La CEOE niega que haya propuesto el despido libre
Corbacho cuestiona la representatividad de la patronal
Un comunicado que entró en las redacciones de los medios de comunicación a las diez y veinte de la noche del jueves alertó del terrible enfado del Gobierno. En él, el Ministerio de Trabajo, tras recibir la propuesta de los empresarios, les acusaba de reclamar "no sólo el despido más barato, sino que despido libre" y exigir "que los trabajadores no tengan posibilidad de defensa jurídica en caso de despido". La respuesta de la CEOE do". La respuesta de la CEOE llegó ayer: negaba "rotundamente que en este documento, ni en ningún otro lado, haya defendido el despido libre [entendido éste como gratuito o sin indemnización para el trabajador]". Y la patronal también calificó de "falsedad" que pretendan "impedir la defensa jurídica de los trabajadores".
Trabajo interpreta el documento de los empresarios más allá de su texto
La patronal cree que el Gobierno incurre en "una falsedad"
Vista la diferente interpretación que se hacía del texto, la pregunta es obvia: ¿en qué parte del documento que CEOE remitió a Gobierno a sindicatos y agentes sociales se hablaba del despido libre? Trabajo encuentra la respuesta en la página 10 del documento. Allí la patronal pide hablar de "la contratación laboral, tanto en materia de costes de extinción de los contratos laborales y los contratos indefinidos, diferenciando en las causas de extinción entre las que son imputables al empresario y las que no lo son". Fuentes de Trabajo explican que esto obligaría a modificar los artículos 45, 49 y 52 del Estatuto de los Trabajadores.
También en esta frase los sindicatos interpretan que el texto de la patronal demanda el despido libre -"no lo plantea abiertamente", admiten- y la desregulación de la tutela judicial del despido. Para justificar este argumento se remiten concretamente a la última parte de la frase. Lo que en su opinión removería todas las causas objetivas de despido que recoge el Estatuto de los Trabajadores.
A primera vista, lo que no esconde de ninguna manera el alambicado, ambiguo y complejo texto de la patronal son sus intenciones de llevar adelante una reforma laboral de calado y un abaratamiento del despido.
Los portavoces oficiales de la CEOE explican, sin dar detalles, que su propuesta busca es homologar la legislación española con la europea. Y añaden: "En Europa no hay despido libre". Algo que niegan demandar en su documento con contundencia. Incluso, fuentes de la organización añaden con sorna: "En España el despido libre ya existe, lo que pasa es que es caro".
La otra acusación contra la que la patronal se revolvió ayer fue contra la de que en su texto reclama "que los trabajadores no tengan posibilidad de defensa jurídica en caso de despido". En este punto, Trabajo remite a la propuesta de la CEOE de que se negocie "la mejora de la flexibilidad interna en la empresa (...) a fin de dar una respuesta ágil". Curiosamente, los sindicatos apadrinaron una declaración sobre el mercado laboral que abogaba por fórmulas de "flexibilidad interna", eso sí, "con participación sindical". Y el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que ante la crisis es necesaria "una adaptación de las empresas y los trabajadores en la que la flexibilidad interna será fundamental".
Esa misma expresión, sin embargo, puesta en boca de los empresarios, se interpreta como una agresión en toda regla. Tradicionalmente, el discurso patronal pide rebajar la jerarquía de los convenios colectivos para que las empresas tengan más "flexibilidad". Pero aquí hay que tener en cuenta la cantidad de pequeñas y medianas empresas que no cuentan con acuerdos con los trabajadores.
La interpretación de este punto, según Trabajo, pasa por que los ERE no requieran el visto bueno de la autoridad laboral. De hecho, preguntado sobre la cuestión, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho insistió en que con esa propuesta los empresarios propugnan el despido libre al eliminar las garantías jurídicas en expedientes de regulación de empleo (ERE).
Cuando se señala a los portavoces de Trabajo o de los sindicatos que el documento no dice eso, se remiten al conocimiento que tienen de las intenciones de los empresarios fruto de las propuestas que han defendido en anteriores ocasiones y de los planteamientos que han ido poniendo sobre la mesa en las reuniones del diálogo social.
Corbacho cuestionó incluso la representatividad de la cúpula de la CEOE, aunque la consideró acto seguido "muy legítima", al recordar que el 80% del tejido productivo español está formado por pequeñas y medianas empresas.
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