Colombia usa el medio ambiente para defender su política antidrogas ante Trump

En la bahía de Málaga, al oeste de Colombia, nacen el 25% de las ballenas jorobadas de todo el mundo, según datos de Parques Naturales del país. Los habitantes de Juanchaco, el pueblito que desemboca en este criadero, las llaman las colombianas. Hasta esta localidad de casas de madera, sin calles asfaltadas ni alcantarillado, pero con una gran base de la marina colombiana, se ha trasladado el presidente Juan Manuel Santos para anunciar que esta zona protegida y los otros cuatro parques naturales del Pacífico colombiano ya no tienen cultivos de coca. Quedan todavía cientos de kilómetros de litoral dominados por el narco y la guerrilla, que tienen en esta región una salida tradicional para el contrabando de todo tipo.

La declaración llega un día después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le mandara un mensaje claro a Colombia sobre su capacidad y voluntad de trabajo en la lucha antidrogas. El vecino del norte pide una mayor contundencia contra los denominados cultivos ilícitos que crecieron más del 50% en las regiones colombianas en 2016. La producción pasó de 96.000 a 146.000 hectáreas, según el último informe de la ONU.

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Santos no solo ha contestado usando su apuesta por la protección de la biodiversidad como parapeto, ha lanzado un argumentario a través de los ministros de Defensa, Posconflicto y Exteriores, las cabezas más visibles de su Gobierno. "En los últimos siete años los resultados en Colombia son contundentes. Desde 2010 a la fecha se han incautado más de 1.621 toneladas de cocaína pura. Solo en 2016 fueron 362 y en 2017 van 275", se lee en un comunicado oficial. "La incautación de drogas es lo que más le duele a los narcotraficantes", ha acompañado el mandatario.

Tras la defensa de su política antidrogas, Santos ha regresado al objetivo de su visita a esta región del Pacífico, para anunciar que el Santuario de Fauna y Flora de Malpelo, una isla a 500 kilómetros de esta costa, pasará de ser un área protegida de 950.000 hectáreas a una de 2.700.000. Con esta declaración cumple el objetivo que se marcó en 2010, cuando llegó a la Casa de Nariño, de terminar su mandato con 26 millones de hectáreas protegidas. "Hemos superado esa cifra, Colombia ya tiene 28,4 millones", ha confirmado.

Malpelo es la novena área marina protegida más grande del mundo, reconocida Patrimonio Natural de la Humanidad en 2006 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Cuenta con una gran variedad de aves marinas, lagartos, cangrejos, diversidad de flora, y una comunidad de unos 300 tiburones martillo que nadan en sus alrededores durante todo el año. Es también una zona de gran interés para el turismo de buceo y la pesca, por esta razón, el Gobierno ha delimitado un área estratégica para el desarrollo sostenible de este tipo de actividades.

La isla de Gorgona, a pocos kilómetros del Santuario Malpelo, también conocida como la Isla de la Ciencia por su riqueza en biodiversidad, forma parte de la red de Parques Naturales de Colombia, pero no ha tenido la suerte de su vecina. En este lugar, el Ministerio de Defensa ha conseguido el beneplácito de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales para instalar un radar en contra de los criterios de la Academia de las Ciencias.

El Gobierno alega el principio de seguridad nacional para la construcción. En palabras del contralmirante Andrés Vásquez en la revista Semana, comandante de guardacostas de la Armada, "es esencial para el control del narcotráfico y otras formas de contrabando". Los científicos han respondido, en un intercambio de cartas oficiales, que esta base repercutiría negativamente sobre la fauna y la flora del lugar, por ejemplo, afectando al curso de las aves migratorias que pasan por Gorgona. Por el momento no ha comenzado la instalación.

Una apuesta por el medio ambiente con menos presupuesto

El discurso del Gobierno Santos por la conservación de la naturaleza en el segundo país más biodiverso del mundo contrasta con su apoyo económico. El borrador del Presupuesto General de la Nación para 2018, que actualmente se está debatiendo en el Congreso, reduce en un 42% el presupuesto de Colciencias, la entidad pública encargada de gestionar la ciencia y la investigación en Colombia. Si este proyecto sale adelante, la cartera pasará de tener 379.000 millones de pesos (unos 130 millones de dólares) a 220.200 millones (unos 75 millones de dólares).

El director de Colciencias, César Ocampo, declaró en una entrevista en el diario El Tiempo, que está en conversaciones con el Ministerio de Hacienda y la presidencia para evitar el recorte.