El virus avanza más rápidamente que los planes de urgencia autonómicos
El Gobierno dio en agosto las últimas guías para actuar ante la pandemia
La necesidad de reorganizar los servicios hospitalarios para hacer frente a una pandemia de gripe ya la planteó el Ministerio de Sanidad en 2003, cuando se esperaba al H5N1 de la gripe aviar. Ya ante el H1N1 se dieron directrices más concretas el pasado agosto, a instancias del Consejo Interterritorial celebrado en julio. Pero la mayoría de las comunidades todavía no se ha puesto manos a la obra, o no lo han contado.
El documento Sugerencias de reorganización hospitalaria para aumentar la capacidad de atención de cuidados intensivos, de cinco páginas, insiste en que hay que "aumentar la capacidad para tratar a pacientes con neumonías y, disponer "ventilación mecánica y/o cuidados respiratorios especializados para un elevado número de pacientes". Este supuesto tiene una consecuencia clara: "Podría ser necesario dedicar todos los medios técnicos del hospital" a estos casos, "suspendiendo la actividad quirúrgica programada".
Suspender operaciones y aislar enfermos son parte de las propuestas
Más general, Criterios básicos y comunes para los planes de respuesta de los servicios de salud ante la pandemia de gripe A, de 11 páginas, calcula que "la primera oleada podría durar como mínimo ocho semanas" y afectar al 25% de la población. Ante esta situación, "se considera necesario el aumento o redistribución de recursos de personal sanitario y no sanitario". Esto incluye la "apertura de camas de reserva", la "instalación de nuevas camas en zonas habilitadas", crear una comisión en cada hospital y reasignar personal, "si es el caso".
El plan andaluz para la gripe pone su mayor empeño en evitar el colapso de las urgencias con falsos casos de gripe o personas con síntomas leves. Para ello, la Junta ha puesto en marcha una campaña de información con una línea de atención telefónica (902 505 060), para las consultas sobre la enfermedad. Si, aún así, la afluencia a los centros sanitarios fuera superior a la habitual en otras gripes, se prevé un incremento y reorganización de todos los recursos. En ningún caso se ha previsto la cancelación de consultas o intervenciones. Además, la Junta tiene un plan de respuesta ante la pandemia, que se ha ido actualizando desde finales de abril. Ya va por la décima versión. Este documento da pautas para el manejo de los casos; el protocolo de alerta; el tratamiento a los enfermos -ingresados y en casa-; del uso de antivirales o las medidas higiénicas y sanitarias para los pacientes.
La sanidad valenciana no ha elaborado informes sobre la evolución de la enfermedad y su repercusión en la actividad asistencial, ya que "la situación es muy cambiante", según fuentes de la Generalitat. De momento, la Administración ha diseñado un plan de refuerzo para atender los casos más graves en los hospitales La Fe y Militar (Valencia) y San Juan (Alicante). En La Fe está previsto habilitar un servicio específico de consultas, y existe la posibilidad de contar con 76 camas, de las que 14 están en aislamiento. En el Hospital Militar hay otras 76 camas (36 en aislamiento) y en San Juan, 30.
El Departamento de Sanidad del País Vasco cuenta con un protocolo de actuación para paliar la posible saturación de los centros sanitarios. Los hospitales públicos suspenderán las operaciones que no sean urgentes y destinarán el mayor número de camas que se liberen a los afectados. También se prevé crear salas de espera específicas para los sospechosos. Y, si el número se incrementa, se utilizarán dependencias que en la actualidad se destinan a otras consultas. Las primeras camas que ocuparán los enfermos de gripe A serán las de Neumología. Luego, las de Medicina Interna. En última instancia, se usarían las camas de las unidades de Cirugía. Los médicos y enfermeras de los quirófanos que se queden sin trabajo se dedicarán a la atención de los afectados por la gripe. Sanidad estudia prorrogar los contratos temporales del personal sanitario a medida que vayan finalizando mientras dure la gripe. Además de contratar a más profesionales, en último extremo se recurrirá a medicos y enfermeras jubilados. Y para asesorar a los enfermos y a la población en general, se pedirá la ayuda de los estudiantes de Medicina.
En Cataluña. el Departamento de Salud está ultimando los protocolos de actuación de los ocho hospitales catalanes que gestiona directamente y que prevén la ampliación de las camas de Unidades de Cuidados Intensivos, la reconversión en UCI de salas de semicríticos e incluso la suspensión de un 5% de las intervenciones quirúrgicas programadas, sobre todo de ortopedia. El Hospital Clínico, de 800 camas, ya lo ha terminado. Prevé que entre el 8% y el 12% de su personal (3.800 trabajadores) se contagie, la ampliación de 72 camas hospitalarias y la suspensión de hasta el 75% de las operaciones.
Con información de Reyes Rincón, Jaime Prats, Eduardo Azumendi y Josep Garriga.
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