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El granero de legumbres canadiense

La empresa AGT Food and Ingredients distribuye productos en 120 países por valor de 1.490 millones de euros

La demanda de legumbres está aumentando en los países emergentes.
La demanda de legumbres está aumentando en los países emergentes.

Canadá provee el 40% de las legumbres que se consumen en el mundo, sobre todo gracias a los campos de la provincia de Saskatchewan (90% de la producción nacional). Y Murad al Katib (Davidson, 1972), hijo de un matrimonio nacido en Turquía y afincado en esa provincia desde los años sesenta, es el empresario que más hilos mueve en el sector. No es poca cosa controlar una cuarta parte del mercado mundial de legumbres a través de AGT Foods and Ingredients, compañía fundada y presidida por él. "Los agricultores ganan y el mundo obtiene una nueva fuente de proteínas", señalaba en junio Al Katib respecto a los beneficios del cultivo de leguminosas a The National Post.

Saskatchewan ha sido un centro de cultivo neurálgico para Canadá, principalmente de trigo, centeno, maíz, cebada y colza. Sin embargo, a partir de los años ochenta, la producción de legumbres aumentó por dos razones concretas: la alta demanda de estos productos agrícolas en el mundo y la búsqueda de mayor fertilidad de los campos, ya que su cultivo fija el nitrógeno en el suelo. Además, la huella de carbono disminuye al igual que la presencia de insectos que pueden diezmar las cosechas.

Al Katib estudió una licenciatura en comercio en Saskatchewan y un máster en gestión internacional en Arizona (EE UU). Trabajó algunos años en la Embajada canadiense en Washington y en una agencia de promoción internacional para el comercio de su provincia. Durante los viajes por varios países por sus responsabilidades laborales, escuchó comentarios sobre la alta calidad de las legumbres canadienses, pero también respecto a su poca elaboración. Así, encontró la columna vertebral de su proyecto: cultivarlas, pero centrarse sobre todo en su limpieza, separación, clasificación y ensacado. En 2003, abrió su primera planta procesadora en la ciudad de Regina y nombró a su compañía SaskCan.

El éxito llegó rápido. El empresario construyó otras plantas en Saskatchewan y expandió operaciones a Estados Unidos, Turquía, Australia y China. En 2007, la compañía pasó a llamarse Alliance Grain Traders y quedó registrada en la Bolsa de Toronto. En 2014, adoptó su nombre actual: AGT Food and Ingredients. La firma posee 46 plantas, emplea a cerca de 2.200 trabajadores y el año pasado facturó 1.490 millones de euros. Cuenta con productos más elaborados, como pastas y galletas.

Mercado indio

AGT Food and Ingredients llega a 120 países. Sin embargo, sus principales mercados son India y China debido a su población y a otros factores. Desde los años setenta, India ha sido incapaz de satisfacer su demanda con cultivos propios. A su vez, la mayoría de sus habitantes son vegetarianos por motivos religiosos y las legumbres representan una fuente de proteínas. China también depende de la importación de diversos alimentos —legumbres incluidas— y, de igual forma, el Gobierno de aquel país lanzó en 2016 un programa que busca bajar a la mitad el consumo de carne entre sus ciudadanos. El objetivo de Pekín es reducir las emisiones contaminantes producto de la ganadería y mejorar la alimentación como una cuestión central de su política de salud pública. Las legumbres representan una solución y Canadá las produce en grandes cantidades.

El uso de la tecnología ha permitido, tanto a AGT Foods and Ingredients como a otras empresas, un gran crecimiento en términos de producción. Bill ­Greuel, viceministro de innovación en el Ministerio de Agricultura de Saskatchewan, señaló a la cadena CBC que una gran parte del éxito mundial de la provincia con las legumbres ha tenido que ver con importantes inversiones en investigación y desarrollo por parte de productores agrícolas, fabricantes de maquinaria y centros universitarios.

En una entrevista al diario Saskatoon StarPhoenix, Al Katib señalaba que el buen trabajo de su empresa tiene también que ver con la adquisición de una docena de compañías y la construcción de instalaciones en determinados países, con el fin de conectar la producción local con la demanda global, en un sector que se caracteriza por tener márgenes ajustados. Además, las ganancias se multiplicaron cuando tomaron conciencia de ciertas evidencias. "El 80% de nuestras lentejas eran verdes y el 20% rojas, aunque el consumo mundial era de 80% rojas y 20% verdes. Lo que necesitábamos era cosechar más acres, pero asegurarnos que todos estos nuevos cultivos fueran de lentejas rojas".

El pasado 10 de junio, Murad al Katib se vistió de gala y mostró una amplia sonrisa. Ese día recibió en Mónaco el premio Ernst and Young al empresario mundial del año. El jurado subrayó la capacidad de organización y expansión de su compañía y sus prácticas en favor de una agricultura sostenible. "Debemos cambiar la manera de producir alimentos en el mundo. Nosotros, los empresarios, somos la solución", señaló el canadiense en la ceremonia.

El año pasado, recibió el premio Global Citizen de la ONU, ya que AGT Foods and Ingredients ha trabajado de cerca con organismos como la Cruz Roja y el Programa Mundial de Alimentos en Siria, Palestina, Kenia y la República Democrática del Congo para distribuir millones de raciones de comida a refugiados. Asimismo, Al Katib colabora con la Universidad de Saskatchewan en actividades de asesoramiento de la próxima generación de agricultores. El reinado de las legumbres canadienses se consolida con el tiempo y el liderazgo empresarial de Murad al Katib parece que también.

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