Bebidas vegetales: deje de echarlas (solo) en el café

Si cree que las bebidas vegetales, en cualquiera de sus variedades (avena, almendra, arroz, soja…) son solo la elección obvia para quienes tienen intolerancia a la lactosa, alergia a la proteína de la leche o sencillamente optan por una dieta vegana, se está perdiendo una buena. ¿Por qué no piensa en ellas como lo hace con la horchata, los zumos, los batidos, la leche de coco o incluso el caldo? Cocinillas, healthies y foodies del mundo, prepárense.

Para los más dispuestos a romper la monotonía está la de avena: convertirá el desayuno en una toda una nueva experiencia. Hay quien la usa para hacer curry, pero sin duda puede ser la estrella de otra de las más fulgurantes tendencias de Instagram: el porridge o gachas. Aunque tradicionalmente deberían hacerse solo con cereales, agua y sal, cocinarlas con bebida de avena las hará, sin duda, más interesantes. Así lo recomienda Gordon Ramsay en más de una receta en su web. ¿Otra razón por la que está copando los post de estilo de vida saludable –además de quedar muy bien en las fotos–? Tiene un índice glucémico bajo.

En busca de la nutrición positiva

Nos encontramos ante un movimiento generalizado en los hábitos de consumo que busca redefinir el concepto de nutrición saludable: ya no se trata de vivir en una dieta constante, sino de habituarse a una nutrición positiva que tenga como base una alimentación lo más natural posible. Es por ello que los consumidores buscan nuevos productos que puedan incorporar a su día a día y, ante esta demanda, las bebidas vegetales ofrecen multitud de sabores, así como una fuente de disfrute para un nuevo estilo de vida.

Continuemos con la de almendras. Su intenso y dulce sabor la hace ideal para darse un capricho en cualquier momento del día. Un artículo de la revista Time la tituló como Una apuesta segura, y asegura que se puede utilizar para preparar smoothies o remojar los cereales del desayuno. “Es una firme favorita”, declara el chef Jaime Oliver en su web, que la utiliza para elaborar una tarta de queso con una pinta… En el norte de India, donde la leche de coco no es tan fácil de conseguir, la usan para hacer batido de mango, con una pizca de azafrán o cardamomo. Y en Food & Wine, una de las revistas gastronómicas más populares en EE UU, la proponen para hacer espinacas con bechamel y como ingrediente de un delicioso puré de coliflor (atentos a esta verdura: este va a ser su año) que solo necesita cocer, batir y listo. Además, resulta que esta bebida podría ser la más indicada para quienes busquen controlar el peso, según un estudio del departamento de Ciencias Nutricionales y de la Alimentación de la Universidad de Cork, Irlanda, publicado en Food and Nutrition Sciences.

Si piensa que la moda de la bebida de arroz es nueva, quizá es que no conozca el sikhye, de tradición surcoreana que se toma, sobre todo, como postre. Aunque sería raro que nuestro arroz con leche no se le viniera a la cabeza… ¿A que le empieza a apetecer un vaso bien frío con un poco de canela y limón? Atención a quienes sientan hambre desde que se levantan hasta que se acuestan, otra investigación irlandesa explica que tomada en el desayuno tiene poder saciante.

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