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Crisis en el mercado laboral

Zapatero da por roto el diálogo social

El presidente del Gobierno carga con dureza contra la cúpula de la patronal - En agosto el Ejecutivo aprobará 420 euros al mes para parados sin renta

El presidente del Gobierno remachó ayer la ruptura del diálogo social. Prácticamente levantó su acta de defunción por esta ronda que comenzó en el mes de mayo de la misma forma que acabó, con una cena con líderes empresariales y sindicales en La Moncloa. "La previsión es que no haya nuevas reuniones", zanjó.

José Luis Rodríguez Zapatero responsabilizó a la cúpula de la patronal CEOE de romper las amarras con propuestas imposiblesras con propuestas imposibles, que ponen en cuestión el Estado de bienestar, el equilibrio de la Seguridad Social -y de las pensiones- y los derechos de los trabajadores. El fracaso del diálogo social se produjo el mismo día en que la Encuesta de Población Activa señalaba que en el segundo trimestre se alcanzó un nuevo récord de parados, pese a que el ritmo de crecimiento del desempleo se modera.

"Resulta evidente que con Díaz-Ferrán no se va a llegar a un pacto"
Reducir en seis puntos las cuotas genera un déficit de 12.000 millones
La última reunión fue una "ceremonia ágil y sencilla" que duró media hora
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Plantear el "despido libre" y la rebaja en cinco puntos de las cotizaciones sociales es visto por Zapatero como propio de "una España de hace muchos años atrás", según dijo en una rueda de prensa en el palacio real de la Almudaina, en Palma de Mallorca, donde se celebró ayer un Consejo de Ministros monográfico sobre el sector del turismo.

Zapatero fue en realidad más allá de la literalidad de la propuesta de la CEOE. La patronal calificó ayer de "falsedad" que haya pedido el despido libre o que se impida la defensa jurídica de los trabajadores, como sostiene el Gobierno en una interpretación maximalista del documento presentado por la CEOE.

En todo caso, puesto que los empresarios insisten en reclamar una fuerte bajada de las cotizaciones y en que se negocie una reforma laboral, los socialistas y los sindicatos asumen que el documento de los empresarios es el acta del "fin del diálogo" y no ven posible recuperar la negociación para alcanzar un acuerdo. Así, el Gobierno anticipó que aprobará "por decreto ley" -sin trámite parlamentario previo-, en el Consejo de Ministros del 13 de agosto, las ayudas vinculadas a formación de 421,79 euros durante seis meses para los parados de larga duración que se quedan sin subsidio y prestaciones. "Hay que hacerlo y lo vamos a hacer", afirmó Zapatero. Esos desempleados "no pueden esperar".

"No sirve para nada hacer que los trabajadores pierdan derechos; no lo vamos a aceptar", manifestó con énfasis Zapatero, que no disimuló su "decepción" e incomodidad ante el deseo de "recortar derechos" y dar pasos atrás que a su juicio ha protagonizado el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán. Le aludió directamente en diferentes respuestas en la rueda de prensa. A primera vista, parecía un intento de Zapatero de personalizar en el presidente de CEOE el fracaso, interpretación compartida desde fuentes sindicales.

Desde La Moncloa, no se observaba ningún margen de maniobra: "Resulta evidente que con la actitud de Díaz Ferrán no se va a llegar a un pacto, es de prever que no se produzcan nuevas reuniones". En realidad había una más. Sólo una, la última. Con ella se sellaban sin éxito dos meses de negociaciones.

En una sede de la Seguridad Social en Madrid, los números dos de los sindicatos (Ramón Górriz, por CC OO, y Toni Ferrer, por UGT), los negociadores de la CEOE (José de la Cavada y Enrique de la Lama) y los del Gobierno (encabezados por Javier Vallés) se reunieron ayer por la tarde para levantar acta del fracaso.

Lo hicieron en apenas media hora, en una "ceremonia ágil y sencilla", como la definió uno de los presentes. Allí el Gobierno comunicó a los agentes sociales que tras conocer el contenido del texto que la patronal había entregado a sus contrapartes, en el que se situaba fuera de los márgenes ya acotados, ya no había margen para seguir negociando.

No obstante, los representantes de la CEOE manifestaron su disponibilidad a seguir negociando sin plazo alguno. Para los sindicatos, esta oferta en realidad es una pose para la galería y con la que eludir las responsabilidades públicas de aparecer como el culpable de la ruptura.

