Cerdo “ibérico”, ¿patrimonio español o del mundo?
Los ganaderos exigen a Agricultura que proteja la denominación para impedir que se produzca en otros países que importen la genética
Lo “ibérico” es una imagen de calidad a la que, de acuerdo con la actual normativa, está amparada la producción de la industria de todo el territorio español en el segmento de animal de cebo criado en granjas intensivas. Ese método podría ser importado por productores de otros países simplemente cumpliendo las normas sobre alimentación y genética del cerdo, ya que no hay ninguna figura que proteja la denominación actualmente.
Esta posibilidad constituye hoy un motivo de preocupación en el sector. Por esta razón, productores e industriales del porcino ibérico, de bellota o de cebo, desde el seno de la organización interprofesional del sector (Asici) solicitarán al Ministerio de Agricultura la puesta en marcha de un proceso para lograr la protección del término “ibérico”. Exigen que esa denominación solamente se pueda utilizar en las producciones que, además de cumplir la normativa oficial, cuyos animales se hayan criado y sacrificado en la Península.
Con esta medida se pretendería evitar que, de acuerdo con la actual normativa, se puedan producir cerdos ibéricos de cebo en cualquier país, alimentados con pienso, siempre que cumplan las exigencias de la genética que requiere un mínimo del 50% de la raza. Fuentes del Ministerio han señalado su disposición a acometer ese proceso, siempre que la petición sea unánime de todo el sector.
Actualmente solamente cuentan con una protección como figura de calidad las denominaciones de origen como Guijuelo, Dehesa de Extremadura, Los Pedroches y Huelva. Nadie puede utilizar esas denominaciones fuera de esas zonas. Sin embargo, no existe una figura de calidad reconocida por las autoridades comunitarias y protegida a todos los efectos en el exterior en relación con el término “ibérico”.
Solo en España y Portugal
Por ese motivo, se reclama la posibilidad de que la misma se acoja bajo una “indicación geográfica protegida”. Ello evitaría que se pudieran producir y comercializar como tales, cerdos con una genética ibérica mínima en cualquier parte del mundo fuera de la Península, donde también se incluye Portugal.
Desde el sector productor más ligado a la dehesa, Juan Gómez, propietario de la empresa Joselito, una de las marcas más emblemáticas junto a Cinco Jotas, del grupo Osborne, considera que el ibérico es un patrimonio español.
En su opinión, además de tener esa protección como figura de calidad, los gobiernos podían haber diseñado una estrategia igual a la aplicada por Japón para proteger la raza Kobe wagyu en carne de vacuno, de la que no se permite exportar su genética. José Gómez recuerda que los productos de lo ibérico, incluidos los de cebo, estuvieron siempre ligados a las zonas de dehesa, en contra de lo que permite la normativa actual.
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