La caída de los principales sectores alerta del avance gradual de la crisis

La economía vasca cuenta desde ayer con un nuevo dato estadístico que fija la línea de cómo le está afectando la crisis mundial. Como todas las de su entorno, cada vez camina más despacio, hasta el punto de que el PIB (Producto Interior Bruto) creció en el segundo trimestre del año apenas un 0,3% con respecto al trimestre precedente. Supone dos décimas más que el crecimiento del conjunto de España en igual periodo, cifra conocida a mediados de agosto que ejemplificó cómo la economía nacional se asoma a la parálisis. En ese sentido, Euskadi está aguantando mejor, pero el hecho de que por vez primera al menos desde el primer trimestre de 2006 caigan al mismo tiempo (en términos intertrimestrales), la industria, la construcción y el sector primario muestra el alcance de la crisis en Euskadi. Los sindicatos ya han lanzado la alerta a la patronal para que no aproveche la situación y los paganos sean los trabajadores y el poder adquisitivo de sus salarios.

Un estancamiento de Francia y Alemania puede afectar a la industria vasca

Vistas las cifras que ayer difundió el Eustat, con un crecimiento interanual del 2,6%, los servicios como único sector que mejora ese porcentaje y el segundo peor crecimiento intertrimestral al menos desde finales de 2004, los expertos consultados por EL PAÍS piensan que lo peor está por llegar. En este diagnóstico coincide la mayoría de los analistas, si bien la mejor situación comparativa de Euskadi se traduce en una percepción ciudadana de la crisis de menor gravedad que en otros lugares. A ello y a esa mejor situación se remiten las centrales para exigir que la crisis no suponga una coartada para recortar derechos laborales y empleos.

Industria (-1,0%), Construcción (-0,3%) y el sector primario (-7,0%), coinciden en sus caídas, si bien los dos primeros salvan la cara en la comparación interanual (entre el segundo trimestre pasado y el mismo de 2007). Servicios es el único sector que crece sobre el PIB en ambas comparaciones (3,4% interanual, 1,2% entre trimestres).

"La comunidad autónoma tiene mejores resultados que el conjunto de España, pero pensar en que se va a sustraer de la crisis no tiene sentido. Nos va a afectar", señala Joseba Madariaga, profesor de economía de la Universidad de Deusto y director de departamento de estudios de Caja Laboral. La estructura de la economía vasca, con mayor peso de la industria que de la construcción, alivia la situación si se compara con la economía española y otras del entorno inmediato, pero, como señala el profesor de Economía Aplicada de la UPV Javier Bilbao, supone "cosa de décimas". "Si la economía española cae en recesión, a Euskadi le iría poco mejor", apostilla.

La actual situación se ha gestado, según Madariaga, sobre la base de dos factores externos (crisis financiera y de las materias primas), a los que en España se ha sumado otro interno: la crisis inmobiliaria. Aunque considera que el ajuste está siendo fuerte y rápido nadie sabe cuándo se tocará fondo. La quiebra de Lehman Brothers demuestra que no se conocen muchos elementos. "¿Cómo no va a afectar a la industria con caídas de la Bolsa como las de ayer?", indica. Un empresario vasco, que prefiere guardar el anonimato, mantiene que ellos están "dando el callo, pero los políticos han permitido prácticas abusivas que les pueden hacer daño". A esta amenaza sobre la industria añade el estancamiento de mercados como Alemania o Francia, que pueden incidir directamente en las exportaciones vascas.

Los sindicatos mayoritarios consideran que, a día de hoy, la situación vasca no justifica ninguna medida de regulación de empleo y mucho menos rescisiones de contratos como ya se están produciendo, aunque de momento con empleados temporales. Con un discurso más o menos vehemente todos coinciden en que los ajustes salariales y de empleo, así como los recortes de otros derechos son más una excusa para hacer caja que una necesidad impulsada por el contexto económico.

El secretario general de UGT-Euskadi, Dámaso Casado, acusó ayer directamente a algunos empresarios por utilizar la crisis económica para incrementar la jornada laboral y no mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores. "Están mandando a la calle a algunos trabajadores temporales por si acaso", contribuyendo a aumentar el paro. El 90% de los nuevos contratos que se hacen son temporales, y la tasa de temporalidad en Euskadi es del 28%. En agosto el paro subió un 3,98%. "No hay datos de que hoy haya empresas en crisis en el País Vasco", recalcó Casado, quien en la situación cree ver bastante de alarma mediática.

El secretario general adjunto de ELA, Adolfo Muñoz, ve margen aún para mejorar los salarios y reducir la jornada laboral, opinión en la que coincide CCOO. "No podemos permitir que la crisis se convierta en una coartada para adelgazar las plantillas", asegura Eduardo García, de esta última central. LAB viene avisando ya desde el Primero de Mayo de que la patronal quiere pagar "la factura de la desaceleración" con un recorte de derechos laborales,