CaixaBank usará un decreto urgente del Gobierno para trasladar su sede a Palma

CaixaBank, la tercera entidad más grande de España, ha decidido acabar con la incertidumbre y la inquietud que ha generado entre sus clientes la marcha del proceso independentista, tanto fuera como dentro de Cataluña. Los ahorradores temen por las consecuencias que pudiera tener la posible declaración unilateral de independencia y han sacado parte de sus depósitos, aunque la entidad reduce las cantidades a "cifras manejables". Para los clientes, el mayor temor es que CaixaBank pudiera quedarse fuera de la zona euro —supondría quedarse sin el acceso a la liquidez imprescindible del Banco Central Europeo— o de la protección del Fondo de Garantía de Depósitos.

Horas después de que se conociera que el Sabadell dejaba Barcelona por Alicante, CaixaBank sigue su camino. La entidad presidida por Jordi Gual barajaba la posibilidad de ir a Madrid, donde ya tiene su filial MicroBank, o Palma de Mallorca. Madrid es un cambio idóneo para estar cerca de los supervisores y de la Administración, pero también es un mensaje muy duro desde el punto de vista político.

Palma de Mallorca está en parte de su zona de origen, ya que en 1904 se fundó la entidad como Caja de Ahorros y Pensiones de Cataluña y Baleares. Además, las islas están dentro del ámbito cultural y lingüístico catalán.

Sin embargo, CaixaBank ha necesitado la colaboración del Gobierno para hacer un cambio acelerado de sede. El problema es que sus estatutos establecen con rigidez que el cambio de sede social debe ser sometido a junta de accionistas. En el Sabadell se puede hacer solo con un acuerdo del consejo, que supone materializar el cambio en 24 horas. El decreto del Consejo de Ministros eliminará el paso por la junta que suponía alrededor de un mes de trámites burocráticos.

Luis de Guindos, ministro de Economía, mantuvo ayer contactos con diferentes grupos políticos para explicar la razón del cambio de la Ley de Sociedades de Capital, que ya fue modificado en 2015. Según fuentes de Ciudadanos, el Gobierno les informó de que estaba preparando el decreto. "No obstaculizaremos ninguna medida que vaya en línea con garantizar los depósitos de los ahorradores", dijo el partido, según informa Juan José Mateo. También el PSOE fue informado y declaró su apoyo.

CaixaBank pretende acabar con los problemas que le podría generar ante inversores y ahorradores estar todo un mes con el proceso de cambio de sede y vivir una junta de accionistas conflictiva. No obstante, es consciente de que su negocio sufrirá en Cataluña por esta decisión, que provocará rechazo político.