Lleva usando mal los calcetines de deporte toda la vida

Si usas un zapato concreto para cada pie, ¿por qué no un calcetín? Tu pie derecho no es igual que el izquierdo, de hecho están creados a la inversa, por lo que los calcetines deberían estar adaptados a cada uno. Esta apreciación es muy importante, especialmente en el caso de deportistas, cuyos pies son para muchos su herramienta principal y deben ser tratados con esmero.

Así como cada actividad tiene unos calcetines con características específicas para aportar unas ciertas ventajas y comodidades a aquel que los utiliza, son muchas las marcas que ya los comercializan específicamente diseñados para cada pie, y vienen marcados con L (left, izquierdo) y R (right, derecho).

El ajuste

Estamos acostumbrados a coger un par de calcetines y ponérnoslos sin pensar cuál va en cada pie, pero así no pueden adaptarse correctamente. De hecho, "los calcetines técnicos han de ir ceñidos a la planta, empeine y tobillo sin comprimir pero ofreciendo sujeción y transpirabilidad”, según explica Marta Rosado, strength coach de Adidas Runner.

El motivo de diferenciar los calcetines izquierdo y derecho radica en el corte anatómico del pie para adaptarse a la curva natural de cada uno de ellos y distribuir los diferentes tejidos en las zonas adecuadas

Esta sujeción llega incluso a mejorar el rendimiento deportivo: “Los calcetines son los grandes olvidados del equipamiento del corredor", reconoce Agustí Roc, mejor corredor de montaña español, y asesor de la plataforma Deporvillage.com: "No se les otorga la importancia que merecen, aunque siguen siendo, junto al calzado, el equipamiento de mayor importancia para la práctica del running y trail running”.

Las texturas y materiales

También para entrenamientos que no están orientados a la competición, los calcetines anatómicamente diseñados y marcados L-R aseguran un ajuste preciso para el pie correspondiente. “Están diseñados con materiales específicos y en diferentes texturas según la zona que van a cubrir. No es la misma elasticidad la que necesita el dedo gordo que el área plantar externa por ejemplo”, explica David Rivera, del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España y fisioterapeuta de la Federación Española de piragüismo.

“Los calcetines de alta calidad son confeccionados con tejidos técnicos como nylon y poliéster, con un porcentaje de elastano, con el objetivo de proporcionar una elasticidad óptima, un mejor ajuste y una durabilidad superior. El motivo de diferenciar el izquierdo del derecho radica en el corte anatómico del pie para adaptarse a la curva natural de cada uno de ellos y distribuir los diferentes tejidos en las zonas adecuadas. Esto se relaciona con el desgaste y las áreas de apoyo. Se añaden refuerzos de mayor densidad en las zonas del pie de mayor impacto y desgaste”, continúa Agustí Roc.

“Su diseño es ergonómico, diferente para izquierda y derecha, e incluso se tejen en máquinas distintas para que siluetee la planta de cada pie y que se adapte al movimiento pronador del pie", añade Marta Rosado. "Así mismo, la densidad del punto del calcetín también es diferente en cada parte del pie y en la caña, para garantizar máxima confortabilidad y traspiración. Una de sus prestaciones consiste en la unión lisa e imperceptible por encima de los dedos, evitando costuras y con ello las molestas rozaduras”.

Los calcetines específicamente diseñados para cada pie, derecho-izquierdo, tienen zonas estratégicamente amortiguadas para el pie izquierdo diferentes a las del pie derecho para proporcionar apoyo y comodidad. Llevar un calcetín adecuado, para la práctica deportiva sobre todo, es tan importante como usar los zapatos apropiados. Un calcetín es la interfaz entre el pie y el zapato. ¿Por qué no asegurarnos de que esta conexión sea lo más perfecta posible?

Aunque en principio cualquier calcetín puede ofrecer protección y comodidad, uno específico a su anatomía y correctamente ajustado reducirá la fricción de las costuras y la holgura de la tela, evitando problemas de callos, ampollas, uñas negras

Aunque en principio cualquier calcetín puede ofrecer protección y comodidad, uno específico a su anatomía y correctamente ajustado —“generalmente las zonas de mayor impacto y desgaste son el talón, el medio pie y la puntera”, dice Roc— reducirá la fricción de las costuras y la holgura de la tela, evitando problemas de callos, ampollas, uñas negras. Así, proporcionará un mejor rendimiento.

“Quizá en una primera puesta no notemos tanto la diferencia y comodidad, pero con el desgaste, que es distinto en cada pie, si intercambiamos los calcetines podemos tener problemas de incomodidad, rozamiento y, en definitiva, ampollas”, asegura David Rivera; y Roc es de la misma opinión: “Es posible que produzcan rozaduras dado que los refuerzos no se adaptan a la anatomía del pie, sobretodo en entrenamientos largos”.

“No es que vayas a tener un mayor rendimiento deportivo por usar estos calcetines, sino que vas a prevenir ciertos problemas que pueden dificultar un buen entrenamiento. Con ampollas, rozaduras o callos en los pies no vamos a rendir igual que si no los tenemos”, continúa Rivera, de nuevo coincidiendo con Agustí Roc: “Si las rozaduras provocan llagas, pueden imposibilitar el hecho de seguir corriendo".

Existen estudios de tipo de pisada para el diseño y configuración de tejidos y refuerzos en las zonas de impacto del pie, así como de transpirabilidad y expulsión de humedad para mantener el pie seco. Las percepciones subjetivas de los sujetos analizados mostraban que estos percibían más ‘frío’ con el calcetín ergonómico y coincidían en que les proporcionaba mejores sensaciones.

“Todo ello demuestra que el uso del calcetín afecta al rendimiento, y que debe usarse de forma estricta para evitar rozamientos y compresión inadecuada. Además, es importante fijarse en el tipo de fibra y en la estructura”, concluye Marta Rosado.