Todo empezó con una simple conversación de parque. Hace un año, más o menos por estas fechas. "Mi hijo ha entrado en La Paloma porque lo he empadronado en casa de unos amigos que viven por aquí", dice una madre con aire triunfalista. Así, como quien no quiere la cosa.
"Pobrecillos, que Dios los perdone". La piadosa anciana clama el perdón y aguanta la solana sentada en una silla en la explanada del campus de Somosaguas de la Complutense, junto a los altavoces que retransmiten la misa del interior de la capilla. Cerca de un millar de personas se acercaron a la ceremonia "de desagravio" que ayer organizó el Arzobispado de Madrid.
Elecciones municipales y autonómicas
La marca PP será el objetivo de los socialistas durante la próxima campaña electoral. Una táctica que consistirá en recordar que en estas elecciones no se trata solo de revalidar o no el mandato de la presidenta Esperanza Aguirre, sino de decidir si los populares deben o no cumplir dos décadas al frente de la Comunidad de Madrid.
Agustín de Argüelles vuela por los aires, tranquilo y confiado. Con el gabán abierto -el calor de la mañana de ayer indicaba que se acerca la primavera- y los libros a sus pies, retorna a su barrio, esta vez a la esquina del paseo del Pintor Rosales con Ferraz, a escasos 200 metros del lugar donde sufrió el terrible accidente que lo envió al taller de restauración del Ayuntamiento.
SINGULARES
| Ismael Fernández de la Cuesta, académico de Bellas Artes
RAFAEL FRAGUAS | MADRID