63º Festival de Cannes
Cannes, perla de la Riviera: sus playas (de pago), sus boutiques, bares y restaurantes (carísimo todo), su mezcla inasible de elegancia y horterada, sus fiestas salvajes -menos salvajes que nunca por culpa de la crisis-, sus superyates, sus jeques árabes, su prostitución de lujo, sus productores octogenarios rodeados de veinteañeras en flor, sus hotelazos de ultralujo.
Hay algo mucho mejor que las películas de Woody Allen y es el propio Woody Allen. Da igual la pregunta o el asunto, el cineasta neoyorquino siempre tiene una respuesta ingeniosa al alcance de la mano. Allen, de 74 años, se disculpa por el resfriado (es conocida su hipocondría, esa neurosis con la que comulgan tantos grandes hombres) que le ha contagiado su hija.
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Feria de San Isidro
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