México le pone impuestos a la comida preparada
El Gobierno ajusta el IVA del 16% para 28 productos preparados que se venden en tiendas de alimentación
Los precios de los alimentos preparados incluyen desde este miércoles 16% de IVA en México. El Gobierno mexicano ha ajustado el impuesto para 28 productos que se venden en tiendas de alimentación. La lista incluye desde sandwiches, perritos calientes, hamburguesas, hasta tacos, tamales y nachos. La medida entra en vigor un año y medio después de la implementación de un gravamen especial para alimentos con alto contenido calórico, para combatir la obesidad.
El impuesto, ha explicado el fisco mexicano, no es nuevo y existe desde hace 15 años pero solo se cobraba en restaurantes. La mayoría de los alimentos en México están sujetos a una tasa 0% de IVA, a excepción de aquellos que se preparan para comer en un local. El ajuste sirve para homogeneizar el cobro de impuestos por este tipo de productos que también se venden en tiendas de alimentación como Oxxo y 7Eleven. “La autoridad detectó que algunos establecimientos no están aplicando lo que señala la Ley, ya que en ciertas tiendas a estos productos se les aplica la tasa de 0% y en otras tiendas la del 16%, afectando así a los consumidores”, explica el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en un comunicado.
Una parte esencial de los hábitos de alimentación de los mexicanos son los llamados antojitos: tacos, tortas, tamales y quesadillas. El impuesto se cobrará a estos y otros productos que se vendan tanto en restaurantes como en tiendas de alimentación. Sin embargo, una buena parte de estos alimentos pueden conseguirse en puestos callejeros, que no están registrados ante las autoridades fiscales y que no reportan impuestos. Un 60% de los mexicanos trabajan en la economía informal, muchos de ellos vendiendo comida.
México es el segundo país con más personas obesas, después de Estados Unidos. Ante las cifras, el Gobierno mexicano implementó el año pasado el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) para gravar alimentos con alta densidad calórica (275 kilocalorías por cada 100 gramos), con un 8% de impuesto, y las bebidas con azúcar añadida, con un 10%. Los primeros resultados han arrojado un descenso del 6% en la venta de estos productos, aunque habrá que esperar algunos años para confirmar que el impuesto desalienta la compra de estos productos.
Después de la reforma fiscal de 2013 —en la que comenzó el cobro de impuestos a la comida chatarra— el presidente mexicano Enrique Peña Nieto prometió que no se crearían nuevos impuestos hasta 2018. “Únicamente se realizarán ajustes al marco tributario en respuesta a eventos macroeconómicos sustanciales ante los cuales sea imperante realizar modificaciones”, puntualizó, en febrero de 2014, el ministro de Hacienda, Luis Videgaray. Las tiendas ya han cambiado sus precios. “Gravaremos los productos”, ha anunciado FEMSA, la firma propietaria de 12.863 tiendas de alimentación Oxxo, la cadena más grande del país.
Impuestos para...
Sándwiches o emparedados, cualquiera que sea su denominación.
Tortas o lonches, incluyendo las denominadas chapatas, pepitos, baguettes, paninis o subs.
Gorditas, quesadillas, tacos o flautas, incluyendo las denominadas sincronizadas o gringas.
Burritos y envueltos, inclusive los denominados rollos y wraps.
Croissants, incluyendo los denominados cuernitos.
Bakes, empanadas o volovanes.
Pizzas, incluyendo la denominada focaccia.
Guisos, incluyendo las denominadas discadas.
Perritos calientes (hot dogs) y banderillas.
Hot cakes.
Alitas.
Molletes.
Hamburguesas.
Bocadillos (snacks).
Sushi.
Tamales.
Sopas Instantáneas.
Nachos
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