Con menos de cien metros de distancia, Valencia mostró ayer su dicotomía y la del mundo. Por una parte, la inauguración oficial de la competición de la 33ª Copa del América y, por otra, una paella solidaria para ayudar a la reconstrucción de Haití.
Gabriel Miró mantuvo una intensa relación epistolar con amigos, escritores y políticos. La publicación de las cartas permite trazar múltiples radiografías.
El paso por la Consejería de Bienestar Social del vicepresidente de la Generalitat Juan Cotino (junio 2007-agosto de 2009) no solo dejó a la Comunidad Valenciana a la cola en la aplicación de la ley de la Dependencia en España. También se tradujo en un aumento del volumen de negocio de la red de residencias de la tercera edad vinculada a su familia.
En 2007 Valencia vivió lo que los expertos llaman efecto champán. En toda regla. La celebración de la 32 edición de la Copa del América (que en realidad duró tres años, no tres días como la que empieza hoy en el puerto de Valencia) en la cima de una época de exuberancia económica impulsó el turismo en la ciudad.
"Llevo 13 años en esto, en los que he producido 17 películas que he conseguido financiar al cabo de tres años sin ganar dinero". Así funciona el negocio de Lluís Miñarro, productor por vocación de cine independiente de autores de culto como Isabel Coixet, Marc Recha, José Luis Guerín, Albert Serra o Manuel de Oliveira, y que cuenta ya con años de experiencia exportando a los mejores festivales del mundo películas que luego apenas ven unos miles de personas en las salas comerciales de España.
LUCÍA GADEA | Alcoi
Arquitectos y vecinos de Alcoi reivindican la conservación de la fachada del cine Goya que el Ayuntamiento autoriza a derribar