Los productores de refresco en México dicen que el impuesto es inútil
La patronal niega que las ventas hayan caído un 6% en el último año tras la creación de la carga fiscal
La industria del refresco en México cree que el impuesto a las bebidas azucaradas, implementado el año pasado, no está funcionando. La Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) ha negado que las ventas hayan caído significativamente durante 2014, como lo señala un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública y la Universidad de Carolina del Norte. Por el contrario, la patronal señala que los mexicanos gastan más dinero para conservar su nivel de consumo de refrescos y que el combate a la obesidad, anunciado por la autoridades, no está ocurriendo.
Jorge Terrazas, director de la ANPRAC, ha desvelado que las compañías refresqueras han registrado pérdidas del 2,5% en el último año. En junio, el otro estudio estimaba que la caída del sector era de alrededor del 6% y que los consumidores poco a poco estaban cambiado sus hábitos de consumo. Según la patronal, los mexicanos apenas han recortado 6,2 calorías en su ingesta de alimentos, muy poco comparado con las 3.024 calorías que consumen diariamente.
“Confirmamos la regresividad del impuesto, además de que afecta a las clases populares y con menos ingresos porque ellos siguieron comprando refrescos y tuvieron que sacrificar el gasto que hacían en otros productos como, por ejemplo, los de aseo e higiene”, argumenta Terrazas. La ANPRAC ha reconocido que el Gobierno mexicano ha conseguido una gran recaudación (31.540 millones de pesos) al implementar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicio (IEPS), pero que el destino de estos ingresos todavía no es claro.
La industria mexicana del refresco está preocupada por su propio patio. México es el mayor consumidor de refresco del mundo, unos 163 litros por persona en un año, y la producción de estas bebidas supone un 1,1% del Producto Interno Bruto (PIB). El impuesto, defiende Terrazas, ha significado la pérdida de 1.700 empleos en las empresas refresqueras y podría impactar negativamente en las futuras inversiones del sector. Los refrescos en México están gravados con IVA y con IEPS, lo que denota que un 31% de su valor actual son impuestos.“Creemos que la carga fiscal es alta. Otro productos no tienen el doble de impuestos”, demanda Terrazas.
La ANPRAC ha pedido al Gobierno mexicano que implemente políticas públicas para combatir la obesidad que no afecte a las empresas, ni al bolsillo de los ciudadanos. “Queremos que se revise la efectividad del impuesto para combatir la obesidad, saber si realmente es viable y si su efecto ocurre en la disminución del dato calórico”, apunta Terrazas.
México es el segundo país con más personas obesas en el mundo, después de Estados Unidos. El consumo diario de refresco de los mexicanos es de 400 mililitros. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que consumir 355 mililitros diarios de refresco aumenta el 60% la posibilidad de padecer obesidad y que beber un litro diariamente incrementa un 25% el riesgo de padecer diabetes. Las mesas de los mexicanos todavía tienen en el centro una botella de refresco y la batalla contra la obesidad todavía no tienen un vencedor.
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