A vueltas con las toxinas

María se echa a temblar cada vez que se acercan unas fiestas o un puente. Cenas fuera de casa, comidas domingueras con la familia, noches que se alargan demasiado con copas, meriendas de café y tarta... Ya está harta. "Durante la semana intento no llenarme mucho ni comer fritos porque después de almorzar tengo que volver a la oficina y ni quiero estar pesada ni quiero engordar", explica mientras pincha la ensalada mixta que mira con tristeza. "Intento cuidarme, pero los excesos son cíclicos y utilizo un día para desintoxicarme. Miro por Internet y elijo lo que más me interesa. O sea, muchas verduras, muchos tés y nada de carne ni alcohol". Lo que escribe en Google es: dieta detox, abreviatura de detoxificación. Un plan que de un tiempo a esta parte se ha puesto de moda con el objetivo de eliminar las toxinas del organismo, purificarlo, hacer que rinda al ciento por ciento y perder peso. Porque, dice María, "nuestro aspecto refleja toda la porquería que le metemos".

El médico de Gwyneth Paltrow prohíbe las fresas, el tomate, la leche, las patatas y el trigo

Las dietas depurativas sanas eliminan líquidos, equilibran el colesterol y descongestionan el hígado tras los excesos

El ya clásico adagio de soy lo que como. Los defensores de esta dieta arguyen que las sustancias tóxicas procedentes de la contaminación y de los alimentos, como fertilizantes, insecticidas, fungicidas, mercurio, arsénico, colorantes o conservantes, pueden provocar problemas de salud y enfermedades. Los síntomas: cansancio, estrés y dolores. Por eso recomiendan regímenes que pueden durar desde tres semanas hasta un día, dependiendo de cada caso y del experto,, y se basan en una dieta con predominio de vegetales y sin precocinados, sin conservantes, sin sal y con la eliminación de algunos hábitos, como el tabaco y el alcohol. El resto de prácticas y de alimentos difiere según se consulte a un experto u otro, como los ayunos. En general, los adeptos certifican que se clarifica la mente, se fortalece la memoria, mejora la circulación, se desarrollan las funciones vitales y se purifica la piel. Las celebrities de Hollywood lo han abrazado como el maná del cielo.

Una de ellas es Gwyneth Paltrow, que incluso cuenta en su blog (http://goop.com) el programa del doctor Alejandro Junger, llamado My Clean Program, que consiste en 21 días o una versión para principiantes de tres jornadas. Junger prohíbe frutas como la naranja, la fresa o el plátano y vegetales como el tomate y las patatas, sustituye los lácteos por leche de almendra o de arroz, prohíbe el trigo, las proteínas animales y vegetales y las salsas, y hace hincapié en la ingesta de algunos tipos de vegetales frescos y crudos, aceites de almendra o sésamo, agua filtrada o mineral, tés y azúcar de coco. Al final del día, recomienda unas cucharas de aceite de oliva para estimular el hígado, eliminar la bilis y mantener la circulación. Todo, combinado con suplementos vitamínicos, deporte, meditación y 15 minutos diarios de sol. Gwyneth opina que "hace maravillas".

Ejemplo de un día detox para Junger (con horario anglosajón): un vaso de agua con limón a temperatura ambiente a las siete de la mañana, un té natural a las ocho, un batido de mango con leche de coco a las diez, agua de coco a las once y media, sopa de miso con berro a la una y media, un puñado de arándanos a las cuatro como merienda y salmón con verduras (col, espinacas, acelgas, diente de león, perifollo, estragón y perejil) al vapor a las seis.

Las respuestas a estos médicos que se salen del guión clásico no se han hecho esperar. Muchos nutricionistas califican de peligrosos a este y otros regímenes, como el famoso Dukan, que ha devuelto la alegría a millones de personas en todo el mundo. Emma Ruiz, de la Fundación Española de la Nutrición, lo dice del tirón: "No es más que otra dieta milagro que no tiene justificación científica. Nuestro organismo crea anticuerpos en cuanto detecta toxinas dañinas y las elimina. Si no, enfermaríamos. No entendemos por qué recomiendan comer arroz y no trigo. Esa restricción tan alta de alimentos, con muy pocas calorías, no cubre las cantidades de vitaminas y minerales que nos hacen falta". Álvaro Sánchez, nutricionista del centro de adelgazamiento de Madrid MedicaDiet, tampoco recomendaría nunca una dieta así ni siquiera para un día. "Pierdes peso, mucho líquido y también masa muscular, de tal forma que cuando ganemos kilos lo haremos en forma de grasa".

