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Se buscan creadores para series de culto ‘made in Spain’

Javier Salas
Elsa Fernández-Santos

Las series han conquistado el globo y cambiado para siempre la forma en que consumimos televisión: sin horarios, a la carta y a través de banda ancha. Los creadores españoles se suman ahora a este ‘clan de la fibra’ de la mano de Movistar+. Un grupo de talentos curtidos en el cine ultima una hornada sin precedentes de ficción española por capítulos.

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El clan de la fibra

Por muchos libros y artículos que se publiquen sobre el asunto, la fuerza del vínculo entre las series y los espectadores sigue resultando un misterio. Los nuevos hábitos de consumo audiovisual sumados a la excelencia y libertad que en los últimos tiempos rodean al género son parte importante de las razones de esta nueva emoción globalizada. Es ahí, entre lo evidente y el enigma, donde un grupo de creadores españoles lleva meses trabajando para ofrecer un banquete inédito de historias estructuradas en capítulos y temporadas. La apuesta forma parte de la estrategia de ficción de Movistar+, que, abiertamente ambiciosa, pone acento local a un fenómeno que barre fronteras. Como se afirmaba en un amplio reportaje de la revista especializada Variety, se trata de “la vanguardia de lo que parece ser un renacimiento de la televisión española”.

Siguiendo la estela internacional de sus competidoras más directas, HBO, Netflix o Amazon Prime Video, la plataforma española ha empezado a construir su catálogo de ficción, que en los próximos meses llegará en forma de géneros híbridos. Viajaremos del Madrid de Ava Gardner a la Sevilla del siglo XVI, de una Asturias herida por una explosión a la grieta de una familia criminal curtida en el submundo del Rastro madrileño. Descubriremos el primer anime español, protagonizado por un youtuber de fama estelar; la torpe vida de un pretencioso fotógrafo de bodas y bautizos con veleidades artísticas, el embrollo de un hombre empeñado en buscar al amor de un día y también los quebraderos de cabeza de dos padres: uno famoso, primerizo y en apuros, y otro intenso y disfuncional, obsesionado con controlar a los suyos.

Los guionistas

Valentina Viso, guionista de películas como María (y los demás) y habitual colaboradora de la realizadora Mar Coll, firma junto a Diego Vega la historia que ha dado origen a la miniserie tragicómica Matar al padre.

Detrás de cada historia, como advierte Domingo Corral, director de ficción original en Movistar+, hay un exigente trabajo de escritura que obedece a las reglas que han marcado series ya históricas (entre sus favoritas, Los Soprano, Mad Men y The Wire) en las que el creador o creadores, conocidos en la jerga como showrunners, son a menudo los guionistas por encima de los directores. “Es una de las grandes aportaciones de la televisión en EE UU: la importancia del guionista, que generalmente no tiene ningún interés en dirigir la serie. Ahora el guionista es el autor, un cambio fundamental. Aquí la figura del director y el guionista suele coincidir. Sea como sea, en casi todos los casos, hasta que no está leída la última palabra del último guion no damos el sí definitivo a ningún proyecto”, asegura Corral.

En los últimos meses, a las oficinas de Movistar+ han llegado 700 proyectos, de los que 30 están en desarrollo. En una industria tocada por la crisis, la puesta en marcha de producciones se vive como un balón de oxígeno para artistas y técnicos. De momento ya están en fase de preproducción, rodaje, posproducción o emisión los proyectos de Cesc Gay (Félix), Enrique Urbizu (Gigantes), Paco León y Anna Rodríguez (Arde Madrid), Juan Cavestany y Álvaro Fernández-Armero (Vergüenza), Berto Romero (Mira lo que has hecho), Alberto Rodríguez y Rafael Cobos (La peste), Mar Coll y Valentina Viso (Matar al padre), El Rubius (Virtual Hero) o los hermanos Jorge y Alberto Sánchez-Cabezudo (La zona). Son la avanzadilla.

