Rajoy suaviza sus ataques a Chávez tras entrevistarse con Uribe

Una de cal y otra de arena. Mariano Rajoy ha querido lanzar con su visita a Colombia un mensaje de rechazo total a Hugo Chávez, el presidente venezolano, pero ayer decidió suavizar mucho su discurso. Lo hizo después de reunirse durante más de una hora con Álvaro Uribe, el presidente saliente colombiano, que dejará el poder tras las elecciones de mayo. Rajoy había sido durísimo el día anterior en un mitin del PP colombiano, y llegó a decir que Chávez "no es demócrata" porque no acepta el auto del juez Eloy Velasco que atribuye apoyo venezolano a la alianza ETA-FARC. Sin embargo, en una comparecencia ante la prensa en los jardines del Palacio de Nariño, la sede de la presidencia, Rajoy evitó atacar directamente a Chávez, e incluso dejó sin responder preguntas sobre sus propias palabras del día anterior.

Evitó así provocar al venezolano y dar satisfacción a los medios colombianos, que le preguntaban por esa relación ETA-FARC buscando que lanzara las críticas a Chávez que el Gobierno colombiano ha dejado de promover públicamente. Rajoy habló con Uribe de este asunto, según fuentes populares, y el colombiano le explicó que en este momento hay un proceso de mediación encabezado por Leonel Fernández, presidente de la República Dominicana, para tratar de resolver el conflicto diplomático entre Venezuela y Colombia.

Uribe y su entorno han apostado así por la vía diplomática, y Rajoy, que con este viaje pretende mejorar su descuidada imagen internacional y reforzar su papel de hombre de Estado, optó por la prudencia. "La lucha contra el terrorismo debe ser global. Todos los países democráticos deben ser claros y contundentes y colaborar con la lucha del terrorismo", explicó Rajoy para zanjar enseguida a las preguntas específicas sobre Chávez: "No voy a entrar en mayores detalles sobre el Gobierno de Venezuela. Espero que las cosas vuelvan a su cauce".

Rajoy apoyó sin matices a Uribe, y rechazó las críticas por violaciones de derechos humanos en Colombia en la lucha contra las FARC -en especial la polémica de los llamados falsos positivos, campesinos asesinados para cobrar la recompensa como si fueran miembros de la guerrilla-. "Colombia es un país en el que se respetan los derechos humanos, que se ha sometido a las investigaciones de la ONU", sentenció Rajoy.

Sus palabras sobre Chávez en el Palacio Nariño fueron muy distintas a las del día anterior, en la inauguración de la sede del PP en Colombia. Acompañado por Alfredo Prada, responsable del PP en el exterior, y Jorge Moragas, secretario de Relaciones Internacionales, el líder del PP fue recibido con gran entusiasmo por los militantes colombianos como "la esperanza de España". A ellos les dijo en referencia a Chávez: "Quien no colabora con el terrorismo, quien no atiende los autos y sentencias de los tribunales, no es un demócrata y así hay que decirlo".