Powell reclama respeto por la independencia de la Reserva Federal en pleno año electoral
El presidente del banco central de EE UU dice que tiene “paz mental” por estar haciendo su trabajo en función de criterios económicos
En pleno fuego cruzado de presiones políticas, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, es está viendo obligado a subrayar lo obvio: la independencia del banco central. Es un tema que ya abordó recientemente en un acto en San Francisco y en el que ha centrado buena parte de su discurso este miércoles en la Universidad de Stanford. El punto de inflexión de la política monetaria se superpone con el año electoral, que sitúa las presidenciales el 5 de noviembre. Al reclamar respeto por su independencia, Powell quiere dejar claro que no se guiará por cálculos políticos a la hora de empezar a bajar los tipos de interés.
“En el caso de la Reserva Federal, la independencia es esencial para nuestra capacidad de servir a los ciudadanos. El historial demuestra que los bancos centrales independientes producen mejores resultados económicos”, ha indicado Powell. El presidente del banco central ha recordado que para conseguir el doble objetivo de máximo de empleo y estabilidad de precios, el Congreso concedió a la Reserva Federal un alto grado de independencia en la ejecución de la política monetaria.
“Los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal tienen mandatos largos que no están sincronizados con los ciclos electorales. Nuestras decisiones no pueden ser revocadas por otras instancias del Gobierno, salvo por vía legislativa. Esta independencia nos permite y nos obliga a tomar nuestras decisiones de política monetaria sin tener en cuenta cuestiones políticas a corto plazo”, ha subrayado Powell.
Los demócratas quieren que Powell baje los tipos cuanto antes, aunque el presidente, Joe Biden, se ha mostrado exquisitamente respetuoso de su independencia. Enfrente, Donald Trump ha acusado a Powell sin base alguna de buscar la reelección de Biden: “Creo que va a hacer algo para probablemente ayudar a los demócratas, si baja los tipos de interés”, dijo en febrero Trump, que ha advertido que, si él vuelve a la Casa Blanca, no le renovará el mandato. Powell asumió el cargo de presidente de la Reserva Federal en 2018 tras ser nombrado precisamente por Trump. Luego, en 2022, bajo la presidencia de Biden juró un segundo mandato, que vence en mayo de 2026.
El presidente de la Reserva Federal ha admitido este miércoles que la independencia es una concesión excepcional y que, por ello, necesita ganársela día a día. “Lo hacemos llevando a cabo nuestro trabajo con competencia técnica y objetividad, de forma transparente y responsable, y ciñéndonos a nuestro trabajo”, ha dicho el presidente de la Reserva Federal, que ha dejado claro que no debe actuar sobre cuestiones que podrían ser relevantes para la economía, pero que no entran dentro de su mandato, como determinadas políticas fiscales y de gasto, la política de inmigración, la política comercial o la política climática.
Sin prisas
Puesto a hacer su trabajo, Powell no ha aportado novedades a su mensaje con respecto a recientes intervenciones. “La tarea de restablecer de forma sostenible una inflación del 2% aún no ha terminado”, ha insistido, reiterando el mensaje de que el banco central no cree apropiado bajar el tipo de interés oficial hasta que no tenga una mayor confianza en que la inflación desciende de forma sostenible hacia ese objetivo.
“Dada la fortaleza de la economía y los progresos realizados hasta ahora en materia de inflación, tenemos tiempo para dejar que los datos que vayan llegando guíen nuestras decisiones sobre política económica”, ha dicho este miércoles el presidente de la Reserva Federal, que el viernes dejó claro que no había ninguna prisa por bajar los tipos. “Si la economía evoluciona en general como esperamos, la mayoría de los participantes en el FOMC [el comité encargado de la política monetaria] ven probable que sea apropiado empezar a bajar el tipo de interés oficial en algún momento de este año”.
En su discurso, ha señalado que los últimos datos no “cambian sustancialmente el panorama general” y que, “en cuanto a la inflación, es demasiado pronto para decir si las lecturas recientes representan algo más que un simple repunte”.
Los miembros del comité de mercado abierto de la Reserva Federal esperan que los tipos de interés bajen 0,75 puntos hasta fin de año desde el nivel actual del 5,25%-5,5%, máximo en 23 años, hasta situarse en el 4,625% (esto es, en la banda del 4,5%-4,75%), según las previsiones actualizadas hace dos semanas. Sin embargo, 9 de los 19 miembros del comité esperan una rebaja algo menor, así que para nada están garantizados los tres recortes que el mercado espera mayoritariamente.
De hecho, los mensajes recientes dejan casi descartado un movimiento para el 1 de mayo y las dudas se trasladan a la última reunión de la primavera, la del 11 y 12 de junio, pero sin ninguna certeza al respecto. El presidente de la Reserva Federal ha insistido una y otra vez en que dependerá de los datos adicionales. “Dada la fortaleza de la economía y los progresos realizados hasta ahora en materia de inflación, tenemos tiempo para dejar que los datos que vayan llegando orienten nuestras decisiones sobre política monetaria”, ha dicho este miércoles.
Aunque en el polarizado ambiente político de Estados Unidos Powell esté bajo presión, no es raro que la Reserva Federal suba o baje los tipos durante un año electoral si lo ve necesario. Los bajó en 2020 por la pandemia y en 2008 por la crisis financiera. Hubo alzas en 2000 y 2004 para frenar las burbujas tecnológica e inmobiliaria, respectivamente.
Este miércoles, ha defendido una vez más que la Reserva Federal se guiará estrictamente por criterios económicos. “Internamente, tenemos paz mental en esto porque todos los que trabajan en la Fed saben que vamos a hacer lo que vamos a hacer y lo vamos a hacer por razones económicas”, ha subrayado en las preguntas posteriores a su intervención inicial. “Si nos fijamos en el registro histórico moderno, verás que la Fed ha estado dispuesta a moverse o no moverse y hacer lo que cree que es lo correcto para la economía a medio y largo plazo sin tener en cuenta consideraciones externas. Es importante que la gente lo sepa, por eso lo mencioné. No me preocupa que vaya a ser problema para nosotros, porque vamos a hacer lo que sea correcto para la economía a lo largo del tiempo. Mis colegas y yo estamos muy centrados en eso.
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