Ava Gardner en España

Arde Madrid es el título que la guionista Anna Rodríguez y su pareja, el actor y realizador Paco León, le han dado a su historia sobre el Madrid de Ava Gardner. Una comedia que pretende retratar una época de España, la de los sesenta, desde el punto de vista de la estrella de Hollywood.

La coincidencia de esta primera hornada incluso ha obligado a replantear rodajes por la súbita demanda de técnicos. Y no solo. También se han tenido que desdoblar algunas caras conocidas. El caso más llamativo, el del sevillano Paco León, actor en La peste y director y protagonista de Arde Madrid. Escrita por su mujer, Anna Rodríguez, definen su ficción como una incursión castiza en la “alta comedia”. Situada en Madrid en el año 1961, el relato se detiene en el momento en que la actriz de Hollywood Ava Gardner fue vecina del general Perón en la calle del Doctor Arce. La estrella, con sus fiestas interminables, amargaba la vida al exiliado argentino. León interpreta al chófer de Ava, e Inma Cuesta y Anna Castillo, a dos criadas. “Es la historia del conflicto entre Ava y Perón visto desde su personal de servicio”, explican sus creadores. Las capas sociales, la vida libertina del Madrid franquista: “Queremos hablar de España, de lo que fue y de lo que somos”. Guionista y director aseguran que llevaban seis años peleando por trabajar en un proyecto juntos. “Yo, que he hecho mucha televisión, quiero pensar que otro tipo de televisión también es posible”, asegura el director de Kiki, el amor se hace.

Muerte en Sevilla

Avalados por éxitos como el de La isla mínima, el guionista Rafael Cobos (izquierda) y el realizador Alberto Rodríguez son los creadores de La peste, la serie más cara y ambiciosa de Movistar+, ambientada en Sevilla durante un brote de peste en 1587.

Según anunció a principios de 2017 Luis Miguel Gilpérez, presidente de Telefónica España, multinacional de telecomunicaciones a la que pertenece Movistar+, se invertirán alrededor de 100 millones de euros anuales en producción original, de los que 70 irán a la ficción. Diez de ellos han sido solo para La peste, proyecto bandera de la cadena y sobre el que quizá recae mayor presión de cara a su estreno el próximo mes de enero. La historia de un asesino en serie en la Sevilla de 1580 atrajo muchas miradas en el último mercado de series internacionales, el MIPCOM (feria mundial de contenidos de la industria del entretenimiento). Celebrado el pasado octubre en Cannes, un cartel gigante mostraba una tétrica calavera con una rosa blanca asomando por su ojo derecho. Se anunciaba en inglés (The Plague) y con el eslogan “El conocimiento es peligroso en la Sevilla del siglo XVI”. Su director, Alberto Rodríguez (Grupo 7, La isla mínima), define La peste como “un fresco en el que el thriller es solo la percha para hablar de cómo era la ciudad en esa época”. Dos años de trabajo de guion y documentación que, según el guionista Rafael Cobo, les “sobrepasó”. “El esfuerzo lo hemos puesto en que el espectador se pasee de verdad por aquella ciudad, que forme parte de su calle, de su ebullición y de su decadencia”, explican. Cuatro meses de rodaje “extenuantes” que verán la luz en enero después de una importante campaña publicitaria.

“Yo, que he hecho mucha televisión, quiero pensar que otro tipo de televisión también es posible”, asegura el actor
y director Paco León

En su presentación en Cannes, Domingo Corral habló de una producción de 12 series anuales, es decir, una al mes, para poder ofrecer una plataforma realmente competitiva. E incidió en lo local como marca de distinción. “La televisión de pago en España se ha desarrollado sobre un modelo que consistía en deportes y en la compra de producto internacional. Faltaba la apuesta real por el contenido local. Era un vacío”, explica. “Tenemos que competir con compañías que tienen una estrategia global, que hacen muy bien su trabajo y poseen muchos medios. Si nos podemos distinguir en algo es en lo propio”. Corral cita dos ejemplos, la danesa Borgen y la italiana Gomorra, “que es tan napolitana que hasta los italianos necesitan verla subtitulada. Pese a eso, funciona en todo el mundo”.

