El SEPE alerta del fuerte aumento de personal al borde de la jubilación y reconoce falta de mano de obra

El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha detectado cuales son las actividades económicas con mejores perspectivas de crecimiento del empleo y que, además, contarán con una mayor necesidad de reposición de trabajadores en el corto plazo debido a la fuerte presencia de trabajadores de más de 60 años. Estas profesiones vienen recogidas en la publicación Tendencias del mercado laboral de 2023, que elabora el Observatorio de las ocupaciones del SEPE, dependiente del Ministerio de Trabajo. Este documento aborda también la polémica cuestión de si existe o no falta de mano de obra en España. En concreto, en el texto —que incluye “el primer estudio de campo” sobre desajustes entre la oferta y la demanda de empleo, en el que se ha preguntado a más de 300 organizaciones del mundo laboral de todas las provincias sobre este asunto— los responsables ministeriales reconocen que la encuesta laboral anual “refleja que la falta de disponibilidad de mano de obra se produce tanto en perfiles cualificados, como no cualificados”.

El 9% de los afiliados al sistema de Seguridad Social tiene 60 años o más, pero el peso de este colectivo es muy diferente según sectores y categorías profesionales. Si bien en todos los casos es un indicador de pérdida de mano de obra con mayor o menor intensidad en el corto plazo. Por ello, el documento incorpora un análisis del envejecimiento de los trabajadores en las actividades con mejores perspectivas de crecimiento de la ocupación, con la intención de visibilizar cuales son las profesiones que necesitarán mayores reposiciones en los próximos años.

Según esto, los técnicos del SEPE han detectado que las profesiones “con mejores perspectivas” —aquellas que mantienen un comportamiento estable y una tendencia positiva de crecimiento— más envejecidas (con más de un 9% de mayores de 60 años) son, según las cifras de afiliación a la Seguridad Social y por este orden: los servicios sociales sin alojamiento (atención a personas mayores y centros de día), con alrededor de un 14% de afiliados con más de 60 años; las actividades inmobiliarias, las societarias, el transporte terrestre y por tubería (en torno a un 10% o 11% de mayores); y la recogida y tratamiento de residuos, actividades auxiliares a servicios financieros y de seguros, empleos jurídicos y de contabilidad y residencias de mayores (con un 10% de sus trabajadores con más años).

Acto seguido, la publicación del SEPE advierte de otro síntoma de fuerte envejecimiento en todas estas actividades más dinámicas: hay tres categorías profesionales (según los grupos de cotización a la Seguridad Social) que prácticamente han duplicado el peso de los mayores de 60 años en un solo año. En concreto, en el grupo de los oficiales de 1ª y 2ª (cualificación media), el colectivo de cotizantes a las puertas de la jubilación pasan de representar el 7,4% en 2021 al 18% en 2022 del total de estas categorías profesionales. Seguidamente, los ingenieros y licenciados que trabajan en las actividades más dinámicas del mercado laboral han pasado de representar el 7,5% al 13,4%; y los ocupados mayores sin ningún tipo de cualificación eran el 8,3% y han aumentado hasta el 13,3% en un solo año.

Así, los autores de este observatorio, que pretende hacer visibles las tendencias y las necesidades formativas del mercado de trabajo para la toma de decisiones, han detectado que en las actividades más relacionadas con los servicios a las empresas es notable la mayor concentración de jefes y oficiales administrativos a las puertas de la jubilación, así como de ingenieros y licenciados. “En el transporte terrestre y por tubería, así como en la recogida, tratamiento, eliminación de residuos y valorización tienen un mayor peso los oficiales de primera y segunda, aunque en esta última es muy relevante el alto volumen de personal sin cualificar, como en las actividades relacionadas con la atención a personas mayores”, explican.

Sí falta mano de obra

En este escenario, y en medio de la polémica entre si existe o no un problema de vacantes sin cubrir en España —en la que los dirigentes del Ministerio de Trabajo sostienen que no hay un problema de falta de mano de obra y desde las patronales y la Seguridad Social defienden que sí lo hay en algunos sectores—, en este observatorio dependiente del SEPE admiten en este documento que “en el mercado de trabajo se sigue detectando un desajuste entre la oferta y la demanda laboral”, y añaden que “es necesario insistir en reducir el desajuste entre ambas”.

Es más, el texto explica que “aunque los datos de Eurostat —con los que Trabajo argumenta que no hay falta de trabajadores— sitúan a España como uno de los países europeos con menor tasa de vacantes (casi 150.000 en el segundo trimestre de 2023), el desajuste entre oferta y demanda en el mercado laboral se extiende a diferentes actividades económicas y ámbitos ocupacionales”. Además, el observatorio ministerial añade que esta situación “provoca dificultades a las empresas para encontrar trabajadores con perfiles adecuados a sus puestos de trabajo y, por otra parte, también problemas para las personas que quieren acceder a un empleo”.

El SEPE apunta que las vacantes con mayor dificultad de cobertura son, principalmente, las relacionadas con las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) —sobre todo en profesionales STEM (graduados en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés)—, así como en energías renovables, en sanidad, hostelería, construcción, pesca y reparaciones metálicas. Y también otras de menor cualificación presentes, entre otros sectores, en el transporte, la agricultura y la pesca. Aunque aseguran que “el mayor problema actualmente es la escasez de personal de cualificación media, que se corresponde con titulaciones de Formación Profesional de Grado Medio y Superior, que actualmente representa en torno al 25%. Por el contrario, hay un exceso de mano de obra de baja cualificación (alrededor del 40%).

Para elaborar este documento se tienen en cuenta dos fuentes de información. En primer lugar, la información cuantitativa, que se sustenta en los datos que ofrecen diferentes organismos e instituciones (Servicio Público de Empleo Estatal, Instituto Nacional de la Seguridad Social, Instituto Nacional de Estadística, Banco de España) sobre el mercado de trabajo y su evolución. Y, por otra parte, se toma información cualitativa obtenida de las entrevistas realizadas a un panel de expertos pertenecientes a diferentes Gabinetes de Estudios (Banco de España, CEOE, UGT, CCOO y BBVA).

Pero, además, esta publicación incluye el resultado del primer estudio de campo elaborado por el Observatorio de las Ocupaciones del SEPE sobre las principales actividades económicas y ocupaciones en las que se producen vacantes con dificultad e incluso imposibilidad de ser cubiertas. Para ello, consultaron a 303 organizaciones en todas las provincias pertenecientes a los servicios públicos de empleo, cámaras de comercio, agencias municipales de colocación, agencias privadas de colocación, portales de empleo generalistas, organizaciones empresariales, organizaciones sindicales, universidades y empresas.

Según esto, los diez sectores con vacantes de más difícil cobertura son los siguientes: actividades sanitarias; construcción de edificios; servicios de comidas y bebidas; transporte terrestre y por tubería; venta y reparación de vehículos de motor y motocicletas; programación, consultoría y otras actividades relacionadas con la informática; actividades de construcción especializada; reparación e instalación de maquinaria y equipo; agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados con las mismas; fabricación de productos metálicos, excepto maquinaria y equipo.

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