El envejecimiento recortará la tasa de actividad en España hasta 3,7 puntos en 2030 y lastrará la economía
El Banco de España calcula que el aumento de los ciudadanos de más edad ya ha disminuido 3,4 puntos el número de activos entre 2012 y 2022, pese a la llegada de un millón de inmigrantes
La tasa de actividad de la economía española se ha visto mermada en 3,4 puntos porcentuales entre 2012 y 2022, por el impacto del envejecimiento de su población, y este recorte habría sido aún mayor (de 4,2 puntos) de no haberse incorporado casi un millón de inmigrantes durante estos años. Así lo ha calculado el Banco de España en su estudio El impacto del envejecimiento poblacional sobre la evolución de la tasa de actividad en España, en el que ha ido más allá y ha estimado que en lo que resta de década, hasta 2030, el tamaño de la fuerza laboral medido por esta tasa, experimentará un recorte adicional de entre 2,8 y 3,7 puntos, dependiendo de la cantidad de inmigrantes que lleguen al país.
Dicha tasa de actividad de una economía mide la cantidad de personas en edad y disposición de trabajar de entre el total de población mayor de 16 años. Cuanto más elevada es esta tasa, mayor es el tamaño de la fuerza laboral del país y, por tanto, mayor es el crecimiento potencial de su economía. Por este motivo, el proceso de envejecimiento que está experimentando la sociedad española en los últimos años y, sobre todo, el envejecimiento que viene, supondrá “una presión a la baja sobre la oferta de trabajo que constituirá “un obstáculo para elevar el crecimiento potencial de la economía española”, alerta el Banco de España.
El estudio, explica que las tasas de actividad son menores que de haberse mantenido la misma estructura poblacional por edades de 2012 (sin el efecto envejecimiento), la tasa de actividad hubiera alcanzado en 2022 el 62,1% (frente al 58,7% observado), lo que representaría unos 790.000 trabajadores más. Ese descenso de la tasa de actividad se ha visto compensado por la inmigración, ya que en los últimos diez años han llegado a España “algo más de un millón de personas en el tramo de mayores de 16 años”, un grupo poblacional que es “más joven y presenta mayores tasas de participación laboral”. La evolución de la participación laboral de la población extranjera habría contribuido a mitigar el impacto del envejecimiento sobre la tasa agregada de actividad en unos 0,8 puntos porcentuales desde 2012, según el informe recogido por Efe.
El artículo apunta a una “apreciable heterogeneidad regional”, es decir, que existe un mayor efecto contractivo del envejecimiento sobre la participación laboral en algunas comunidades, como Asturias, Cantabria y País Vasco, con efectos en el entorno de los 5 puntos porcentuales, debido al mayor aumento del peso de la población de más de 65 años en estas comunidades.
En el lado contrario, las comunidades con menores caídas serían Baleares, Castilla-La Mancha y Extremadura, que han registrado un menor incremento del peso de la población más envejecida. Por otra parte, la inmigración habría permitido amortiguar el impacto del envejecimiento observado en la última década sobre la tasa de actividad en todas las comunidades, salvo Andalucía, aunque “de manera más notable en Madrid, Cataluña y Baleares”, territorios que “han registrado en la última década las mayores entradas de inmigrantes en proporción a su población”.
Qué pasará en esta década
La tasa de actividad tendrá un recorte adicional de 2,8 puntos porcentuales en 2030, hasta el 55%, respecto a su nivel actual, a pesar del efecto positivo derivado de los flujos migratorios proyectados.
El artículo publicado este jueves indica que si los flujos de entrada y salida de inmigrantes fueran nulos a partir de 2023, la tasa de actividad caería 4,4 puntos porcentuales hasta 2030, por lo que “el efecto positivo de los flujos migratorios proyectados por el Instituto Nacional de Estadística se podría cuantificar en 1,6 puntos porcentuales”.
El Banco de España destaca que estos cálculos se han hecho teniendo en cuenta las proyecciones del INE (entrada de unas 446.000 personas de media al año hasta 2030), pero Eurostat los sitúa en torno a las 335.000 personas y la AIReF, en 277.000. Por ello, la caída en la participación laboral hasta 2030 sería de 3,1 puntos porcentuales en el primer caso (Eurostat) y de 3,7 en el segundo (AIReF).
Por comunidades, la participación laboral retrocedería de manera más acusada en las del noroeste y las dos Castillas, que cuentan con poblaciones más envejecidas, tasas de actividad más reducidas y menores niveles de PIB per cápita. Así, este artículo concluye que “el envejecimiento contribuiría a ampliar las diferencias económicas entre las regiones españolas”.
La tasa de actividad queda lejos de Alemania
Si se compara la tasa de actividad para el grupo de 15-64 años en España con respecto a Alemania, se aprecia una diferencia de 5,4 puntos porcentuales en 2022 (74,1 % frente al 79,5 %), aunque esas diferencias resultan mucho más abultadas al principio y al final de la vida laboral.
Así, entre los menores de 24 años, la tasa de actividad en España es entre 17 y 21 puntos inferior (según el grupo concreto de edad y sexo), mientras que entre las personas de mayor edad, destaca el grupo de los varones a partir de 55 años y el de las mujeres a partir de 60 años, en los que la tasa de actividad es de 10 y 12 puntos menor, respectivamente.
El Banco de España concluye su informe destacando la necesidad de seguir fomentando, con políticas de diferente índole, la participación laboral de los distintos grupos demográficos para evitar escenarios “de escasez de mano de obra” y que provoque un freno del crecimiento económico a medio y a largo plazo.
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