Para el analista político Dominique Moïsi, autor de Geopolítica de las series (Errata Naturae), uno de los secretos de este fenómeno contemporáneo de las series es que, aunque hablen desde lugares remotos, en el fondo abordan nuestros miedos: “La barbarie y el caos”. Y cita ejemplos: de Juego de Tronos a House of Cards. “Minan su propio sistema y exponen el fin de determinado orden en el mundo”. En este sentido, tanto La peste como La zona aspiran a ser lupas del presente. Una recreando los estragos de una epidemia del pasado y otra prefigurando un futuro devastado.

Los pioneros

Conocidos por Crematorio, pionera de las series en televisión de pago, los hermanos Alberto (izquierda) y Jorge (derecha) Sánchez-Cabezudo firman La zona, que parte de una tragedia nuclear en Asturias. Cesc Gay (sentado), director de Truman, se ha embarcado en Félix, un thriller cargado del habitual humor del cineasta.

Si buscamos el embrión de esta oleada de ficción televisiva, deberíamos apuntar hacia dos series estrenadas por Canal Plus entre 2010 y 2011 y que de alguna forma avanzaron el presente: el drama político Crematorio, que, basado en una novela de Rafael Chirbes, indagaba en la España de la corrupción y la burbuja inmobiliaria, y ¿Qué fue de Jorge Sanz?, singular comedia sobre un actor venido a menos creada por David Trueba y el actor protagonista. Precisamente son los showrunners de Crematorio, los hermanos Alberto y Jorge Sánchez-Cabezudo, quienes han inaugurado —junto a una secuela de un programa original de Antena 3, Velvet Colección— la nueva oleada con La zona.

Desde el mismo título y en su ambientación, los Sánchez-Cabezudo reconocen que la serie es deudora de un clásico de la historia del cine: Stalker, del ruso Andréi Tarkovski. Más allá de la referencia cinéfila, la producción traslada al televidente a una región del norte (Asturias) tocada por un desastre nuclear, por sus bosques y restos industriales deambulan sin aparente rumbo sus personajes. “La idea viene de largo, nos habíamos documentado mucho sobre la catástrofe de Chernóbil. Pero entonces ocurrió Fukushi­ma y paramos el proyecto, no queríamos ser oportunistas cuando hay víctimas reales de por medio”, afirma Alberto. “Con Crematorio trabajamos con mucha documentación periodística y aquí hemos hecho exactamente lo mismo”, añade. Interpretada, entre otros, por Eduard Fernández, Álvaro Cervantes, Alba Galocha, Carlos Bardem, Alexandra Jiménez, Manuel Solo y Emma Suárez, la serie de 8 capítulos de 50 minutos se rodó durante 25 semanas después de año y medio de escritura. Durante un día festivo y contra reloj, los Sánchez-Cabezudo montan con la realizadora Carolina Martínez (que se encarga de los episodios pares) el capítulo octavo en Twin Pines, la misma empresa madrileña que hace los efectos especiales para La peste, en una sala situada en un edificio entre la sede del Partido Popular y la Audiencia Nacional.

“La gente ya no se mete en la cama con un libro, sino con la tableta o el móvil. No leen capítulos, los ven”, afirma
el creador Alberto Sánchez-Cabezudo

La sensación de camaradería se extiende de una serie a otra. Cesc Gay (Truman, En la ciudad, Una pistola en cada mano) compara el desembarco de Movistar+ con “ese bar abierto que en plena madrugada ya no esperabas encontrarte”. “Han conseguido crear una familia, han generado esa sensación de que formamos parte de algo, de que vamos en el mismo barco, y cuando estrenan otra serie es como si también fuese tuya. Eso me gusta”. Una especie de hermandad de la televisión de pago, un clan de la fibra, auspiciado por la plataforma con mayor número de abonados de España (3,76 millones de hogares); la mayoría, recién aterrizados desde el cine en un medio que ya no requiere de antenas, se consume a la carta y cuya señal llega a casa, cada vez más, a través de Internet de banda ancha.

