Los capitalistas de desastre

Dice Naomi Klein que las crisis humanitarias como las de Haití son como botes de miel sobre los que de repente se abalanzan muchas moscas. Se refiere a "los capitalistas de desastre", es decir, quienes encuentran en el desastre una excelente oportunidad para ganar caros contratos de reconstrucción, de consultoría... o a quienes les interesa tener un Haití políticamente distinto.

Este tipo de moscas -dice- se amparan en la urgentísima necesidad de socorro de las miles de víctimas, pero no tardan en mostrar que sus prioridades son muy distintas de las prioridades de las víctimas. Ante el libre, corrido y casi caótico concurso de la ayuda, entonces se despliegan simultáneamente ayudas útiles a los haitianos, junto a ayudas falsas que responden antes a las moscas que a los haitianos. Una suerte de anticooperación de aspecto solidario.

Por eso creo que debemos distinguir el grano de la paja. Entre la paja, en mi opinión, los contratistas, los militares y algunos burócratas multilaterales como los del FMI, que poco o nada tienen que ver con la ayuda que necesitan los haitianos. Entre el grano, muchas ONG, personas y agencias de cooperación que llevan ya su tiempo trabajando en Haití.