Una reacción "prepotente", según el PP

Para el Partido Popular, la reacción de Zapatero contra la CEOE por el fracaso, había sido "infantil y prepotente". Así la definió ayer su portavoz, Esteban González Pons. A las críticas se sumó la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal: "Que se deje de bravuconadas, de soberbia y de prepotencia". La número dos del primer partido de la oposición afirmó: "Contra el paro no tienen ningún efecto las bravuconadas, la prepotencia ni la chulería; contra el paro lo único que tiene efecto es tomar medidas y tomarlas ya".

No fue la única petición del PP. Varios diputados de su grupo parlamentario reclamaron que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, acuda al Congreso a dar cuentas del fracaso. También lo hicieron los parlamentarios de ERC y de IU.

Otro grupo que responsabilizó al Gobierno del fracaso del diálogo social fue Convergència i Unió. "El Gobierno es el principal responsable, porque no ha sido capaz de liderarlo y porque ha estado muchos meses sin activarlo", declaró su portavoz, Josep Antoni Duran Lleida. Así que su conclusión es que en última instancia la responsabilidad descansa sobre el Ejecutivo.

Por su parte, el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, reclamó a Zapatero que, ante la "intransigencia", se apoye "en los sindicatos y en la izquierda para salir de la crisis, que la están pagando los trabajadores cuando no son los que la han creado".