En palabras de Cesc Gay, Félix es un thriller que a la vez es comedia y en el que su protagonista, interpretado por Leonardo Sbaraglia, funciona como antihéroe “al estilo de James Stewart”. Un hombre busca en las montañas de Andorra a una mujer que apenas conoce, pero de la que se ha enamorado. Fueron 20 semanas de trabajo en las que el director pagó la novatada: “El rodaje de una serie es mucho más largo que el de una película, y yo cometí el error de no saber delegar. Fue cansadísimo. Las series empiezan y terminan muchas veces y eso genera un reto, te obliga a mantener la tensión. Es duro”.

La vergüenza de los creadores

El personaje principal de Vergüenza surgió hace nueve años. Juan Cavestany (sentado) y Álvaro Fernández Armero incluso rodaron un piloto casero con los mismos actores que hoy encabezan la serie: Javier Gutiérrez y Malena Alterio.

Vergüenza es el título del último estreno de Movistar+, una producción original ideada por Juan Cavestany (El asombroso mundo de Borjamari y Pocholo, Gente en sitios) y Álvaro Fernández Armero (Todo es mentira, Las ovejas no pierden el tren) con Javier Gutiérrez y Malena Alterio como protagonistas. Una serie “nicho” (como se tilda a las ideas que apuestan por una minoría de espectadores) cuyo riesgo formal no dejará indiferente a nadie. Los autores se explican: “El punto de partida es la vergüenza ajena por un personaje que exhibe un gran patetismo. Eso te puede hacer gracia o dar repulsión. Quizá no sea para todo el mundo, pero para los que conviven habitualmente con series no será tan diferente”.

Un aperitivo de Vergüenza y La peste se sirvió en el último Festival de Cine de San Sebastián, donde afloró una vez más el debate sobre si las series deberían entrar en el circuito de los festivales de cine y si se deben equiparar al séptimo arte. Que las producciones actuales lleven la firma de cineastas de la talla de David Lynch (con Twin Peaks) o David Fincher (Mindhunter) quizá las condene a entenderse. Pero en realidad no es nada nuevo. Y el camino ya lo transitaron algunos maestros: Ingmar Bergman convivió con naturalidad con el formato y Rainer Werner Fassbinder adaptó en 1980 un clásico en 13 capítulos, Berlin Alexanderplatz. “No es cine, pero es cine”, dice levantando los hombros Alberto Rodríguez. “Usamos la palabra cine para legitimar las series, pero en el fondo es menospreciarlas. Las series no son cine y no pasa nada”, añade Jorge Sánchez-Cabezudo. Para Enrique Urbizu, director de Gigantes (idea original de Manuel Gancedo, con José Coronado encabezando el reparto), “el lenguaje es el mismo, de lo que se trata es de la fortaleza de la trama y de los personajes”. “Algo nuevo siempre es estimulante”, añade, “y yo no le hago ascos a nada”. Para Urbizu, el lugar común de que hoy el mejor cine se hace en la tele es solo “palabrería”. “Un tópico asqueroso”, añade Cavestany.

Todo queda en familia

La relación entre los miembros de una familia de criminales es la base narrativa de Gigantes, la serie de Enrique Urbizu. Mar Coll también habla de la familia en Matar al padre, pero, como el título sugiere, centrado en un patriarca algo insoportable.

