Trucos para que el agua de su nevera refresque todavía más

Basta añadir un gramo de hojas por cada 200 ml de agua. Esta planta aromática también potencia el sabor de los platos de pescado y pasta. 

Estimula la secreción de saliva, acabando con la sensación de sequedad en boca. Coloque la piel de un limón mediano en un recipiente de litro y medio de agua para notar su efecto.

El interior de los frutos maduros de este árbol originario del África tropical es muy dulce y alivia la sed. Puede exprimir su pulpa y añadir dos o tres cucharaditas de café a una jarra de agua fresca.

Sus hojas aportan frescor, ya sea al aplicarlas sobre la piel, sumergirlas en la bañera o añadirlas en una jarra de agua. Si elegimos la última opción, además de refrescar, disimula el mal aliento en el caso de una digestión difícil.

Esta antigua planta da unos frutos ricos en vitaminas y minerales. Su zumo es de sabor ácido. Vierta el resultado de un cedro en un litro y medio de agua. Multiplicará su poder si esta es con gas.

Asociada con las infusiones, con cinco gramos de sus flores por cada 100 de agua alivia las molestias digestivas al tiempo que nos hidrata.

Unas gotas de su zumo recién exprimido multiplicarán las propiedades refrescantes de nuestra bebida preferida. Por no hablar del rico sabor que aporta… ¿Quién dijo que el agua es insípida?

Esta planta ligeramente olvidada ha vuelto a ocupar un lugar importante en nuestra cocina gracias a la visibilidad que algunos maestros cocteleros han dado al jarabe de flores y hojas de saúco. La proporción recomendada es 15 partes de agua por una de jarabe de saúco (lo encontrará en herbolarios); y el resultado, una bebida más refrescante que ayuda a sudar y disminuye la temperatura del cuerpo.