La Fed se dispone a hacer una pausa en las rebajas de tipos pese a las presiones de Trump
La fortaleza de la economía y la persistencia de la inflación permiten al banco central de Estados Unidos medir sus próximos pasos
El comité de política monetaria de la Reserva Federal se reúne este martes y miércoles por primera vez desde el regreso de Donald Trump a la presidencia. Los inversores dan por hecho que su presidente, Jerome Powell, hará una pausa en el ciclo de rebajas de los tipos de interés que inició en septiembre. Lo que debería ser una reunión de trámite, mientras se aclara la coyuntura económica estadounidense, adquiere una importancia especial con un inquilino de la Casa Blanca que ha dejado claro sin pudor alguno que quiere recortes de tipos y que opinará sobre las decisiones de la Fed.
“Creo que conozco los tipos de interés mucho mejor que ellos, y creo que sin duda los conozco mucho mejor que el principal encargado de tomar esa decisión”, dijo Trump el jueves pasado a los periodistas en el Despacho Oval, refiriéndose a Powell. Las tensiones entre ambos ya se manifestaron en su primer mandato. En campaña, el republicano llegó a coquetear con la idea de sustituir a Powell antes de tiempo, aunque la ley no lo permite. También ha ridiculizado su papel, como cuando en octubre pasado dijo en Chicago sobre el puesto de presidente de la Reserva Federal: “Es el mejor trabajo del Gobierno. Te presentas en la oficina una vez al mes y dices: ‘Vamos a lanzar una moneda’. Y todo el mundo habla de ti como si fueras un Dios”.
La vuelta de Trump ya se ha dejado sentir en el edificio Eccles, la sede de la Reserva Federal, a solo unas manzanas de la Casa Blanca. El vicepresidente de Supervisión, Michael Barr, presentó su dimisión para evitar un enfrentamiento, en una decisión de calado para la reforma de la normativa bancaria. “Nos vamos a mover muy rápidamente”, le dijo Trump a la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, cuando le preguntó por la desregulación. El banco central, además, se retiró de una red de supervisores en favor de las finanzas verdes a la que se adhirió tras la victoria de Biden de 2020, desatando entonces las críticas de los republicanos, que consideraban que se excedía de su mandato legal. La política monetaria, sin embargo, es una línea roja.
Powell lleva casi un año insistiendo en la importancia de respetar la independencia del banco central a la hora de cumplir su doble mandato de propiciar el máximo empleo y la estabilidad de precios. En febrero, Trump le acusaba de planear bajadas de tipos para favorecer la reelección de Joe Biden, por entonces el candidato demócrata. El presidente de la Reserva Federal teorizó en repetidas ocasiones sobre cómo la independencia de los bancos centrales da mejores resultados en la lucha contra la inflación. Del plano teórico pasó el práctico en noviembre, tras la victoria de Trump, al asegurar que ni piensa dimitir ni Trump puede echarle.
La tesis de Trump es que sus medidas energéticas harán bajar el precio del petróleo, con eso se reducirá la inflación y los tipos deberían recortarse en todo el mundo, según expuso la semana pasada en Davos. En el inicio de su presidencia, en realidad, los bancos centrales están separando sus caminos. En el lapso de una semana se espera que, tras la subida de tipos del Banco de Japón, la Reserva Federal se plante y el Banco Central Europeo y el de Canadá bajen el precio del dinero.
Si el escenario idílico que imagina Trump se cumple, la Fed no tendrá problema en retomar las rebajas de tipos. Sin embargo, la batalla contra la inflación no está ganada. Powell es gran admirador de Paul Volcker, legendario presidente de la Reserva Federal entre 1979 y 1987, que combatió con una agresiva política monetaria la inflación que se había enquistado en la economía estadounidense. “Tuvo el valor de hacer lo que creía que era correcto”, dijo de él Powell en 2022.
Powell cree que lo correcto ahora es esperar y ver. La economía crece con fuerza y el mercado laboral mantiene buena salud. No hay prisa por seguir bajando los tipos cuando la inflación sigue claramente por encima del objetivo del 2%, aunque el índice subyacente ―que excluye los alimentos y la energía― haya dejado algunas señales esperanzadoras. A eso se suma toda la incertidumbre sobre la política económica de Trump, especialmente en lo referido a los aranceles, con efectos inflacionistas difíciles de anticipar.
La gran incógnita es cuánto durará la pausa. Los tipos de interés están en el rango del 4,25%-4,50% tras una rebaja de un punto desde septiembre. Los inversores y analistas dan por seguro que se mantendrán así este miércoles, pero se muestran divididos sobre los siguientes pasos. En Bank of America creen que el ciclo de recortes ha llegado a su fin, mientras que en Oxford Economics aún contemplan una rebaja en la próxima reunión, la del 18 y 19 de marzo. Los inversores, según la herramienta FedWatch de CME, creen mayoritariamente que habrá que esperar al menos hasta mayo o junio para un nuevo movimiento.
Lo previsible es que Powell esconda sus cartas este miércoles y que se declare dependiente de los datos, como ha venido haciendo hasta ahora. Antes de la próxima reunión aún tendrán que conocerse los datos del mercado laboral y de los precios de enero y febrero y puede que para entonces tomen cuerpo algunas medidas económicas de Trump, así que el presidente de la Fed no querrá atarse las manos.
Es muy probable que en la rueda de prensa posterior a la reunión de política monetaria haya preguntas sobre esas medidas de Trump. Lo previsible, sin embargo, es que Powell despeje esa cuestión y evite valorarlas por anticipado, como ya hizo en las dos últimas comparecencias.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.