La grasa, ese elemento demonizado en la sociedad. Se pega al vientre, a las piernas, al trasero. Y a veces se come más fruta y verdura, pero en detrimento de otros alimentos. Sánchez alerta de los peligros: "Si bajamos los hidratos y las proteínas, eliminaremos desechos, pero estaremos cortos en hierro y en vitaminas del grupo B, que sirven para la concentración y la memoria. También nos faltarán los triptófanos de los lácteos, los huevos y el pescado. Y sin carbohidratos y sin glucosa estaremos flojos. Por lo tanto, es falso que estos métodos aporten claridad y bienestar mental". Su consejo para purificar el organismo es llevar una dieta equilibrada con grasas insaturadas, sin conservantes y con alimentos libres de químicos. Sánchez pone un ejemplo: una naranja ecológica tiene un 25% más de vitamina C.

La polémica de los productos químicos empleados en el campo está en el aire. El pasado mes de enero saltó el caso de los piensos con dioxinas que utilizaron granjas alemanas para alimentar cerdos y que acabaron contaminados. Las toxinas se absorben en su tejido adiposo y los productos derivados de ellos contribuyen, según algunos estudios, a provocar cáncer y daños en los sistemas inmunológico y reproductivo. Ana Troncoso, directora de la Agencia Española para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición, quita hierro al asunto. Según ella, los productos de una huerta donde se han utilizado plaguicidas o pesticidas no son menos sanos. "La legislación es muy férrea y para que se autorice su uso han de pasar unos protocolos muy exigentes. Esos productos son inocuos porque la cantidad permitida es mínima". Explica que no tenemos tantos tóxicos en el cuerpo y que la detoxificación se produce bebiendo líquidos y miccionando. No hay más formas.

Alfredo Bataller tuerce el gesto. No está de acuerdo. Él mismo comprobó hace años en sus propias carnes las bondades de la alimentación ecológica. Arrastraba una enfermedad desde su juventud y en el año 2000 esos problemas se agudizaron. Preocupado, contactó con un médico naturista, que le puso a comer de otra forma. Sus achaques desaparecieron y en 2007 abrió SHA Wellness Clinic, un centro de sanación física y espiritual en la playa de L'Alfàs del Pi, bajo el sol de Alicante y a los pies de la sierra Helada. El paciente/huésped aprende un estilo de vida y sale de la clínica con un plan de salud personalizado bajo el brazo y un respeto pleno al director de medicina natural, el japonés Michio Kushi, consejero habitual de la Organización Mundial de la Salud y todo un emblema de las terapias naturales.

A todo esto se le unen análisis clínicos iniciales de cada paciente, consultas médicas, sesiones psicológicas, acupuntura, masajes shiatsu, drenajes linfáticos, ejercicio y sesiones de flotarium. SHA se ha posicionado entre las clínicas más prestigiosas del mundo y hasta aquí se acercan Killye Minogue, Elsa Pataky, Naomi Campbell, primeras damas y personalidades de la nobleza.

Bataller cree firmemente en el modo de vida detox: "Los malos hábitos, los tóxicos de pesticidas, los conservantes y colorantes y el estrés van dejando residuos en nuestro organismo y provocan enfermedades. De hecho, la mayoría provienen de un desequilibrio en nuestro cuerpo". En SHA disponen de dos programas de detoxificación: uno de 14 días y otro de una semana. Asegura que la alimentación es la clave: "Nuestra base es la cocina macrobiótica. Hay que reducir a la mínima expresión el consumo de carne, que se sustituirá por tofu y soja. Potenciamos fuentes de calcio alternativas a los lácteos, como son los cereales integrales y algunos tipos de algas, y promovemos el consumo de legumbres, hongos usados en Asia desde hace siglos, como el shiitake, verduras y frutas ecológicas según la estación. Y nada de azúcar ni harinas refinadas".

¿Y qué hay del polémico ayuno? Bataller lo recomienda solo en casos muy excepcionales. Leticia Carrera, farmacéutica, nutricionista y directora del centro de tratamientos médico-estéticos Felicidad Carrera, recalca que "nunca debemos hacer periodos de ayuno ni dietas drásticas, sino cinco comidas al día sin saltarnos ninguna". Aun así, ella sí cree en las dietas depurativas saludables, que ayudan a eliminar el exceso de líquidos, equilibrar los niveles de colesterol y triglicéridos tras una época de excesos, descongestionar el hígado y favorecer las digestiones. Carrera propugna los alimentos cocinados a la plancha, al horno o al vapor para que mantengan todas las propiedades.

María, la chica interesada en el detox, dice que sí, que muy bien, que está de acuerdo, y predica con el ejemplo entre semana, aunque le cueste. Solo tiene una debilidad que le hace sentirse culpable: las croquetas de su madre.