Si Gigantes se acerca a una familia (criminal), Matar al padre, de Mar Coll, se detiene en otra (disfuncional). La tragicomedia protagonizada por Gonzalo de Castro retrata a un padre de familia obsesivo. Cuatro capítulos que recogen cuatro años de su vida, 1996, 2004, 2009 y 2012, en los que conocemos el devenir de un auténtico control freak. “Quería confrontar a este personaje obsesivo con la vida”, dice la directora. “Tiene todo para ser un tipo odioso, es un tirano, un histérico, un intenso, pero le coges cariño porque en el fondo está comprometido con la vida y con los suyos”.

Un ‘youtuber’ animado

El Rubius es el protagonista de Virtual Hero, una serie de animación estilo anime japonés basada en el cómic del mismo autor. Con 27 años y 26 millones de suscriptores a su canal de YouTube, El Rubius trabaja ahora en el doblaje de su propio dibujo animado.

Inspirada en el cómic homónimo, Virtual Hero es la serie de Rubén Doblas Gundersen, El Rubius, y el primer anime español. El Rubius es, con más de 26 millones de suscriptores a su canal de YouTube, toda una celebrity generacional. Desde su casa de Madrid, él habla de lo que considera el proyecto más difícil de su carrera. “Me propusieron hacer una serie de carne y hueso y en un principio me interesó, pero luego me dio reparo. Al estar todo guionizado, creo que se hubiese perdido mi esencia”, explica. Fue entonces cuando surgió la posibilidad de adaptar en dibujos animados su propio cómic. Todo el trabajo se hace entre Madrid y Barcelona vía Skype, pero son unos estudios de Corea los que finalmente darán vida a las ilustraciones. “Es una serie de humor y entretenimiento, rollo Los Simpson, para ver comiendo o cuando estás de bajón”, explica.

Papá Berto

Los quebraderos de cabeza del humorista Berto Romero (delante) para conciliar su vida y su paternidad son la base de la serie que dirige Carlos Theron. Mira lo que has hecho es una comedia sobre una experiencia que afecta a todas sus relaciones familiares.

Berto Romero no es El Rubius, pero su Mira lo que has hecho también juega con su yo como personaje principal. Padre (en la vida real) de tres hijos, la serie habla de los quebraderos de cabeza de una pareja primeriza. “Me resulta muy difícil no hablar de algo que en los últimos tiempos me ha ocupado tanto. El personaje soy yo, pero no es autobiográfico”. Seis episodios de 30 minutos dirigidos por Carlos Theron. “Hemos trabajado mucho para lograr ese tono agridulce, muy particular, que Berto le quería dar”.

La competencia con otros canales de pago irá en aumento. Netflix ya tiene en su catálogo su primera serie española, Las chicas del cable; ha comprado la primera temporada del fenómeno del año pasado, Paquita Salas, y tiene prevista la segunda entrega. HBO España ha dado la campanada al anunciar que está detrás de la adaptación a la pantalla de la novela Patria, de Fernando Aramburu. “La gente ya no se mete en la cama con un libro, sino con la tableta o el móvil. No leen capítulos, los ven”, afirma Alberto Sánchez-Cabezudo sobre un cambio de hábitos que está alterando algo más que la conversación de millones de personas en todo el mundo. Si para algunos la gran novela americana es The Wire, España busca ahora su gran relato catódico. Domingo Corral asegura que Movistar+ se ha marcado un plazo de cinco años para “encontrar ese nuevo talento”. “No trabajamos pensando en el éxito”, dice. “Tenemos que ser muy humildes porque no sabemos jamás qué funcionará. Decía el guionista de Hollywood William Goldman que en este oficio nadie sabe nada, y creo que resume perfectamente nuestro trabajo. O aprendemos a convivir con el riesgo y la incertidumbre, o dejamos de dedicarnos a esto”. 

