La economía española sigue atada a la construcción. Y eso a pesar del duro castigo que está sufriendo el sector, cuyo deterioro arrancó antes que en el resto de actividades. La construcción ha pasado en un año de aportar el 10,9% del producto interior bruto (PIB) español en marzo de 2008 al 10,3% en el primer trimestre de año.
La crisis económica no ha relajado a los órganos de competencia, al contrario. Durante el primer semestre del año, la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha impuesto un total de 62,3 millones de euros en sanciones a empresas y sectores por abuso de posición de dominio, por acordar precios o por repartirse el mercado, en suma, por infringir la Ley de Defensa de la Competencia.
La situación es paradójica. Deloitte puso una salvedad en la auditoria de 2008 de CajaSur, perteneciente a la Iglesia católica, por las dudas que tenía sobre su capacidad para obtener liquidez. El auditor dijo que el plan para obtener liquidez "se encuentra en marcha sin poderse evaluar el resultado futuro del mismo".