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El plátano del ‘telón de acero’

La bananera ecuatoriana Reybanpac se posiciona en el mercado exportando a los países de la ex URSS

Andrew Harrer (Bloomberg)

Allá por los años noventa del siglo pasado, el banano ecuatoriano empezó a venderse en Irán. Un hombre del país persa, con buenos contactos y capital suficiente, pasó una semana a las puertas de Reybanpac, una exportadora de Guayaquil, esperando lo impensable. Quería llevar plátanos a Oriente Próximo. El gerente de la entonces modesta bananera fue el único en Ecuador que le atendió, aunque sin mucha fe. "Vendamos la fruta en Irán. Conozco a la gente adecuada", le propuso el extranjero a Vicente Wong, el hijo del fundador de la compañía bananera. Él, incrédulo, condicionó el negocio a lo imposible: "Si me traes un contrato para todo un año y una garantía por adelantado, cerramos el acuerdo". El hombre se marchó. Pero volvió días después con lo pactado. Wong no pudo negarse. Así comenzó la expansión de la bananera, fundada por su padre en 1977, que poco a poco se hacía espacio en todo el mundo.

Reybanpac (acrónimo de Rey Banano del Pacífico) es ahora la segunda exportadora de banano ecuatoriano y en 2015 llegó a ser la mayor empleadora del país andino con 5.993 trabajadores. Pero hace 40 años, sufría para colocar sus productos en otros países. Competía desde Ecuador con dos gigantes del banano, Dole Ecuador y la Exportadora Bananera Noboa, que surtían de fruta los supermercados de Europa y Estados Unidos.

A su fundador, Segundo Wong Mayorga, de padre chino y madre ecuatoriana, no le quedó otra opción que buscar clientes en los países detrás del antiguo Telón de Acero para dar el salto desde intermediario entre agricultores y exportadores a verdadero exportador bananero. Hoy, Rusia es el principal destino de la fruta nacional y, de hecho, Ecuador es casi su principal proveedor. El 98 % de las importaciones rusas de banano tiene origen ecuatoriano. Para Reybanpac, también es un socio importante: el 20 % de las 450.000 toneladas de banano que exportan al año va a ese país.

No contento con esto, los Wang llevaron su marca también a otras regiones del mundo donde sus competidores eran rivales de peso. El 27% de lo que venden fuera ya tiene como destino la Unión Europea, donde cosecha grandes clientes en Holanda, Alemania y Reino Unido. No ha abandonado Oriente Próximo (14% de las ventas) y ha ampliado los límites de su mercado en Asia (25 %). En América ya vende en Estados Unidos (6 %) y Chile y Argentina (8 %).

El sueño de Wong

FUNDADOR: Segundo Wong Mayorga, hijo de un inmigrante chino pero ecuatoriano de nacimiento, fue el fundador de Reybanpac en 1977. Se casó con Norma Naranjo y tuvieron tres hijos: Vicente (actual presidente de la empresa), Rafael y Gisella. Todos los hermanos trabajan en el grupo.

CONSORCIO: Reybanpac es la empresa insignia del consorcio fundado por Wong Mayorga. Produce, exporta y comercializa. Sus principales líneas de negocio son, aparte del banano, los productos lácteos, forestales, envases plástico, palma y otros bienes agropecuarios.

Puntos a favor

Hay varios puntos que juegan a su favor. El primero es que la variedad Cavendish, que es la única que produce en sus 7.700 hectáreas repartidas por cuatro provincias costeras, tiene buen sabor, cumple con los estándares de calidad internacionales (GlobalGap), mantiene un aspecto terso y un amarillo brillante durante muchas semanas y llega con mejores precios que otros plátanos. "Es bueno, bonito y barato", resume Vicente Wong desde su oficina en Guayaquil.

Todo ello se debe, en buena parte, a dos factores. Tiene larga vida en percha y, además, el clima y la tierra ecuatorianos permiten cosechar durante todo el año. "Una ventaja importante es que tenemos fruta disponible cuando el mercado más la demanda, que es en la primera mitad del año. Los otros orígenes, como Colombia, Perú o Costa Rica, tienen ciclos distintos y sus picos de oferta están en el segundo semestre cuando la demanda es menor", explica el empresario.

"El racimo de banano es producido en nueve meses, luego enfundado y cosechado en aproximadamente 12 semanas, después pasa por un proceso de empaquetado donde, en el mismo día, se guardan todos los cuidados", detalla. Una vez que está en cajas de cartón y palés, se inicia el transporte: o en contenedores refrigerados o bajo la bodega de barcos. "El tiempo de tránsito hacia el norte de Europa es de alrededor de 18 o 20 días. Al llegar a destino, aún verde, el banano tiene que pasar por cámaras presurizadas donde se induce la maduración con gas etileno", antes de distribuirse por los supermercados, ya con la etiqueta de Favorita, marca del consorcio ecuatoriano al que pertenece Reybanpac.

Esa cosecha estable durante todos los meses del año es la que sustenta este negocio de mano de obra intensiva. Y ahí, aparte de generar empleo, Reybanpac es consciente de que debe proporcionar incentivos o condiciones óptimas de vida para frenar la emigración rural hacia la ciudad. "Hace unos años, el 60% de la población vivía en el campo y el 40% en la ciudad; ahora es al revés", expone Wong. La fundación familiar desarrolló un programa para construir escuelas en las poblaciones aledañas a las haciendas de cultivo. Unos 300 niños van a clases de primaria y otro centenar a secundaria.

Papel social

Vicente Wong hace especial hincapié en el papel social. "No todo son dólares y grandes grupos económicos. Aquí, de verdad, le damos importancia al medio ambiente y a las personas", reitera. No solo crean escuelas o protegen un bosque húmedo con el proyecto Centro Científico Río Palenque, sino que la empresa ha orientado sus inversiones hacia la sustentabilidad. "Buscamos más eficiencia en los procesos de empaquetado y productividad en el campo. El uso de tecnologías digitales, biotecnologías, uso de energías limpias, nos permite mantener una sustentabilidad social, ambiental y económica con estándares internacionales".

Estas prácticas se reflejan también en mejores cifras de producción. Un aspecto que hoy es más necesario, gracias al acuerdo comercial que acaba de firmar Ecuador con la Unión Europea. Pese a los mecanismos de defensa que el bloque de los 28 ha establecido —para proteger al plátano de Canarias y de los territorios franceses en el Caribe— el país y Reybanpac tienen la oportunidad de enviar más fruta. Pero sin plantar más. La legislación ecuatoriana, explica, prohíbe nuevas siembras de banano y a la empresa le toca ser más eficiente: producir más con los mismos recursos.

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