Marfil, al igual que en otros países de África, se mezclan la religión islámica y la cristiana, principalmente católica, con las religiones tradicionales de los distintos pueblos.

La violencia actual de África tiene unos culpables que no viven en África, y dudo que hayan pisado el continente. Viven en el hemisferio norte

Pero, aun así, África es pobre. Vivo en Cádiz, una de las ciudades con más paro del país. Uno anda por la calle y puede ver los estragos que la miseria ha causado en una de las ciudades más hermosas de España. Pero sólo África es pobre. Querida familia, queridos amigos y queridos conocidos, África es pobre porque los mismos que causan las guerras, fomentan las hambrunas y miran para otro lado ante la posibilidad de acabar con las muertes por enfermedades con vacunas, quieren esa pobreza. Y están haciendo exactamente lo mismo en España, sólo que no nos damos cuentas. O no queremos verlo. La pobreza es la base sobre la que ellos levantan su trono. Y son ellos a los que realmente tengo miedo.

La realidad, querida familia, queridos amigos y queridos conocidos, es que el único problema que tenéis con África es que vivís al otro lado de la frontera. Y no es una frontera física, es una frontera peor, levantada con prejuicios, con clasismo y ciertos toques de racismo. Y son estas fronteras las más peligrosas y difíciles de destruir, porque sus cimientos se hunden en los oscuros fosos de nuestra mente, aquellos que nos impiden actuar todos juntos para acabar con los problemas que afligen a la raza humana.

Yo no voy a ir un hotel de cinco estrellas donde se muestra una pseudorrealidad del país, ni voy para hacer negocios, muchos de los cuales son culpables de que muchas personas sufran problemas ligados a la explotación masiva de las plantaciones, la deforestación o la expulsión de sus tierras. Yo voy a Costa de Marfil para aprender. Voy a conocer la cultura del país, a conocer a sus gentes, acercarme un poco a sus vidas. Pero, sobre todo, voy a destruir de una vez por toda esa frontera de prejuicios, ese terrible muro que nos atraviesa el cerebro y nos ciega la mirada. Destruirlo, desde la cima hasta los cimientos, hacerlo añicos, tapar el foso del que procede con tierra fértil y plantar allí las flores de la cultura.

José Antonio Leal es graduado en Historia por la Universidad de Cádiz y Máster en Profesorado de Secundaria.

El blog África No es Un País no se hace responsable ni comparte siempre las opiniones de los autores.

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