España es el país de la eurozona más dependiente de la construcción
El peso del sector en el PIB baja al 10,3%, pero casi duplica la media europea
La economía española sigue atada a la construcción. Y eso a pesar del duro castigo que está sufriendo el sector, cuyo deterioro arrancó antes que en el resto de actividades. La construcción ha pasado en un año de aportar el 10,9% del producto interior bruto (PIB) español en marzo de 2008 al 10,3% en el primer trimestre de año. Aun así, esta proporción todavía casi duplica la cuota que esta actividad supone en las economías de la zona euro, que según los datos de Eurostat es del 5,8%. Dada la brusca caída en la edificación de viviendas, los analistas consideran que las inyecciones de dinero de las administraciones en obra pública sostienen el protagonismo del sector dentro de la economía, pero dudan que éste siga con esta vitalidad cuando terminen estas obras.
El valor añadido bruto (VAB) -que incluye el efecto de los impuestos y las subvenciones- de la construcción en España en el primer trimestre fue de 27.656 millones de euros, un 8% menos que el año anterior. Desde 2006 y hasta junio del año pasado, en términos absolutos, España era el país europeo con mayor producción. Hoy lo supera Francia, aunque el tamaño de su economía es 1,8 veces mayor que la española. Y la dependencia del ladrillo no es la misma: en Francia la construcción representa el 5,9% de su PIB.
España todavía está lejos de converger con la media europea. Tanto en la zona euro como en la Europa de los Veintisiete el peso del sector es del 5,8%. Y eso que en los países del Este de Europa, que ahora son los principales receptores de los fondos comunitarios, la aportación del sector es cada vez mayor. Sólo en un país la construcción tiene una mayor importancia que España dentro de su economía. Se trata de Rumania, con grandes desarrollos de infraestructuras y con su particular boom inmobiliario, que también ha quedado en punto muerto por la crisis financiera.
El 'efecto Florida'
Fuentes empresariales sostienen que tras este "proceso de ajuste" la tendencia va a ser la de ir convergiendo con la media de la eurozona. Sin embargo, señalan que hay "factores estructurales" que explican que la construcción esté algo por encima del resto de países. Y señalan dos: la necesidad de infraestructuras y la fortaleza del sector turístico, muy ligada a la demanda de viviendas por parte de extranjeros. Es lo que en la jerga del sector se conoce como el efecto Florida: cuando se retiren, los europeos querrán vivir en la costa española, y necesitarán casas nuevas.
Pero la recesión ha frenado este efecto, al menos por ahora. La edificación -que supuso casi dos terceras partes de la actividad en pleno boom inmobiliario- parece no haber tocado fondo todavía. La patronal de las grandes constructoras Seopan prevé que la promoción de viviendas no se recupere hasta 2011. Y para ese año, hasta donde llegan sus proyecciones, esperan un estancamiento: la construcción de pisos sólo crecerá un 0,1%. "El sector ha vivido un gran crecimiento desde la década de 1980 por la sustitución del parque de viviendas y la enorme inversión en obra civil. Ahora lo razonable es que la construcción vaya perdiendo peso, si bien eso dependerá también de lo que hagan otros sectores productivos", explica el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Pompeu Fabra, José García-Montalvo.
El catedrático opina que el peso de la construcción en relación al PIB se sostiene por planes como el Fondo Estatal de Inversión Local, cuya inversión ya roza los 5.000 millones de euros. Y a corto plazo, los grandes proyectos de infraestructuras planeados seguirán aguantando el sector, a pesar de la brusca caída de la vivienda. Pero a medio plazo, asegura García-Montalvo, España se resentirá por la caída, que ya sufren algunas comunidades, de los fondos de cohesión.
De momento, la obra civil en España sigue muy por encima de las grandes economías. Según el grupo Euroconstruct, que agrupa a institutos tecnológicos de todo el continente, en Gran Bretaña, la inversión per cápita en infraestructuras es de 380 euros; en Alemania, de 600 euros; en Italia, de 710; en Francia, de 780, y en España, de 1.200 euros. "Dependerá de cómo evolucione la economía, pero la tendencia es que la aportación de la construcción disminuya. Con la bajada de la edificación residencial, dos tercios de la actividad han desaparecido. Es casi imposible compensar esta caída", asegura Josep Maria Fontana, director de Prospectiva del Instituto Tecnológico de la Construcción de Cataluña, que analiza el mercado español para Euroconstruct.
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