También el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, señaló ayer a la patronal. Lo hizo en una rueda de prensa en Barcelona. "Si tuviera que sintetizar la propuesta de la CEOE, destacaría que proponen una flexibilidad que conduce a la precariedad, una reducción de las cotizaciones que pone en peligro el sistema de pensiones de ocho millones de personas y una rebaja de impuestos que significa el retroceso del Estado de bienestar que entre todos hemos construido y la privatización del control sanitario de las bajas", criticó el ministro, informa Amanda Mars.

Y es que la drástica reducción de seis puntos en las cotizaciones sociales que plantea la CEOE conlleva, según el Gobierno, la pérdida de 15.000 millones de euros en el presupuesto de la Seguridad Social, que suma unos 100.000 millones. De aplicarse la reforma, teniendo en cuenta que tras pagar los ocho millones de pensiones queda un sobrante de 3.000 millones, "faltarían 12.000 millones" apuntó Corbacho.

Para el conjunto del Gobierno, la propuesta de la CEOE es "casi una enmienda a la totalidad", como la definió el mismo presidente, al documento de acuerdo ya redactado y la fractura de un marco de relación histórico en España, fuera del margen de lo posible y real. En todo caso, Zapatero supone que "muchos empresarios desean este acuerdo" que están en sintonía con sus medidas y la política negociadora y disienten de la postura expresada por la estructura central de la CEOE. El presidente refutó las tesis de Díaz Ferrán como reaccionarias porque las situó en "la España de hace muchos años atrás".

Preguntado sobre si observaba una intencionalidad política en el enroque de la CEOE, Zapatero no se quiso deslizar por ese camino. Sí lo habían hecho antes los dirigentes sindicales. A primera hora de la mañana, en una entrevista en la cadena SER, Cándido Méndez (UGT) e Ignacio Fernández Toxo (CC OO) aludieron a una comida que el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y el presidente del PP, Mariano Rajoy, mantuvieron el pasado 2 de julio. Horas después se celebró una reunión en la que la patronal trató de ensanchar el número de temas sobre la mesa, al reclamar una reforma laboral, algo que ya estaba fuera de la discusión entonces. A partir de aquel día, el diálogo social entró en barrena y los avances que se habían logrado desde finales de mayo quedaron en la cuneta.

"Creo que, si es coincidencia, es muy desafortunado que el mismo día en que el presidente de CEOE y el presidente del PP se reúnen, la CEOE escenifique en la mesa de negociación un giro radical respecto a las posiciones que venía defendiendo, al menos formalmente", subrayó Toxo.

El dirigente de CC OO también ahondó en una interpretación que desde hace días se desliza desde los sindicatos. Consideró "bastante probable" que algunos sectores empresariales, que no las empresas, hayan llegado a la conclusión de que la debilidad del Gobierno y sus dificultades para conformar mayorías parlamentarias y el escenario de negociación social, podrían abrir un "atajo" para conseguir lo que en la mesa de diálogo social no podían lograr.

José Luis Rodríguez Zapatero, tras el Consejo de Ministros de ayer en Mallorca.
José Luis Rodríguez Zapatero, tras el Consejo de Ministros de ayer en Mallorca.REUTERS

¿Pidió la patronal el despido libre?

- En sus propuestas del jueves, la CEOE señalaba que "a partir del 1 de septiembre de 2009 resulta necesario negociar la contratación laboral, tanto en materia de costes de extinción de los contratos temporales y los contratos indefinidos, diferenciando en las causas de extinción entre las que son imputables al empresario y las que no lo son".

- La patronal también pedía "negociar la mejora de la flexibilidad interna en la empresa siempre que existan razones económicas, técnicas, organizativas o de producción a fin de dar una respuesta ágil a las necesidades derivadas de las mismas".

- Según Trabajo, con ello la CEOE "exige que los trabajadores no tengan posibilidad de defensa jurídica en caso de despido. Es decir, no sólo despido más barato, sino que despido libre". La patronal dice que esa interpretación es una falsedad.

- En el documento de 700 expertos apadrinado por los sindicatos en junio se pedía "transitar a fórmulas de flexibilidad interna, negociadas y con participación sindical". Zapatero dijo en junio que es necesaria "una adaptación de las empresas y los trabajadores en la que la flexibilidad interna será fundamental".

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