Madrid planea suspender el 70% de las operaciones si se agrava la gripe
El "plan de respuesta ante la pandemia" prevé que un 25% de profesionales sanitarios esté de baja - Se habilitarán más camas y se movilizará a voluntarios
Si la gripe A resulta ser tan contagiosa como prevén las autoridades sanitarias -la OMS habla de un 30% de afectados-, la Comunidad de Madrid quiere estar preparada para que el sistema sanitario sea capaz de atenderlos a todos. Por eso está dispuesta a tomar decisiones tajantes, como retrasar o suspender la actividad quirúrgica programada, es decir, la no urgente. Si fuera necesario, se suprimiría el 70% de las operaciones planificadas, según recoge el Plan de preparación y respuesta ante una pandemia de gripe en la Comunidad de Madrid, al que ha tenido acceso EL PAÍS.
El documento, de 207 páginas, anticipa que se puede producir una "saturación de los centros sanitarios", lo que obligaría a suspender las operaciones "que no supongan un riesgo vital para el resto de los usuarios". Como sucede con los planes de contingencia de cualquier empresa, una de las primeras medidas que se deben tomar es identificar las actividades de las que se puede prescindir. A las operaciones programadas, el plan suma las consultas externas no preferentes, las pruebas diagnósticas no preferentes y los ingresos programados.
La estancia media de los pacientes en el hospital será de siete días
Sanidad se plantea suprimir vacaciones del personal en la fase más agresiva
Con ello se consigue aumentar la capacidad asistencial y quedarán "recursos liberados". Los humanos serían "cirujanos, anestesistas y profesionales de enfermería" por la suspensión de la actividad quirúrgica, de las consultas externas y de las pruebas diagnósticas. Los recursos materiales disponibles serían quirófanos, salas de reanimación, monitores, respiradores y camas. En el caso de que ni siquiera eso fuera suficiente, el plan prevé "recursos extraordinarios": habilitar "camas de reserva", optimizar la utilización de camas en centros de apoyo e instalar "nuevas camas en las zonas habilitadas para tal fin".
De llegar la saturación que menciona el plan, también sería necesario "contar con la colaboración de otros organismos o instituciones que puedan prestar cuidados médicos, como pueden ser centros de día, residencias de ancianos, etcétera". Dependiendo del impacto de la pandemia, incluso se podría incorporar a los servicios de salud a "voluntarios y/o personal sanitario que en la actualidad no se dediquen a la atención sanitaria". Otra de las medidas, ésta menos sorprendente, sería la "contratación de personal adicional".
La Consejería de Sanidad ha trabajado tomando como base el escenario que considera "más probable": una tasa de ataque del 25% en la primera ola pandémica. Una ola que tendría una duración de ocho semanas durante las cuales "la disponibilidad de los trabajadores sanitarios se reducirá en un 25%". O bien porque ellos mismos estén griposos o porque necesiten "atender a sus familiares enfermos". Durante ese periodo, "se cambiará la organización habitual de los servicios sanitarios en todos los niveles de atención".
El texto cita como ejemplo la asignación de funciones del personal, que será reubicado "para rentabilizar al máximo los recursos existentes". La viceconsejera de Asistencia Sanitaria, Ana Sánchez, explicó que una de las medidas que se va a tomar es cambiar de puesto a las trabajadoras embarazadas, de forma que no estén en primera línea de atención, por ejemplo, en urgencias. Su consejería, añadió, ha estado trabajando para que todos los hospitales tengan su propio plan de contingencia, a partir de unas directrices comunes. También contempla la "suspensión de permisos y vacaciones en el punto álgido" de la pandemia.
El plan de pandemia de la Comunidad de Madrid, fechado el 7 de mayo pasado, detalla cómo deberá planificarse la atención sanitaria en todos los niveles asistenciales:
- Atención primaria. "Se atenderá a los pacientes de gripe prioritariamente en su domicilio", asegura el plan. Sanidad estima que, de los pacientes que acudirán a la atención primaria, un 15% pertenecen a algún grupo de riesgo. Esos permanecerán enfermos dos semanas; los de bajo riesgo, una. Los pacientes de alto riesgo "se revisarán diariamente durante la primera semana de enfermedad mediante llamada telefónica de la enfermera". La mitad se clasificarán como "no mejoría" y requerirán una visita, añade. Durante la segunda semana, ya se les tratará como pacientes de bajo riesgo. Éstos "se revisarán cada tres días mediante llamada telefónica del auxiliar administrativo". Un tercio se clasificarán como "no mejoría" y requerirán visita.
- Atención hospitalaria. Todos los hospitales están redactando sus propios planes de contingencia a partir de las directrices generales del Plan de Pandemia. Se trabaja con la premisa de que la duración media de la estancia hospitalaria de los pacientes de gripe es de siete días. De esos enfermos ingresados, el 15% requerirán entrar en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y el 7,5% necesitarán ventiloterapia (ayuda para respirar). Los que necesiten la UCI estarán ingresados allí, de media, 10 días. La duración media del uso de la ventiloterapia también es de 10 días, según los cálculos de las que parte Sanidad para planificar la atención especializada. A partir de esos supuestos, el documento prevé tres niveles de organización de la asistencia. En el primero, "no se precisan grandes cambios de organización", explica. Sólo las medidas habituales en temporada de invierno. Con los recursos propios es suficiente. En el segundo, se debe reorganizar la actividad asistencial y suspender la actividad programada. "Necesidad de redistribución de recursos humanos y materiales", añade. El tercer nivel no podría ser más agorero: "La capacidad del centro se ve superada. Es necesario el apoyo de medios externos".
- Transporte sanitario. A diferencia de los centros de salud o de los hospitales, en este servicio no se prevé que haya que recurrir a apoyos externos, según el plan de pandemia. Eso se conseguirá, explica el texto, "aplicando medidas de reorganización de los recursos". Por ejemplo, "con refuerzos y/o aumentando la frecuencia de los turnos de trabajo". Además, Sanidad también cuenta con utilizar las ambulancias que "quedarán libres por la suspensión de actividades asistenciales programadas".
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