¿Qué significa que un banco traslade su domicilio social?
No implica cambios para clientes o trabajadores, pero sí sobre los impuestos y puede influir en la reputación ante depositantes e inversores
Sabadell ha comunicado que trasladará su sede social fuera de Cataluña a Alicante. También está previsto que CaixaBank apruebe este viernes que cambiará su sede de Barcelona a Palma. ¿Qué implicaciones reviste una iniciativa de este tipo?
¿Qué es el domicilio social? Es el centro desde el que se administra una sociedad mercantil. Este debe figurar en los estatutos sociales de la compañía e implica que se está bajo el régimen jurídico que se aplica en esa localidad. En cualquier caso, al tratarse de un banco, la principal legislación que le atañe sería la misma: la de España.
¿Implica algo para los trabajadores de la entidad? La sede física no tiene por qué cambiar. De hecho, Santander tiene el domicilio social en Santander, pero su principal centro de operaciones y el grueso de la plantilla se encuentran en la ciudad financiera de Boadilla del Monte, en Madrid. Y la sede social de BBVA se sitúa en Bilbao, pero su cuartel general está en el edificio de La Vela en Las Tablas, también en Madrid.
¿Significa eso que se paga impuestos en otro sitio? El impuesto de sociedades se abona a la Agencia Tributaria del Estado central y, por lo tanto, importa poco en la práctica dónde se recauda. Sin embargo, una entidad financiera de mucho tamaño paga impuestos municipales y autonómicos por mantener en esa comunidad el domicilio social. Entre ellos, por ejemplo, el impuesto de actividades económicas o el de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados. Y eso sí que cambiaría.
¿Qué ocurre con los clientes y sus cuentas? Los activos y pasivos, es decir los créditos y los depósitos, seguirían bajo las mismas condiciones. Al haberse mudado a otra comunidad dentro de España, continúa rigiendo para ellos la misma legislación. Les protege igual que antes el Fondo de Garantía de Depósitos, y los dos bancos permanecen bajo la supervisión directa del Banco Central Europeo.
¿Qué ventajas ofrece para un banco salir de Cataluña? Para empezar, se trata sobre todo de una cuestión de reputación e imagen de tranquilidad frente a clientes e inversores. Unos y otros perciben el riesgo de que haya una secesión de Cataluña, lo que implicaría la salida del territorio de la zona euro y el fin de la cobertura de liquidez que ofrece el Banco Central Europeo. En principio, aunque la Generalitat declarase la independencia de forma unilateral, si nadie se lo reconoce continúan en España y el BCE seguiría asistiendo con liquidez a estas entidades. Pero aun así, persiste el problema reputacional por dos motivos. De una parte, ni el BCE ni el Estado pueden garantizar que no haya un pánico bancario, ya sea por miedo o por ideología. En este punto, las entidades tienen que valorar dónde tienen más negocio y qué les haría más daño, si una fuga de depósitos en Cataluña o en el resto de España. Entre dos problemas grandes, las entidades han de escoger dónde encajarían un daño menor y actuar en consecuencia. Y la respuesta es que CaixaBank y el Sabadell tienen muchos más depósitos en el resto de España. Así lo ha reconocido en público el presidente del Sabadell, Josep Oliu.
Por otra parte, aunque la mayoría de analistas lo considera poco probable, en el mercado se ha propagado la idea de que la independencia de Cataluña podría ocurrir. Los bancos suelen prestar a largo plazo con el dinero que consiguen a corto plazo. Y obtienen el beneficio gracias a la diferencia entre los tipos a corto y largo. Las entidades recaban en los mercados mayoristas gran parte de esa liquidez que refinancian constantemente. Y el riesgo de una secesión podría estar encareciendo mucho esa financiación.
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