La zona

En emisión; 8 capítulos de 50 minutos. La aparición de un hombre asesinado en lo que se conoce como “La zona de exclusión” ­desata una investigación en una región del norte de España sumida en las consecuencias de una catástrofe nuclear. Creada por los hermanos Alberto y Jorge Sánchez-Cabezudo, en su reparto se encuentran Eduard Fernández. Álvaro Cervantes, Emma Suárez, Manuel Solo, Alexandra Jiménez, Sergio Peris-Mencheta, Carlos Bardem, Juan Echanove y Marina Salas.

Matar al padre

Estreno en 2018; 4 capítulos de 50 minutos. Jacobo es abogado, ­apasionado de la historia y un padre muy pesado. Interpretado por Gonzalo de Castro, el protagonista de esta miniserie de Mar Coll es “despótico, autoritario y posee una envidiable perseverancia”. La historia abarca 15 años de su vida, en los que ninguno de sus ­proyectos llegará exactamente al puerto deseado.

Gigantes

Estreno en 2018; 6 capítulos de 50 minutos. El seno de una familia criminal, en cuyo núcleo se da una encarnizada lucha de poder, ambientada en el Rastro madrileño. Este melodrama de Enrique Urbizu lo protagonizan José Coronado, el patriarca, y sus tres hijos, cuya tormentosa relación interpretan Daniel Grao, Isak Férriz y Carlos Librado.

Vergüenza

En emisión; 10 capítulos de 30 minutos. Protagonizada por Javier Gutiérrez y Malena Alterio, esta serie de Juan Cavestany y Álvaro Fernández-Armero arranca como un relato de humor irreverente para luego encaminarse hacia la comedia romántica. Una pareja destinada a hacer siempre el ridículo ante sus amigos y ­familiares muestra sus frustraciones y anhelos.

Virtual Hero

Estreno en 2018; 12 capítulos de 30 minutos. Dirigida por Alexis Barroso, ilustrada por Lolita Aldea y con guion de Juan Torres, adapta el primer cómic de El Rubius en género anime, de animación japonesa. La protagonizará el famoso youtuber El Rubius, quien tendrá que liberar a los 100 mejores gamers atrapados en un mundo virtual del malvado Trollmask, Master of the Games Worlds. La guerrera Sakura o la zombi Zombirella serán sus aliados.

Mira lo que has hecho

Estreno en 2018; 6 capítulos de 30 minutos. Esta sitcom dirigida por Carlos Theron narra la experiencia de la paternidad de una pareja primeriza formada por Berto (Berto Romero) y Sandra (Eva Ugarte). Con elementos autobiográficos, es un retrato irónico de una aventura para la que nadie está preparado.

La peste

Se estrena en enero; 6 capítulos de 50 minutos. Transcurre en la Sevilla del siglo XVI durante un brote de peste y coincidiendo con el inicio de la decadencia de la esplendorosa ciudad. Un thriller dirigido por Alberto Rodríguez e interpretado por Pablo Molinero, Paco León, Sergio Castellanos, Patricia López Arnaiz, Manuel Solo, Tomás del Estal, Paco Tous, Manuel Morón, Cecilia Gómez, Antonio Gil, Lupe del Junco y Antonio Dechent.

Félix

Estreno en 2018; 8 capítulos de 50 minutos. Félix tiene un hijo de cinco años, pero el niño no sabe que es su padre. Escritor en crisis, Félix necesita encontrar a Julia, una mujer de origen asiático a la que apenas conoce, pero de la que se enamora. Humor y misterio en un thriller romántico de Cesc Gay, con Leonardo Sbaraglia, Pere Arquillué, Ginés García Millán y Mi Hoa Lee.

Arde Madrid

Estreno en 2018; 8 capítulos de 30 minutos. Durante su estancia en Madrid, Ava Gardner coincidió como vecina con el general exiliado Juan Domingo Perón. Creada por Paco León y Anna Rodríguez, la serie se detiene en 10 días de 1961 para conocer a través de su personal de servicio la vida de una actriz desenfrenada en la España franquista.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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